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Talleres populares de tiples

Los talleres populares de artesanía de tiples

En tiempos antiguos el tiple jugaba un papel crucial en la vída religiosa y secular del jíbaro puertorriqueño. Ahora el diminuto y desvaneciente tiple renace de las manos de gente común durante talleres comunitarios en Puerto Rico y los Estados Unidos.

 
El artesano maestro William Cumpiano, co-fundador del Proyecto del Cuatro, demuestra cómo se barniza un tiple durante un taller comunitario llevado a cabo
debajo de una carpa durante el Festival Puertorriqueño de Chicago en 2008, bajo el auspicio de la Iglesia Unida de Cristo San Lucas en el barrio puertorriqueño de la gran urbe. Foto de Carlos Flores, PuertoRican Chicago

 

Humacao, Puerto Rico


2010: Escuela Segunda Unidad Agapito López Flores

Cada uno de tres niñas y tres varones de la unidad de manufactura y artesanías completaron la fabricación de sus propios tiples en el curso dirigido por el maestro de tecnología Carlos Rosado.

El curso se llevó a cabo durante tres meses, consistiendo de una hora de enseñanza diaria cinco días por semana.

El Proyecto del Cuatro sirvió de consultante técnico en el desarrollo del curriculo del curso y proveyó los materiales. El Sr. Rosado nos informó que se repitirá el curso en años entrantes, y que ha recibido respuestas afirmativas en sus gestiones para la expansión del currículo en otras escuelas en pueblos y ciudades cercanos.


Carlos Rosado, profesor de tecnología de las escuelas de Humacao                                     Foto de Manuel Frau


Estudiantes de la Escuela Agapito López Flores determina el ángulo del mástil de su tiple


Con la asistencia del maestro Carlos Rosado, la jóven estudiante le fija el mástil a la caja armónica de su tiple


Estudantes disfrutan del producto de sus labores al final del curso

 


Holyoke, Massachusetts


2007: Proyecto YouthBuild Holyoke

En los programas de YouthBuild jóvenes de bajos ingresos ente las edades de 16 a 24 años trabajan a tiempo completo por seis a 24 semanas hasta lograr su GED o diploma de escuela superior, a la vez que aprenden destrezas de empleo durante la construcción de vivienda asequible a su comunidad. Se enfatiza el desarrollo de liderazgo y la creación de pequeñas comunidades de adultos y jóvenes compromentidos a su éxito.

En 2007 el Proyecto YouthBuild Holyoke le facilitó sus talleres de carpintería al Proyecto del Cuatro para enseñar a 7 niñas y varones de 17 a 19 años de edad la confección de tiples. Con la supervisión del maestro de carpintería John Rolinson, el artesano instrumental y co-fundador del Proyecto del Cuatro William Cumpiano dirigió, sin remuneración,  la enseñanza de los jóvenes. Todos habían abandonado sus clases de escuela y estaban en peligro de caer en una vida de drogas y disolución.

El taller no pudo repetirse el siguiente año por carencia de fondos.

 

 


Un estudiante corta una ranura para una cuerda con una pequeña sierra al final del curso de Holyoke

 

Chicago, Illinois


Talleres de tiple auspiciados por la Iglesia San Lucas de Chicago

La Iglesia de Cristo Unido San Lucas de Chicago, estado de Illinois, fue fundado en 1976 por 30 hombres y mujeres concientes de Cristo que se criaron en la comunidad puertorriqueña de Humboldt Park. Andaban en busca de remedios para los estragos de la pobreza y la deprivación que enfrentaban su comunidad. Hasta el día de hoy mantienen una serie de programas de apoyo incluyendo una gran cocina y comedor público para nutrir a los desamparados.

Con la convicción que el desarrollo cultural es de suma importancia no solo para la salud y bienestar sino también para la coherencia de la comunidad, La iglesia San Lucas emprendió una alianza con el Proyecto del Cuatro para comenzar en 2006 una serie de talleres de construcción de tiples a costo mínimo para todos los ciudadanos de su región--incluyendo en sus estudiantado a italo-americanos y hasta mejicano-americanos. Esta serie continúa anualmente, llevándose a cabo cada mes de junio hasta el año más reciente.

La serie anual comenzó en 1996, y se llevó a cabo dentro de la casa parroquial de la iglesia. El coordinador Carlos Flores dispuso un juego básico de herramientas y mesas de trabajo--y el maestro William Cumpiano dispuso los materiales--para 5 adultos y un niño.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el próximo año de 2007, las herramientas que se habían almacenadas en la iglesia se sacaron de nuevo para una nueva tanda del taller. Esta vez, sin embargo, el taller se trasladó en medio de el gran festival annual de la comunidad puertorriqueña llevada a cabo durante una semana en junio en el bello parque Humboldt. La División de Parques de Chicago dispuso una gran carpa de 19 metros de largo y con la ayuda de luces portátiles y un generador portátil de electricidad, en ella se llevó a cabo el taller de tiples abierto a la vista pública que asistía al festival. El intercambio entre los aprendices y los transeúntes del festival era fascinante.

Esta vez el estudiantado se compuso de un elenco más variado de edades, incluyendo hombres, mujeres, niños y adolescentes. Todos terminaron sus instrumentos al final del taller de 6 sesiones diarias de 6 horas, emergiendo inspirados y capacitados de la inusual y retante experiencia.

