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Cuerdas de mi tierra--El libro

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Juan Sotomayor
Villa Soto, Calle H. Lopez #18
Moca PR 00676

 


 

ENDOSOS:

* - Bellísimo Libro ¡Qué extraordinaria sorpresa! ... Abundante en datos, vemos en tu libro una investigación exhaustiva del tema: los instrumentos de cuerda. La documentación fotográfica es excelente y profusa, lo cual da el ambiente adecuado para conocer las personas que hicieron grande el arte musical de nuestro pueblo, desde los tiempos legendarios donde apenas hay evidencias de su existencia, hasta los más célebres tes intérpretes del instrumento en el presente. 

Mi primer contacto con el libro ha sido hojearlo, mirar las fotos e ilustraciones, observar las variantes que adoptan los instrumentos en distintas épocas y espacios geográficos, leer algunos puntos de atracción entre los muchos puntos de interés que tiene el libro, transportarme extasiado hasta mi infancia, cuando escuchaba en la radio a artistas como el Maestro Ladí, Maso Rivera, y otros. Recordé que, en mis años de estudiante universitario, Samuel Santiago, que había sido fotógrafo de la UPR y en aquel momento era dueño de la Galería y tienda La Pintadera, me decía: "Entre estos dos cuatristas, yo prefiero a Maso, porque Maso es alegre y juguetón cuando toca el cuatro, tiene buen humor y picardía; en cambio Ladí es formal y ceremonioso. Ladí no se sale del canon del pentagrama, su música es seria; Maso juguetea con las cuerdas del cuatro, rebusca todo el largo del diapasón en busca de efectos nuevos, y le imprime sonidos jocosos cuando quiere..."   ERNESTO ÁLVAREZ, PhD. Autor, "Las Máscaras del Islote: Antropología artesanía y folklore en Arecibo" y "Manuel Zeno Gandia: Estetica y Sociedad"

* - "Le felicito por el trabajo que han hecho—William, Juan y el resto del grupo - una valiosa aportacion a la historia musical de Puerto Rico..." GUSTAVO BATISTA -musicólogo (ret.) de la Universidad de Puerto Rico.

* - "Este libro es la enciclopedia más completa de nuestros instrumentos nativos de cuerda..."
NESTOR MURRAY IRIZARRY, director del Centro de Investigaciones Folklóricas de Puerto Rico, Casa Paoli, Ponce PR


Resúmen de contenido

Capítulo 1: INICIO DE LA JORNADA
El primer capítulo explica las primeras inquietudes del fotógrafo del New York Times Juan Sotomayor Pérez que lo impulsó a formar el Proyecto del Cuatro Puertorriqueño. Confrontando un gran vacío histórico, Sotomayor, William Cumpiano y Wilfredo Echevarría se dieron a la tarea de comenzar una búsqueda comprensiva de los orígenes de los instrumentos nativos de cuerda de Puerto Rico.

Capítulo 2: LA ORQUESTA DE LOS JÍBAROS
El segundo capítulo cubre el primer logro del Proyecto: el descubrimiento de evidencia—previamente ignorada—probando la existencia en el siglo 19 de un distintivo conjunto campesino:la Orquesta Jíbara Antigua fue formada de un cuatro, un tiple, una bordonúa y un carracho o güiro. Cuenta de los esfuerzos del Proyecto en restaurar la antigua agrupación y sus potencialidades para la música de hoy día.

Capítulo 3: LOS TIPLES DE PUERTO RICO
Cubre el primero de los instrumentos autóctonos: el tiple. Explora los antecedentes del tiple en la Europa y España medieval, las Islas Canarias, los usos del diminuto instrumento en la vida y quehaceres del campo, y el esfuerzo de rescate de día presente por parte de diferentes grupos y organizaciones de la Isla.

Capítulo 4: LA INSÓLITA BORDONÚA
Un instrumento que se oía en los campos del siglo antepasado, relegado al olvido. El capítulo reúne los pocos rasgos que persisten del misterioso instrumento, el cual se dejó de usar por completo—pero su nombre brinca y se asienta sobre otro distinto instrumento, también hoy olvidado. Nada queda de la antigua bordonúa más que un esfuerzo de rescate del Proyecto en traje moderno para el tiempo presente.

Capítulo 5: ¿QUÉ LE PASÓ A LA VIHUELA?
 El Proyecto del Cuatro descubre que un instrumento campesino que se conoció como “bordonúa” durante el siglo 20 realmente descendió de un olvidado instrumento del siglo 19, descrito en libros de su tiempo como “vihuela”. El Proyecto se dirige a la labor de retornarle el nombre verdadero a este vestigio olvidado de tiempos pasados, como también en estimular un renacer del mismo en forma moderna. 

Capítulo 6: El CUATRO ANTIGUO
Expone los antiquísimos orígenes en España y Europa del icónico instrumento nacional, en su configuración original de cuatro cuerdas sencillas, y su utilidad en los campos y los pueblos de la Isla. Describe un esfuerzo de corta vida de modernizar el rústico instrumento durante los comienzos del siglo 20—plasmado en un nuevo instrumento que también cae en el olvido: el cuatro de ocho cuerdas. Seguimos la pista de los grandes intérpretes del cuatro antiguo de cuatro y ocho cuerdas.

Capítulo 7: NACE UN NUEVO CUATRO
Las corrientes musicales e instrumentales recorriendo el Nuevo Mundo a fines del Siglo 19, originando en España e Italia, propulsan en Puerto Rico—como también por todo el hemisferio—la creación de nuevos instrumentos de cuerda, mejor capacitados para ejecutar la música del momento. En Puerto Rico aparece un nuevo instrumento de diez cuerdas, encordadas y afinadas al nuevo estilo español, el cual asume y se apodera del nombre del viejo y tradicional instrumento de púa de cuatro cuerdas.

Capítulo 8: El CUATRO AHORA PERTENECE AL MUNDO
Este capítulo nos trae al día de hoy, trazando la historia musical y cultural del Cuatro Moderno en Puerto Rico y la diáspora. Se enfoca en los grandes intérpretes del pasado, la generación de instrumentistas mayores venerados que mantienen vivos las viejas tradiciones; los superestrellas de la actualidad que llevan en alto el instrumento nacional a través de los escenarios mundiales; y la nueva cosecha de jóvenes intérpretes de asombrosa capacidad y conocimiento.

Capítulo 9: APUNTES SOBRE LA ARTESANÍA TRADICIONAL DE LOS CORDÓFONOS PUERTORRIQUEÑOS
El mundialmente reconocido escritor, maestro y constructor de instrumentos de cuerda William Cumpiano reúne no solo la acústica e historia de la artesanía instrumental, sino también los relatos de la manera en que los instrumentos tradicionales se confeccionaban en el campo en tiempos pasados. Resume también las técnicas y conocimientos de los grandes artesanos instrumentales del día de hoy, descritos en sus propias palabras.

APÉNDICES:
• Resumen en Inglés del contenido del libro
• Galería de fotografías
• Listados de cuatristas
• Tablas de notación, cronología y eventos
Bibliografía

 

Los pantalones de la PRERA

 REGRESAR  RETURN                                                      Restauración por Noemi Valentín

"¡La Musica no se oye¡¿Qué Hago?"

"¡La Musica no se oye ¿Qué Hago?"

Un Jíbaro Terminao                    

Este sitio del web del Proyecto del Cuatro esta repleto de valiosa música jíbara en donde se destacan los instrumentos autóctonos de nuestra Isla. Cada vez que aparece un símbolo de una bocina (como la que se ve más arriba) quiere decir que inmediatamente a la derecha habrá un enlace para oír una selección musical, parte de la gran colección de música grabada del Proyecto del Cuatro. Si su computadora tiene bocinas, y si estan conectadas apropiadamente (si ha oído recientemente música de otros lugares en el internet) con los volúmenes subidos (usualmente hay que estar subidos el volúmen de la computadora tanto como el volumen de las bocinas), entonces deben oir la música en una ventanilla "pop-up" al borde superior izquierdo de la ventana de su navegador. La ventanilla musical incluirá una barra movediza que ilustra el progreso de la música que ha seleccionado. Pero a veces surgen problemas: la música no carga o aparece porque:

  1. Su navegador esta fijado para bloquear las ventanillas "pop-ups".

  2. La antememoria, o memoria "cache" de su navegador está repleto o lleno. Esto ocurre después de estar visitando la página por largo tiempo.