 

 

VEAN LOS VIDEOS DEL TALLER DE
 TIPLES DE CHICAGO DEL 2008


Primera parte


Segunda parte


Tercera parte

 

 

 

Taller de tiples de la Iglesia San Lucas,
Chicago 2006

Con excepciones notadas, todos las fotos por Carlos Flores, Puerto Rican Chicago



El primer taller de tiples de la Iglesia San Lucas de Chicago se llevó a cabo dentro del salón de actividades de la iglesia.


El taller consistio de 5 adultos y un niño, el niño siendo el hijo de uno de los asistentes.


Un estudiante del taller de 2006 raspa la esquina de la caja armónica de su tiple.
 


Taller de tiples de la Iglesia San Lucas,
Chicago 2007


En 2007 el taller se mudó al gran Parque Humboldt-ubicada en los alrededores de la comunidad puertorriqueña en Chicago--dentro de una gran carpa de 60 pies (19 metros) de largo.


La carpa abría al gran anual Festival Puertorriqueño, y durante cuatro días durante el día y noche todos los visitantes al festival podían observar a los estudiantes mientras construían sus tiples.


El maestro Cumpiano explica a la clase el juego de materiales--consistiendo de bloques de madera y accesorios--que se le repartía a cada uno de los estudiantes al comienzo del taller


Uno de los asistentes era un jóven retado por el autismo, que concluyó el curso exitosamente con su propio tiple.
 


El maestro Cumpiano ayuda a un estudiante a adherir la tapa a su tiple, un proceso complejo requiriendo la atención de dos personas.
 


Taller de tiples de la Iglesia San Lucas,
Chicago 2008


Taller de tiples de la Iglesia San Lucas,
Chicago 2011

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Remembering/Remembering Yomo Toro


Remembering/Recordando Yomo Toro


Videoimagen de Lori Couret para el Proyecto del Cuatro, tomado durante filmación del video NUESTRO CUATRO Vol.2

 

Memories of Yomo from Chicago
by Carlos Flores
Chicago coordinator of the
Puerto Rican Cuatro Project


     On Saturday, June 30th, 2012, Yomo Toro (Victor Guillermo Toro Vega Rodriguez Acosta) passed away. Yomo was a legendary virtuoso string-instrument player, who for decades entertained audiences throughout the world playing the  cuatro, the "national instrument" of Puerto Rico. He played the role of a true ambassador by introducing the traditional Jíbaro music of Puerto Rico to audiences throughout the world. For over five decades he also contributed to the development of the great Afro-Cuban/ Afro-Latin music movement in New York City and around the world.
     Every time Yomo took the stage his performances astonished old and new fans, and they truly admired his playing. His fan base in the Midwest Region always supported his presence, a  fan base extending through Chicago, Illinois, Milwaukee, Wisconsin, Indiana, Ohio, Minnesota, etc.

I first caught my first glimpse of Yomo when he performed with the Fania All-Stars, in the Summer of 1973, at the Chicago’s International Amphitheater, no longer standing. I became an instant fan.
     In 1998, I collaborated with the Puerto Rican Cuatro Project among others, to present the First Puerto Rican Cuatro Conference/Festival in Chicago. The festival/conference was held at Roberto Clemente Academy on November 8, 1998. Yomo was the main headliner, along with Edwin & Bill Colon Zayas, Alvin Medina, Chicago’s Puerto Rican Cuatro Orchestra,  and others. Yomo’s performance (along with his jokes) was truly amazing, and it contributed to the creation of an annual Puerto Rican Cuatro Festival in Chicago. This festival continues to be held every November in Chicago.