  3. El aditamento a su navegador que procesa los archivos Flash o Quicktime no estan al día o están bloqueados.

  4. Usted ha instalado programas en su navegador que bloquean anuncios comerciales que interfieren con archivos de audio tambien.

Para remediar #1. hay que ir al menú de su navegador donde se controlan los "pop-ups". y permitir que se permitan los pop-ups  de la página web del Proyecto del Cuatro,  www.cuatro-pr.org

  • Si tiene el navegador de Firefox, acuda aquí.
  • Si tiene el navegador de Safari, vaya al menu superior                           Safari> Block Pop Up Windows y oprimalo hasta que no muestre un señal de cotejo
  • Si tiene el navegador de Internet Explorer, vaya al menú superior y oprima Tools > Pop-up Blocker > Turn off pop up blocker o vaya a Tools > Internet Options > Privacy y ahí bajo Popup Blocker asegure que no esté cotejado Block Popups

Para remediar #2. hay que ir al menú de su navegador donde se controla la memoria "cache", y vaciarlo.

  • Si tiene el navegador de Firefox, acuda aquí
  • Si tiene el navegador de Safari, vaya a menu superior y oprima            Safari>Empty Cache
  • Si tiene el navegador de Internet Explorer, vaya al menú superior y oprima Tools > Internet Options > General  y ahí bajo Temporary Internet Files, oprima Delete Files

Para remediar #3, hay que estar actualizado en el navegador con los programas facilitadores de audio

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  • Si tiene el navegador de Internet Explorer acuda aquí.

Para remediar #4: Acude al panel donde controla el funcionamiento de su programa bloqueador de anuncios e introduzca en la lista de excepciones a www.cuatro-pr.org

 

Grabaciones antiguas

Cera Vieja

Grabaciones antiguas de música tradicional puertorriqueña 

Lean detalles sobre estas mismas grabaciones en el blog La Clave del investigador del Proyecto del Cuatro David Morales (en inglés, todavía por traducirse)


 Tocadiscos del 1912 de la compañía Pathéphone

Fonógrafo casero de cilindros de celuloide Amberol del 1910 de la compañía Edison Gramophone

 

Oigan a Gracia Rivera cantar la guaracha "Para Tí" en una grabación en cilindro Amberol por la compañía Edison

Oigan los cantantes de apellido Parilla y Carillo en un disco de la compañía Columbia titulado Seis Mampelle (realmente no es un Seis Mapeyé sino un Aguinaldo Cagueño.

Oigan el lado dos de la misma grabación, donde Parilla y Carillo cantan un tema llamado Seis Mariandá (realmente no es un seis Mariandá, sino un Seis del Dorado) 

 

 

 

Encuentre lo que busca aquí

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Indique lo que desea encontrar en nuestra página y oprima el botón "search".

 

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Línea cronológica del cuatro

Línea Cronológica del Cuatro Puertorriqueño

Redactado por William Cumpiano, co-fundador Proyecto del Cuatro Puertorriqueño

1508
Cristóbal Sotomayor desembarca en la playa de Guánica en la costa sur de la Isla y meses después, en el mismo año, su comandante Juan Ponce de León desembarca en la costa norte y establece un asentamiento en la costa norte llamado Caparra.

1513-1516
Instrumentos de cuerda llegan a Puerto Rico, tras la directiva de los Reyes Católicos de España que éstos eran imprescindibles para acompañar los ritos religiosos. Se documenta la llegada de vihuelas, guitarras y cuerdas para las mismas, pero podían también haber llegado desde España cualquier tipo de instrumento en manos de los marineros, cleros y visitantes.

Existían en España en esos tiempos instrumentos de cuerda enterizos de cuatro cuerdas sencillas de tripa con forma cuña-semicirculo afinados La-Mi-La-Re tocados con pua o pajuela. Estos podían haber servido de modelos para nuestro primer "cuatro antiguo", fabricado rústicamente con útiles rudimentarios, por los primeros agricultores de la Isla, particularmente los de la Islas Canarias que hecharon raíz en Puerto Rico.

Siglo 17 y 18 (1600-1799)
Creación de pueblos y ciudades alrededor de la Isla. La clase jíbara se establece en Puerto Rico. Existe escasa información sobre la música y los instrumentos jíbaros en este período.

Siglo 19 (1800-1899)
Nacimiento de una cultura nacional, cuando los puertorriqueños se sienten diferentes a los españoles y establecen un cuerpo único de costumbres, cocina y música y una personalidad netamente puertorriqueña.

1849
Aparece en el libro El Gibaro de Manuel Alonso la primera descripción de la vida jíbara y sus instrumentos musicales, "formando una orquesta completa" un tiple, cuatro, bordonúa, carracho (guiro) y maraca. Describe la forma cuña-semicircular del cuatro y que la bordonúa era un "guitarra grande" y el tiple tenía una forma similar pero mucho más pequeño.

1875
El reportero ponceño Ramón Marín describe los sonidos de los instrumentos jíbaros: "el requintado tiple", "el sonoro cuatro" y la "grave bordonúa".

1887
El investigador Dr. Francisco del Valle Atiles informa sobre las encordaduras de los instrumentos: que el tiple era pequeño y tenía 5 cuerdas colocadas en forma no-correlativa a su altura; que el cuatro se tocaba con una pajuela y se afinaba en cuartas y posiblemente en La a una octava más alta que la bandurria española. Esto sugiere que otro cuatro, distinto al cuatro jíbaro antiguo de cuatro cuerdas, había emergido conjuntamente en la Isla, pero en regiones distintas.

1900
Aparece en una foto el cuatrista, Eusebio González Ocasio, tocando un cuatro con forma cuña-semicircular portando 5 cuerdas dobles (10 en total), como los que describieron Alonso y del Valle Atiles. Aparece como un cuatro relativamente grande con un tiro de cuerdas de veinte pulgadas.

1910
El cuatrista isabelino Joaquin Rivera Gandia (el Zurdo de Isabela) graba por primera vez el cuatro en San Juan con el sello Columbia. Grabará otra vez en Nueva York en 1916, donde se fotografía con un cuatro de la forma moderna con cortes parecido a los de un violín. Este nuevo cuatro se afina en cuartas pero de tres maneras distintas: con la primera cuerda en mi, sol o la. La forma que persiste hasta el día de hoy es este mismo cuatro con la prima afinada en sol.

1922
En el año 1922 se establece por primera vez la radio en la isla, con la inauguración de la emisora WKAQ. En los mismos actos de inauguración el cuatrista y compositor vegabajeño Ladislao "Ladí" Martínez toca con su grupo, llegando así a oirse por primera vez el cuatro en la radio. El gran Maestro Ladí toca un cuatro similar al de Joaquín Rivera, o sea, el cuatro de diez cuerdas con silueta de violín, ya vigente para esa época por la costa norte de la Isla.

1929
El gran cuatrista yaucano Heriberto Torres se destaca con su cuatro antiguo de cuatro cuerdas  sencillas al igual que con una versión modernizada del mismo con cuatro cuerdas dobles, llamado "cuatro de ocho cuerdas." Graba con ambos en Nueva York en una larga serie de discos de música jíbara y popular. Otros grandes cuatristas yaucanos del cuatro de ocho cuerdas fueron Norberto Cales,  Efraín Ronda y el cuatrista de Ramito, Tuto Feliciano. La prominencia de Joaquín Rivera y luego Ladislao Martínez con sus cuatros de diez cuerdas en la costa norte, y Heriberto Torres y Norberto Cales con sus cuatros de cuatro y ocho cuerdas en el sur dan evidencia que el cuatro antiguo y moderno coexistieron pero proliferaron en distintas regiones de la Isla. El hecho revela como un mito la ponencia popular que el cuatro moderno se deriva del cuatro antiguo.