My most vivid memory of Yomo took place in the year 2001 when we began planning the Third Puerto Rican Cuatro Festival in Chicago (the festival was not held in 1999). On February 4, 2001, the legendary Cuatro virtuoso, Tomas Rivera Morales (a.k.a. “Maso Rivera”) passed away. Organizers of the event decided to dedicate the festival to Maso, and given the great relationship between Maso & Yomo, it was only appropriate to invite Yomo to perform at this special event. The festival was schedule to be held on Friday, November 9th, 2001, at the Chicago Field Museum of Natural History.
     A preliminary agreement had been established with Yomo to participate in the event, and the program also included Prodigio Claudio, the Chicago Puerto Rican Cuatro Orchestra, and troubadour Jose “El Pollo de Naranjito” Ortiz. We began to advertise the event, and tickets began to sell. However, several weeks before the actual event we received word from Yomo that he had a scheduling conflict, and could not perform at the event. He had made a commitment to perform with Larry Harlow and the Latin Legends, on the same date and the same time of the Cuatro Festival event. The interesting thing about the Larry Harlow performance was that it was to be held in Chicago. We immediately replace Yomo with Edwin Colon Zayas. I know that Yomo was disappointed with the cancellation of his presentation, especially when his late friend (Maso Rivera) was being honored.
     At the event we had reproduced a large image banner (photograph) of Maso Rivera, and placed it above the stage. It was magical because it seemed and felt as if Maso was present. As the master of ceremony of the festival, I announced to the audience that unfortunately Yomo had over-booked himself, and will not be performing at tonight’s event. Many people were disappointed, but the show went on as schedule with some great performances by the invited artist.
     In memory of Maso Rivera, we presented a short video clip of an interview conducted by the Puerto Rican Cuatro Project in Maso’s home in Puerto Rico. That interview segment can be viewed in the DVD produced by the Puerto Rican Cuatro Project, entitled, “Nuestro Cuatro, Volume 2, Un Concierto Historico” ). The DVD also includes interviews with Yomo Toro, Nieves Quintero, Tuto Feliciano, Roque Navarro, and other cuatro greats.
     An incredible moment occurs in the video when Maso at the end of the interview waves good-bye and sends a message to Yomo: “Me le dan recuerdos a mi hermano Yomo” [Send my regards to my brother Yomo].
     I had finished presenting Edwin Colon Zayas (Yomo’s replacement at the festival), and I decided to take a breather outside of the museum, and all of a sudden I see Yomo himse, with his Cuatro case in his hand being accompanied by a young man who drove him to the museum: I was totally blown away! My instincts were that Yomo felt bad about canceling his presentation, and he was going to do whatever it took to say “PRESENTE”.
     As I lead Yomo to the performer’s waiting area, he wanted to take a peek at the audience, so I took him to the side of the stage while Edwin Colon Zayas was performing. All of a sudden Yomo decides to walk on stage with his coat and hat on, carrying his Cuatro case, during Edwin’s performance. The audience went wild, and Yomo made us all look like organizing geniuses. The audience truly felt that Yomo’s presence was all planned.
     For the last event performance we brought out Yomo, and sat him in a chair, right below Maso’s banner. To Yomo’s right was Prodigio Claudio, and to his left was Edwin Colon Zayas, and an incredible Cuatro performance summit took place. As I watched the performance I could not help noticing the symbolism that was taking place on stage: Maso Rivera looking down on Yomo sitting down on the throne as King of the Cuatro, along with the members of the Royal Cuatro Family standing alongside. It was truly an incredible moment!

The other incredible moment of the evening took place in the performer’s rest area, when Yomo was shown the video clip of Maso’s interview [ed. which he had missed]. When Yomo heard Maso’s personal message, he could not hold his emotion and began to weep. At that moment we all felt the love that was shared by these two enormous icons.

Yomo, thank you for the great memories, and you did a marvelous job entertaining countless generations of individuals who learned to appreciate you and the music you shared with them. May your soul and spirit rest in peace!

Carlos Flores
Puerto Rican Chicago

 

Yomo at the First Chicago Puerto Rican Cuatro Festival, Chicago, Illinois (November 8, 1998)

 

 

 

 

 

Yomo with the Fania All-Stars, Chicago, Illinois (August 1973)
(© Carlos Flores Photographs 2012)

 

 

 

The First Annual Puerto Rican Cuatro Festival held in Chicago's Roberto Clemente Academy, Chicago, Illinois November 8, 1998) Yomi Matos backs Yomo on segundo cuatro; Pucho Matos on electric bass, Roberto Rivera on guiro and Ruben Figueroa on segunda guitarra.
(© Carlos Flores Photographs 2012)

 

 

 

 

 

 

 

 

Yomo's second Chicago Cuatro Festival appearance:
Yomo performing at the Third Annual Puerto Rican Cuatro Festival, alongside Prodigio Claudio & Edwin Colon Zayas, with Ruben Figueroa and Pucho Matos backing them, in Chicago's Field Museum, Chicago, Illinois (November 9, 2001) (© Carlos Flores Photographs 2012)

 

 

 

 

 

 

 

Yomo weeps after seeing the video clip of Maso Rivera sending him his regards. Maso had passed away in February. Guitarist Ruben Figueroa and cuatrista Prodigio Claudio console him.
Chicago, Illinois (November 9, 2001). (© Carlos Flores Photographs 2012)

 

Línea cronologica: vida de Ladí

Línea Cronológica
de la vida y carrera del Maestro Ladí

Ladislao Martinez con Neri Orta, circa 1946

 

1898 - Nace de agricultores humildes junio 27 en el barrio Espinosa de Vega Alta. Su primer maestro Joaquin Rivera Gandía y Carlos Soriano.

1921 - Se muda con su hermano a San Juan, donde conoce a Patricio "Toribio" Rijos y juntos forman en grupo musical "Trio Ladí".

1922 - Con motivo de la inauguración de la primera estación de radio en Puerto Rico, WKAQ, Ladí toca el cuatro en un programa titulado Industrias Nativas. Era la primera vez que el pueblo puertorriqueño puede oir un cuatro en la radio.

1927 - Llega a conocer y se une con Felipe "Don Felo" Rosario Goyco y Claudio Ferrer. Los tres llaman su grupo Aurora. Leocadio Vizcarrondo también se destaca con ellos.