1935-1940
El Maestro Ladí engendra una entera generación de grandes cuatristas que se consideran sus discípulos: entre ellos, Sarriel Archilla, Pascual Meléndez, Iluminado Dávila, Neri Orta. Estos son los grandes maestros de la siguiente generación quienes consideran a Ladí "el tronco de los músicos" por haber creado una nueva forma de tocar y oír el cuatro, y un gran repertorio para el instrumento de danzas, mazurcas, polcas, pasillos, pasodobles--hasta bossa nova. La fama de Ladí se riega por todas las esquinas de la Isla, precipitando el declive y desaparición del cuatro antiguo y de ocho cuerdas. Pero en las siguientes décadas el cuatro y su música es eclipsada por la invasión cultural de música norteamericana y cubana, y se relega a solamente varios programas radiales matutinos.

Décadas de 1950 y 60
La creación del Instituto de Cultura y los inventarios culturales hechos por Ricardo Alegria y Walter Murray Chiesa, traen al relieve entre el público puertorriqueño la música y artesanía tradicional. El Instituto comisiona al Dr. Francisco López Cruz a crear un nuevo método de enseñanza para tocar el cuatro. El esfuerzo intenta a realzar el interés entre los puertorriqueños por su propia música jíbara olvidada. Pero ya el modo de vida jíbaro en sí comienza a desaparecer. La trova puertorriqueña se mantiene vigente en la Isla por la radio y en discos, producto de una generación de grandes cantantes de la décima como Ramito, Moralito, Luisito, Chuito el de Cayey, Chuito el de Bayamón, Luis Miranda, La Calandria y Luz Celenia, acompañados por los grandes cuatristas herederos de Ladí: entre ellos Yomo Toro, Nieves Quintero, Tuto Feliciano, Maso Rivera, y Roque Navarro. Muchos de estos grandes artistas viajaron a la urbe de Nueva York para destacarse en los grandes teatros boricuas, ante grandes y fervorosos públicos compuestos de nostálgicos emigrantes puertorriqueños residiendo en el Bronx, Chicago, y Filadelfia.

Década de 1970
Luego de un súbito declive de interés entre los públicos puertorriqueños debido a la invasión del Rock, los Beatles, y la Nueva Ola, el cuatro aparece de nuevo en el ámbito popular en manos de Yomo Toro, quien lo introduce dentro de la Salsa en la orquesta de Willie Colón. Esto, conjunto con un despertar por la música tradicional de los pueblos creado por los cantos revolucionarios de la Nueva Trova, causa un renacer del cuatro dentro de la música tradicional con grupos como Mapeyé y Haciendo Punto en Otro Son; y dentro de la música popular cuando Nieves Quintero introduce acordes del Jazz y técnicas modernas estilizados dentro del repertorio del cuatro. El cuatro estalla fuera de su encuadre jíbaro y se convierte en un instrumento moderno e internacional.

Década de 1980
Comienza una nueva Época de Oro del cuatro, dado la evidencia de la aparición de orquestas municipales de cuatros, compuestos de cuatristas principiantes de todas edades. El Instituto de Cultura empieza a ofrecer clases de tocar cuatro a centenares de fervorosos puertorriqueños, y auspicia al Dr. Francisco López Cruz a responsabilizarse por la enseñanza del cuatro por música y no por oído. López Cruz comienza un rescate de la bordonúa, y Vicente Valentín y Pepito Reyes comienzan un rescate del tiple. Emergen grandes cuatristas maduros como Modesto Nieves, Neftalí Ortiz, Arnaldo Martínez, Pedro Guzmán, Edwin Colón Zayas y Eligio "Prodigio" Claudio, cada uno añadiendo su propio estilo y sensibilidad al repertorio cuatrístico.

Década de 1990 hasta hoy
Interés en el cuatro ya es un fenómeno cultural establecido, y no como antes, una serie de olas alternado entre interés y desprecio. El cuatro aparece en el logo del Canal 4 de televisión, en conciertos sinfónicos, por televisión y durante festivales culturales de un extremo a otro de la Isla. Nace el Proyecto del Cuatro Puertorriqueño, quien establece un archivo de datos, música e historia sobre el cuatro y los instrumentos nativos por el Internet, y resumidos en medios modernos como documentales en videos digitales. El cuatro se oye por primera vez en Washington DC cuando el Proyecto del Cuatro auspicia una presentación de Yomo Toro en el Instituto Smithsoniano, y por primera vez en el más respetado salón de Jazz de Nueva York--el Blue Note--en manos de Pedro Guzmán. El cuatro empieza a ser adoptado por músicos norteamericanos, japoneses, irlandeses, hasta noruegos. Brota una nueva generación de asombrosos cuatristas jóvenes, inspirados por los grandes maestros del pasado, y superándolos con su maravillosa técnica, rapidez e ingeniosidad. Entre ellos, Christian Nieves, Javier Alicea, Alvin Medina, Maribel  Delgado, Emma Colon Zayas, Charlie Rodriguez, Quique Domenech, Juradito, Javier Alicea y Alvin Medina.

El cuatro, antes una creación rústica y sencilla del antiguo jíbaro puertorriqueño, ahora pertenece al mundo.

 

Por qué hizo falta el Proyecto

"Porque lo nuestro nos parece tan distante, tan exótico..."

  
Fragmento de una entrevista hecha en 1996 con el profesor Emanuel Dufrasne,
etnomusicólogo de la Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras, PR

"...cuando hablo de cultura de urbanización, cultura del mol o cultura de la autopista, cultura de consumo, cultura de televisión, es una cultura que esta muy presente acá en Puerto Rico actual. Esa cultura donde hay poca interacción social debido al uso del televisor, donde la gente ya no crea música porque se la dan hecha creada por la televisión. Hay poca actividad comunal, como los bailes de bomba o trullas de promesas, o fiesta de cruz, que son actividades comunitarias."

"Pero por la televisión esas actividades comunitarias se han echado por la borda. Se han pasado al olvido y el puertorriqueño promedio de urbanización desconoce estas actividades.  Los estudiantes universitarios por lo general no saben lo que es una fiesta de cruz, no han visto un baile de bomba que sea de comunidad de verdad--que no sea un grupo montado en una tarima, que sea una cosa artificial--no un baile de bomba de verdad. No saben lo que es. En seguida piensan que es un grupo organizado formalmente a tocar en una tarima; y eso no es".

"Cuando me refiero a una actividad musical de comunidad, es algo que los vecinos hacen, algo que es muy propio de ellos, un comportamiento natural de ellos, una forma de manifestación cultural, que es completamente natural, que están viendo y haciendo desde que nacen. Y eso en las urbanizaciones no se mantiene."

"En la urbanización se crea otra cosa, una cultura de consumo, donde lo que se le atosigue a la gente por la radio y la televisión es lo que ellos oyen y lo que bailan. Y eso en Puerto Rico en general es como la gente vive hoy día.  Vive en zona urbana, o en urbanización.  Contrario a principio de siglo, la mayor parte de la gente vivía zona rural. o sea se ha producido cierta uniformización, todo el mundo hace lo mismo, todo el mundo escucha lo mismo: merengue, salsa, baladas, rok, y rap, todo es impuesto por el comercio".

"El comercio impone lo que la gente va ha comprar, a escuchar y hasta cantar. Y a eso me refiero cuando hablo de cultura de urbanización, pero también es de mol, de autopista, de televisión, de ATH , esa cultura donde lo puertorriqueño parece completamente extraño, como si fuera de los marcianos-- y donde lo extranjero es completamente familiar.  Es más familiar un producto de las calles de Chicago o en NY --como el rap--que un baile de bomba para el puertorriqueño común y corriente de las urbanizaciones. Y hasta algunos que no viven en urbanizaciones también, porque esa cultura permea todo el país.  Y hay un desarreglo de las costumbres: lo que es puertorriqueño parece tan distante, tan exótico, cuando es lo nativo. Y lo extranjero parece lo mas natural y lo mas familiar".
                         