1934 - El grupo Aurora toca en dos programas, Jibaros de la Radio y Industrias Nativas. Cambian el nombre de su grupo a Conjunto Industrias Nativas, con el cantante Jesus "Chuíto de Bayamon" Sánchez Erazo y Juan Cotto como primera guitarra

1936 - se une al grupo el cantante de 13 años Tito Rodriguez y Leocadio Vizcarrondo. La agrupación estaba entonces compuesto por Ladí don Felo, Moncho Dávila y Toribio . A los fines de los 30, el grupo cambia su nombre a Conjunto Típico Ladí con Polo Ocasio en segunda guitarra, y Sarrail Archilla reemplaza a Juan Cotto en primera guitarra. Acompañan a varios cantantes, incluyendo Jesús Sánchez Erazo (Chuíto el de Bayamon), Jesus Ríos Robles (Chuíto el de Cayey), Felix Castrillón y Ramito.

1945 - Ladí se traslada a Nueva York, continuando con su grupo Conjunto Típico Ladi, pero con Neri Orta como su primer cuatrista. Pascual Meléndez toma su puesto en Puerto Rico como segundo cuatro en el grupo Industrias Nativas, con Iluminado Dávila como primer cuatro. En Nueva York, Ladí graba más de 150 canciones en los sellos Victor, Vergne y Sol de Borínquen. También aparece en el programa La Voz Hispana del Aire en Nueva York.

1965 - Regresa a Puerto Rico, luego de vivir en Nueva York por 16 años. Contínua destacándose con el grupo Conjunto Típico Ladí, con Sarrail Archilla y Polo Ocasio.

1979 - Muere en San Juan febrero 1.

 

 

 

Neri Orta: otra entrevista

 
Neri Orta en Nueva York, circa 1996                                                                           foto por Juan Sotomayor


Entrevista con Neri Orta hecha por Juan Sotomayor en 1996

Transcrita por William Cumpiano


El nombre mío es Felipe Neri Orta.
De almanaque, como llamamos. Pero todo el mundo me dice Neri. Yo soy de Adjuntas, Puerto Rico. Nací un 26 de Mayo del 1920. Mi papa se llamó Juan Pastor Orta, y mi mamá, Antonia Vera. Vera de Adjuntas, porque hay Veras en Lares también, Veras en Jayuya, y Veras en Isabela. Pero de acuerdo con lo que me decía mi abuelo, pues todos los Veras eran una sola familia. Por ahí hay muchos Veras: Aguadilla, San Sebastián, Moca, Isabela. Mi abuelo me decía que eran todos de la misma sepa. Nosotros somos seis hermanos. La menor es mi hermana María, el que le sigue es Juan José, el otro Julio Efraín, pero está muerto, murió hace como cinco años. Yo soy el cuarto, entonces el quinto: Fermín. Y el sexto Simón, ya fallecido también. <Mi esposa es> Dolores Vásquez, ahora de Orta, ¿vez? Mis hijos, están José, Félix y Evelyn.

       Que yo sepa nadie en mi familia tocó cuatro, ni ninguna clase de instrumento, que yo sepa. Yo tenía como doce años <cuando empecé>. Yo me acuerdo que cuando yo estaba en la escuela en el año '34, pues me llevaron a una función a San Juan, y toqué en el Ateneo, en la YMCA, en el Casino de Puerto Rico, en el Teatro Tapia. Yo tenía catorce años, estaba en la escuela. Porque siempre tuve afición al cuatro, desde muy pequeño. El cuatro que yo empecé a tocar tenía ocho cuerdas, o sea cuatro cuerdas dobles, pero al poco tiempo empecé a tocar el de diez cuerdas, que ya lo había en esa época. Eso era para el año '34. No sé quién fue que originó el cuatro de diez cuerdas. Yo sé que alguien renovó <el cuatro de ocho cuerdas> y le puso dos cuerdas mas, o sea una cuerda mas doble. Le pusieron la quinta <no la prima>. El que lo hizo, se le puede dar crédito, porque el cuatro está más amplio, tiene mas expansión para tocar. Ahora mi amigo Tito Báez está haciendo una innovación del cuatro también, de doce cuerdas: ahora son seis dobles. Él me lo tiene para mí.

El cuatro de ocho cuerdas yo lo afinaba Sol, Re, La, y la otra era Mi, pero entonces en la cuarta cuerda alteraba cuando se decía octava con la segunda. Se alteraba la cuarta cuerda, <se bajaba> para que hiciera unísono octava con la segunda.
       No se quien <hizo mi primer cuatro de ocho cuerdas>. Lo compré hecho. En aquella época no había buenos artesanos por la vecindad. Alguien llevó un cuatro de esos a casa, y yo se lo compré. No fui yo el que lo compré, fue mi familia, porque yo no tenía los chavos. El cuatro era lo que se llamaba entonces el cuatro cuadrado. Eran cuadrado arriba, no eran redondos como ahora. No sé como pasó <cuando cambiaron a diez cuerdas>, porque el que yo vi de diez cuerdas tenía mas o menos la forma que tienen ahora.
       En esa época, yo vi la gente tocando el cuatro por allí por la vecindad que yo vivía, y me gustó el cuatro. Me gustó el cuatro siempre. En la escuela en esa época, mi maestro era Mister Lebrón, el principal de escuela, y el tocaba cuatro. El nos daba mucha inspiración. Sabía que a mi me gustaba el cuatro. El pues, nos ayudaba, nos daba ánimo para seguir tocando. Hasta el extremo que en esa época nos llevaron a San Juan a tocar. Yo tocaba el cuatro pero no lo tocaba bien. Tenía facilidad para hacerlo, pero las piezas no las tocaba bien. Ahora, cuando llegué aquí a New York, conocí el Maestro Ladí por allá por el año '51, que vino aquí. Entonces Ladí pues me vio tocar, y sabía que tenía facilidad. [Yo] no tocaba las cosas bien, pero como tenía facilidad, el hizo una amistad bien bonita conmigo y me ayudó mucho a aprenderme las cosas bien. Estuve envuelto con Ladí un tiempo, y le agradezco mucho al maestro Ladí. Hasta el extremo que grabamos como siete elepés. Grabé también con cantores de décimas también, con el Jíbaro de Adjuntas, con Ramito, con Chuíto el de Bayamón, acompañándolo si. Yo tocaba primer cuatro.
         El cuatro ha tenido un auge grandísimo en Puerto Rico. En la época mía, pues, el primero que me inspiró fue Ladí. Después veía Pascual Meléndez tocando, Roque Navarro es de mi pueblo, y en verdad es un buen cuatrista, y yo lo admiro mucho a él tocando. No se como estará ahora tocando, si estará activo o no. Roque Navarro es un de las lumbreras del cuatro en Puerto Rico. Tuvo una época bonita desde el año '50, yo diría hasta el '80 en Puerto Rico, fue muy conocido en toda la isla tocando el cuatro. Una vez vino aquí a New York con un show y yo toqué con él, pero acompañándolo en la guitarra en el teatro.
Yo aprendí el cuatro por mí solo. Claro está que después, al tiempo conocí a Ladí, él fue el que me dio los conocimientos del cuatro, y como tocar las cosas bien. Yo aprendí solo, y por oído, no por libro o nada. Ahora sí, estudio el libro y estoy tratando de aprender la música también. Pero en aquella época fui yo solo, oyendo las cosas, las ponía en la mente, después la tocaba en el cuatro.
        Si por ejemplo ahora mismo yo estoy una semana sin tocar el cuatro, la facilidad se pierde, la destreza. Pero si uno lo practica diariamente... a pesar que también los años hacen que un pierda destreza, pero lo importante es tocar el instrumento.
Estuve un tiempo enseñando muchachos a tocar el cuatro en la Casa de la Herencia Hispana, hace como dos o tres años, en el '89, el '90, aquí en New York. Ahora mismo tenemos un grupo que de vez en cuando ensayamos. Muchos de ellos trabajan y no se puede tocar y ensayar todo el tiempo, pero si nos reunimos una vez a la semana, ensayamos algo. Hay que estar al día con las cosas por si se presenta algo.
       Yo practico el cuatro solo. Me siento y empiezo a tocar, a encordar las piezas para que no se me olviden. Siempre las toco solo. Nosotros, da la casualidad que aquí en New York hay unas personas que nos llaman para tocar las fiestas en el museo, en el parque, en distintas universidades también. Tocamos en Central Park, usted estaba allí. Había una agrupación de Puerto Rico, por cierto unos muchachos que tocan muy bien, que son de Peñuelas, la agrupación Cuerdas de Borinquen. Ellos estaban con nosotros, y cerramos el show todos tocando juntos. Creo que vamos a Puerto Rico a tocar. No puedo confirmarlo, a decirte que si vamos, porque nadie sabe que puede pasar de aquí a enero. Pero hay un proyecto de ir a tocar a Puerto Rico.
        El primer cuatro que traje aquí a New York, me lo regaló mi hermano, que lo hizo el. Luego Roque Navarro me mandó uno de Puerto Rico, me lo regaló. El mío lo regalé para un amigo. Entonces mas tarde Ángel Mantilla de Arecibo me hizo un cuatro y me lo regaló también. El señor Luis Velásquez, un señor que es barbero en el barrio, hizo un cuatro y me lo regaló. Mi hermano me mandó un pedazo de madera de Puerto Rico, se lo di a Tito Báez, entonces Tito me hizo un cuatro a mi. Una madera de algarrobo, esta muy bonito el cuatro, muy bueno.