 

Historia del cuatro y su música

Resúmen historico del cuatro puertorriqueño y su música
por William Cumpiano, coordinador del Proyecto del Cuatro Puertorriqueño

Vea una línea cronológica del cuatro aquí

El cuatro es el "instrumento nacional" de Puerto Rico. Más pequeño que una guitarra y más grande que una mandolina, el distintivo y levemente nasal tañido del cuatro ha hechizado al puertorriqueño desde los primeras décadas de la antigua colonia español de Puerto Rico.

En su forma original, era considerablemente distinto a como es hoy día. El cuatro antiguo desarrollo en Puerto Rico una silueta de boca de llave y se encordaba con cuatro cuerdas sencillas hechas de tripa animal, lo que ocasionó su nombre. Su afinación y encordadura--originalmente derivado de una primitiva modalidad de afinación originando en la antigua España del siglo 15--perduró sobre el instrumento sin cambio por siglos. En esta forma lo prefería su creador, el jíbaro de las regiones remotas de la cordillera central de la Isla. Esta forma antigua del cuatro duró hasta los mediados del siglo 20--y luego desvanece para siempre en la Isla.

A fines del siglo 19, sin embargo, nace en las regiones urbanas costaneras de la Isla una nueva forma de encordar y afinar el antiguo instrumento. Aparenta ser parte de un esfuerzo de modernizar el antiguo y limitado instrumento, y subirlo a las alturas de su tiempo. Incitando el cambio fue un furor que cubría toda la América de esa época: la afiebrada popularidad de orquestas de cuerdas populares llamadas estudiantinas, primero llegando desde Italia y luego de España, en gira por los Estados Unidos y Latinoamérica. Sus integrantes cantaban y tocaban en vestuarios multicolores. Sus instrumentos era sonoros y estridentes instrumentos de cuerda de metal, ejecutados con púas o plectros. Los grupos italianos tocaban sus mandolinas de todos tamaños (afinados en quintas) y los españoles tocaban sus brillantes bandurrias y nuevos laúdes (todos afinados en cuartas): todos tintinabulaban sus cuerdas metálicas pareadas. Estas impresivas orquestas populares barrían a través de toda la Latinoamérica como una gran vanguardia de modernidad. Como resultado muchos países americanos reconsideraron la vieja y limitada encordadura de tripa de sus propios instrumentos nativos--instrumentos de voz delicada y callada que habían permanecido inalterado durante el trascurso de los siglos.

Así pues, los puertorriqueños, predominantemente aquellos de la costa norte de la Isla, "modernizaron" su limitado cuatro antiguo, encordándolos ahora con 10 brillantes cuerdas de alambre, afinadas en cuartas como los nuevo laúdes españoles que habían visto en manos de las estudiantinas españoles en gira por la Isla. Efectivamente, habían creado un nuevo instrumento en la Isla, manteniendo fija sobre ella--quizas por persistir en su foma antigua física y su similar función musical--el viejo y familiar nombre cuatro. Inmediatamente arriba vemos una foto de una orquesta jíbara con el afamado Eusebio González tocando un transicional cuatro antiguo modernizado con la nueva encordadura extranjera, la foto fechada 1898.

Posteriormente, durante los comienzos del siglo 20, artesanos puertorriqueños en la región de Arecibo, truecan su forma de boca de llave con una nueva forma de violín, símbolo de sofisticación y de alto abolengo. En esta nueva configuración el instrumento se oye a través de toda la Isla durante los primeros años de la radio en Puerto Rico: todos los puertorriqueños de un lado a otro de la Isla, ahora podían oír las majestuosas composiciones del gran cuatrista Ladislao Martínez. En sus manos, el brillante cuatro moderno de diez cuerdas pareadas de metal y forma de violín. La restoración por el Maestro Ladí de la música clásica puertorriqueña del siglo 19, tocado en dúo con el cuatrista Sarriel Archilla, ocasiona una nueva era de popularidad del instrumento. El resultado es el eclipse del viejo cuatro antiguo, aunque todavía extante en las regiones más remotas de la Isla, y su completa desaparición ya para los mediados del siglo 20. Fué asi que el nuevo instrumento aviolinado de 10 cuerdas metálicas, reteniendo el antiguo nombre cuatro, perdura hasta el día de hoy como el "instrumento nacional de Puerto Rico".