        En Puerto Rico hay muchos artesanos, no hay que hablar. Pero he descubierto que Tito Báez no tiene nada que envidiarle a los demás artesanos en Puerto Rico. Fabrica el cuatro bien, le da una afinación legal, que cualquier músico al tocar el instrumento sabe que el cuatro está bien afinado, bien alineado también. Puede que hayan mejores en Puerto Rico, pero comparando, yo creo que Tito lo hace tan bien como los que haya en Puerto Rico. Y vive aquí en New York. Tito y yo tenemos una amistad muy bonita. El también fue compañero de nosotros tocando, porque el toca bien el cuatro y la guitarra. Cuando Ladí se fue a Puerto Rico, entonces yo me quedé con el conjunto acá y tocaba Cheo Rivera la guitarra, el mismo que tocaba en el conjunto con Ladí. Pero el Cheo, al meterse a la religión, pues tocábamos con Tito Báez.
        Yo dejo al cuatro a la discreción del artesano. Porque el hace cinco o seis cuatros y voy allí y veo uno y si me gusta ese... compro el que me gusta. No le pido que me haga el cuatro de esta forma... el cuatro tiene que ser del mismo artesano. Haz del cuatro como él quiere que se haga. Yo no le voy a exigir a un artesano que me haga un cuatro de esta forma o la otra. Lo más importante del cuatro es el sonido primero. Y luego que sea bien suave para manipularlo. La belleza del cuatro también, que sea bien bonito. Pero más importante es el sonido y la alineación del instrumento.
       El cuatro es mi amigo. Con ese yo canto, lloro... <ríe> es mi amigo. El cuatro es amigo mío. Si, acompaña a uno por tanto tiempo, y uno se pasa ratos bonitos con el cuatro. El cuatro es parte de mi vida, diría yo.
      En tiempos pasados había cuatros buenos, pero el artesano no los alineaba... cada día los artesanos van escudriñando más y más y más, hasta perfeccionar el cuatro. En aquella época un artesano hacía diez cuatros, quizás dos le quedaban buenos y ocho no. Ahora están tratando que si hacen diez, por lo menos nueve sean buenos. Y van buscando la forma de que el cuatro quede cada día mejor.
      El primer cuatro que yo oí en grabaciones lo toco Heriberto Torres de Yauco, y el cuatro era de cuatro cuerdas, y no tiene el sonido que tiene el cuatro ahora. Yo diría que el cuatro no tiene nada que envidiar a ningún otro instrumento en el mundo. Yo he ido a festivales musicales de folclore de cada país, y sus instrumentos. Yo he visto el cuatro venezolano, el cuatro mejicano, el charango, el laúd de Irak, la balalaica, la otra de India, y ninguna tiene el sonido que tiene el cuatro.
Ojalá se hiciera mundial, que se conociera en el mundo entero. Porque el cuatro es para mí, comparado con todos los instrumentos que yo vi de distintos países, el cuatro es el mejor. El sonido es mejor. Pero comparado con todos los instrumento que yo ví en esos festivales... nosotros fuimos a un festival en Seattle, Washington, que habían grupos de casi todos los países. Como uno que hicieron aquí en el Flushing Meadows también hace como cuatro años atrás. Había instrumentos de todos los países: orientales, de Europa, de todos lados, de Rusia... y ninguno, el sonido no era como el del cuatro puertorriqueño.
Casi siempre, la amplificación para los cuatros, como el cuatro es tan solamente puertorriqueño, tendrían que los fabricantes del cuatro ponerse de acuerdo con los fabricantes de la electrónica, para que hicieran un equipo como la hicieron para la guitarra. La guitarra, en cualquier país del mundo lo amplifican y suena bien. Porque está hecha de fabrica así. Pero el cuatro puertorriqueño hay que adaptarle algo, y el pickup que se le adapta casi siempre no tiene mucha potencia. Yo diría que tienen que hacer algo por modificar el sistema de amplificación del cuatro. Yo uso uno que está pegado de la tapa.
      Casi siempre la madera especial para la tapa es Yagrumo. Eso es tradición del cuatro puertorriqueño. Ahora el cuatro en si puede estar hecho de guaraguao que es una de las maderas que se usaban en aquella época en Puerto Rico. Jaguey era otro. Laurel, roble, ahora los hacen de Capá. Ese que yo tengo hecho por Mantilla es de Capá. Y suena bien, pero yo digo que la fabricación es la que... cualquier madera sería buena, después de que esté bien seca.
     En verdad no hay otro país del mundo que tenga este instrumento. Esto vino de Puerto Rico. Así que si el cuatro se hiciera universal, Puerto Rico tendría que estar orgulloso, porque es un instrumento que es de Puerto Rico. Eso fue originado en Puerto Rico, ningún otro país lo tiene. El cuatro venezolano, el cuatro mejicano no es como el cuatro puertorriqueño, mas nunca, mas nunca. El cuatro puertorriqueño es distinto a todos esos otros instrumentos.
       En una fiesta, si no hay el cuatro puertorriqueño, pues la fiesta sabe mejor si hay cuatro. El cuatro de Puerto Rico. Sabe mejor. Una orquesta, si tiene un cuatro como que se ve mejor. Esas grandes orquestas que hay ahora, si en vez de tener un tres, como lo hacían antes, o una guitarra, pues tuvieran el cuatro, la orquesta como que se vería mejor, con un cuatro tocando en la orquesta.
(continúa arriba y a la derecha)
(conclusión de la otra columna)
Lo que pasa es que nosotros vinimos a este país y si va a tocar para vivir, pues tiene que olvidarse de la tradición puertorriqueña y a empezar a tocar la música, hacer como diríamos nosotros, una guerra de esas, para tocar para que la gente baile. Pero conservar la tradición, no muchos lo han hecho. Nosotros aquí en los Estados Unidos hemos tratado de conservar nuestra tradición, tocar la música de Puerto Rico. Y tratamos de hacerlo todo lo mejor posible. A pesar de que yo se que hay muchos músicos... y sin embargo en Puerto Rico yo me estoy fijando, muchos de esos músicos están perdiendo la tradición del cuatro. Están ya tocando otra cosa, tocando el jazz, tocando esto,.... mientras que nosotros acá tratamos de conservar nuestra cultura. Y allá en Puerto Rico muchos la conservarán, pero hay muchos otros que quieren tocar otras cosas, a pesar que el cuatro está hecho para tocar todas esas cosas también... pero no sin perder la tradición puertorriqueña.
Yo admiro <la gente que toca jazz en el cuatro>. Porque después que toque las cosas bien... los que yo digo es: conservar la tradición. No, por ejemplo, si yo soy un cuatrista, olvidarme de la música por tocar una música que no es de nuestro país. El instrumento se hizo... si tocan clásico, mejor todavía, pero que siempre tocan la... porque yo diría que el cuatro va a la par con la tradición puertorriqueña. El instrumento es puertorriqueño. Ya así vemos la guitarra: la guitarra es universal. Entonces los músicos lo tocan clásico, muchos lo tocan flamenca, muchos lo tocan jazz. El instrumento es universal. Pero el cuatro es puertorriqueño. Si algún músico quiere tocarlo, no hay que hablar. Pero que no se olvide de la tradición de nosotros.
Yo diría que <el interés en el cuatro > aumenta. Hay veces que nosotros vamos a tocar en un sitio, en que hay grandes orquestas tocando, y grupos, sin embargo cuando oyen el grupo de nosotros, todo el mundo se siente tan bien. Eso quiere decir que la música nuestra y especialmente el cuatro... donde quiera que yo voy, la gente quiere oírme tocar. Yo no sé porque razón es. La música tradicional puertorriqueña es la mas que le gusta a mi público. Hasta los que no son puertorriqueños le gusta la música tradicional puertorriqueña.
Se emociona uno tocando el cuatro. El cuatro es símbolo de la cultura de Puerto Rico. El güiro no, el güiro lo tocan en <muchos> países. Unos lo tienen de metal, otros vegetal... pero el cuatro va a la par con nuestra cultura puertorriqueña.
En el campo, en esa época era difícil aprender a tocar el cuatro. Ahora los muchachos que empiezan a tocar ahora tienen muchas formas de... si tienen un oído bien privilegiado, entonces se les hace fácil. Tienen video, está el casete, está la radio. Pero en la época en que yo me crié no había radio, ni había nada en ese campo en que yo vivía. Tenía que ir al pueblo y poner un disco en la vellonera dos o tres veces para que se me quedara en la mente, para ir a casa y tocarlo en el cuatro.
Cada <músico> se identifica con algo que ha hecho en el cuatro. Yo no he visto a nadie tocar como Yomo Toro. La forma en que el toca, eso es original de el. Maso Rivera, dicen que tiene su propio estilo, pero yo oí muchas cosas que sacó del Gran Panchón de Ciales, y veo que Maso ha hecho muchas cosas de las que hizo Panchón. Entonces Nieves Quintero tiene su propio estilo también, y muchos quieren tocar lo que toca Nieves. Yo diría que Nieves Quintero, en la época de nosotros surgió un astro del cuatro, porque las cosas que él hizo en el cuatro todo el mundo la admiraba. Él grabó muchas cosas, especialmente música jíbara de Puerto Rico, los modificó, pero bien. Dondequiera que esté le deseo una suerte porque Nieves es un gran músico.
Yo no conocía cuatristas <cuando yo era joven>. El único que yo conocí era Roque en mi pueblo. Entonces había otro en Utuado que se llamaba Pinín Maldonado, pero lo vine a conocer cuando después que estoy en Estados Unidos. Era buen músico de cuatro. Entonces había otro señor de por allá que era de Ángeles, ese lo conocí personal en el año '40 allá en Adjuntas, se llamaba Confesor Huarbe. Y tocaba con Roque en Adjuntas. En aquella época yo no tocaba casi. Y yo lo que hacía es que los miraba tocar. Tocaban bien, digo, en la época aquella... después de la amistad de Confesor, siguió conmigo, y después que yo estaba acá, yo iba a Puerto Rico y lo iba a visitar, él vive en Trujillo Alto.
<Mirando fotos> Aquí esta Cheo Rivera, el guitarrista de nosotros. Lo recuerdo con mucho cariño, nos tratamos muy bien. El otro al lado que está aquí es Ito Rivera. Tocaba el güiro y tocaba timbales también. Entonces por aquí está el espejo de yo mirarme: el maestro Ladí. Y este que está aquí, Nicasio Martínez, y que también ha fallecido. Él tocaba el güiro, maracas, y cantaba. Esta es la agrupación de nosotros en aquellos días. Yo estoy aquí. Ese cuatro lo hizo Roque Navarro... ese fue el que me regaló Roque por ahí por el año '51, '52... me lo mandó a los Estados Unidos.<El cuatro de Ladí> es el cuatrito que tienen en el Instituto de Cultura, ese es el cuatro reliquia de Ladí. Ese cuatro me dijo que lo hicieron para el año 1920... que sé yo. Era de diez cuerdas pero con clavijas de madera. Entonces cuando vinieron los clavijeros mecánico los cambió. Lo hizo un señor de Vega Alta. Yo conocí el hijo... yo no sé como se llamaba el hijo, no me recuerdo... una vez estábamos en una fiesta en casa de un compadre mío, que por cierto era amigo de Ladí. Ladí estaba tocando y allí conocí el hijo de él que le hizo ese cuatro. De Vega Alta.