 


Cuatro puertorriqueño moderno de 10 cuerdas hecho por el co-fundador del Proyecto del Cuatro William Cumpiano en su taller de Northampton MA

En Puerto Rico también existieron otros instrumentos de cuerda tradicionales con sus funciones musicales particulares, pero estos cayeron en desuso durante el siglo pasado. Estos instrumentos—varios tipos de tiples y bordonúas—están actualmente disfrutando de un renacimiento, gracias a varios grupos como el nuestro que se han interesados por rescatarlos.


El cuatro no se toca solo, sino que mayormente su rol es de tocar la melodía en un conjunto de instrumentos nativos. Tradicionalmente se acompaña con una guitarra tocando los acordes y los bajos. En conjuntos modernos, usualmente se reúne también con otro cuatro ("cuatros a dúo", un estilo creado por el gran cuatrista Ladislao Martínez) y una guitarra, y siempre con un güiro o guícharo, instrumento de percusión hecho de una calabaza que se raspa para mantener el ritmo. Hoy en día es también común que se incluyan bongos, los pequeños tambores de origen cubano, en la sección de percusión.



En tiempos pasados, el cuatro y los otros instrumentos nativos se oían en los campos acompañando al puertorriqueño en ritos religiosos como promesas a la Virgen, florones (ritos relacionados con la muerte de un niño), rosarios cantados, y fiestas patronales—tanto como eventos seculares como bailes y celebraciones privadas, fiestas del fin de la cosecha (acabes) y eventos políticos. En el siglo diecinueve el cuatro también se podía encontrar en las ciudades formando parte de orquestas de salón, tocando música clásica y música de baile europea en salones y teatros. Los jíbaros que llegaban a los pueblos y ciudades para vender sus cosechas, oían esa música formal, le gustó y se lo llevaron de regreso a sus campos. Así se crearon "orquestas jíbaras" en el campo integradas por un cuatro tocando la melodía, el diminutivo tiple tocando los acordes de acompañamiento y la bordonúa tocando las notas graves o bajas. El Proyecto del Cuatro ha descubierto evidencia de éstas agrupaciones, olvidadas hoy día, y las ha recreado durante festivales culturales.

EL CUATRO Y EL CANTO TRADICIONAL
Tradicionalmente, el principal papel musical de la agrupación campesina de instrumentos que incluye el cuatro es la de acompañar un trovador. El trovador se expresa en canciones poéticas cuyos versos siguen la tradición de la décima o de la decimilla.

La forma poética nombrada "décima" ha sido desde tiempos antiguos un medio popular de expresión del puertorriqueño, sea de la gente del campo y de limitada educación formal o de gente de la ciudad y de alta sociedad. Pero la décima no es nativa de Puerto Rico. La forma de la décima que se canta en Puerto Rico, la décima espinela, nace en el siglo 16 en España y se esparce y se adapta por todas las antiguas colonias de la América Hispana. Una versión más sencilla de la décima es la decimilla.

El ritmo y la música que se toca para acompañar la lírica decimal es siempre una forma musical antigua llamada "seis". Pero cuando el trovador canta una decimilla, la música apropiada es acompaña es un aguinaldo. Hay numerosas variantes de seises y aguinaldos. El aguinaldo popularmente— pero no exclusivamente— se oye durante la temporada navideña.

Una de las formas más populares de la décima entre los puertorriqueños es la décima improvisada, o sea cuando el cantante tradicional, o trovador, improvisa la lírica decimal al momento de cantarla. Hacer esto toma una agudeza mental suprema, porque a la misma vez que se improvisa, el improvisador tiene que seguir un patrón de reglas estrictas y restringentes de rima y de conteo de sílabas. Para hacer la cosa más difícil, cada verso cantado de la poesía tiene que culminar en una última estrofa nombrada "pie forzado" que se le presenta al trovador momentos antes que empiece su canto. Durante la ejecución pública del canto decimal improvisado, los músicos que acompañan tocan un seis lento para darle tiempo al improvisador a componer y ejecutar su poética.