<Esta fotografía> tiene que ser de por allá por el '55, '56. Aquí en Nueva York. El Conjunto Ladí. Este retrato se lo dedico a Roque. Nosotros éramos originales, cuatro, nosotros cuatro. Pero entonces cuando íbamos a tocar baile, teníamos a éste que tocara la batería, a Ito. Pero durante presentaciones y eso éramos nosotros cuatro. Como decía yo, pues Ladí en Puerto Rico tenía a Archilla, a Don Felo y a Toribio. Pero entonces tenía que buscar dos personas por que cantara. Entonces vino aquí, me conoció a mí, a Cheo y a Nicasio, y como nosotros cantamos, los tres, pues hacíamos el trabajo igual que allá en Puerto Rico.
El maestro Ladí primeramente era una bella persona. Una persona que podría estar en una sala y sin tocar el cuatro la sala parecía bien vestida con el nada mas sentado hablando. Era una persona que era bien humorista, siempre estaba con una sonrisa bonita en los labios. Nunca lo vi enojado. Yo diría que lo mas bello que he conocido como músico era Ladí. Con Ladí yo aprendí muchas cosas. De los demás músicos yo nunca aprendí nada. Ladí, cuando me conoció a mi, venía a casa todos los sábados. Porque yo lo conocí aquí en New York, no en Puerto Rico. Él tenía su agrupación en Puerto Rico y hizo su historia en Puerto Rico.
Yo me acuerdo en el tiempo de la guerra, con Chuíto el de Bayamón, estaba en el programa Seguiremos Informando. Pero cuando el vino aquí, que yo lo conocí, eso fue amor a primera vista. Ladí y yo afinamos fácilmente el primer día que nos vimos. Tenían un homenaje en un sitio que llamaban El Batey, aquí en la tercera avenida, y ahí estaban to's esos músicos de la época: Claudio Sacher <?> y el curita Lalo Martínez, Pepe Rodríguez, Freddy Rodríguez, Charlo Montes... todos esos grandes músicos estaban ahí. Y yo creo que el menos que tocaba era yo. Y yo con un amigo mío que lo llamaban Maimí. Y Maimí y yo, pues, hacíamos guerra aquí ya en clubes y esas cosas. Pero el numerito que sabíamos, tocamos un par de numeritos para dedicárselos a Ladí en el homenaje. Entonces esa noche Ladí hizo la amistad conmigo. Le di mi dirección y el sábado siguiente estaba en casa. Entonces me dijo a mí, "Neri, vamos a ver si te aprendes ésta danzita, y si te la aprendes, trato de enseñarte más." Y aquel día, en vez de enseñarme una, me enseñó dos. Una danza de él, que se llamaba La Jibarita, y otra, me parece, de Ríos Cevalles, La Graciosita.Eran difíciles pa' tocar, yo no las había oído nunca. Entonces vino el sábado siguiente y me dijo, "¿qué, te acuerdas de la danza?" y yo me recordé. Y le gustó la forma porque la memorizaba bien. Y con él viniendo a casa, ahí empezamos a ensayar, y entonces ya al poco tiempo pues ya hacía compromisos musicales y me llevaba a mí.
En eso ahí ya conocí a Cheo y a Nicasio, y hicimos la agrupación. Y a donde quiera íbamos a tocar. Hasta que vino el momento de grabar. Vinieron las grabaciones. Ahí otra cosa fue... hicimos la primer grabación. A los pocos días me dicen, vimos Chuíto de Puerto Rico y fuimos a grabar con Chuíto seis números populares, con la casa Ledger <?> Chuíto grabó música popular. Bolero, y música de Don Felo, música de Imel Santiago. Eso lo hicimos como para Agosto del '64, parece que fue. Entonces viene Ladí y me dice, "Neri, me dice la Ledger que quiere terminar el disco de Chuíto con música jíbara." Yo dije, "pues entonces tenemos que ensayar con Chuíto." Y él dijo, "no, no, no. Pa' que las cantes tú." Entonces hicimos cuatro números jíbaros. Uno lo canto Nicasio y tres números lo canté yo. Y terminamos el Long Playing en aquellos días. Chuíto cantando la música popular <ríe> y nosotros cantamos la música jíbara. Yo recuerdo una vez que Ladí nos invitó a una fiesta y llegamos en casa de Ladí. Para entonces, cada vez que yo iba en casa de Ladí, enseguida ví el estuche de Ladí, cogí el cuatro y empezaba a tocar. Y que pasa: a la hora de salir yo el cuatro no lo metí en el estuche. Lo dejé encima de la cama de Ladí. Y nos fuimos. Y cuando llegamos a la fiesta, cuando Ladí allá abre el estuche no estaba el cuatro de él. Y dice <gritando> ¡AY DIOS, QUE HA PASAO AQUI! <ríe> Entonces para ese tiempo teníamos un amigo que también era buen amigo de Ladí, y todavía vive el muchacho, vive en Caguas ahora, Paquito Marrero, dice, "no se apure, Ladí, que yo voy a la casa y se lo busco." Y fue a buscar el cuatro. <ríe>
Le doy las gracias por venir hasta aquí y espero que todo lo que tenga empezado salga bien... y de todas maneras, pues, las personas que un día puedan leer éste libro que piensan ustedes hacer, pues que sepan que a pesar que vine de Puerto Rico hace cuarenta y seis años, a New York, pero siempre conservo la misma costumbres de Puerto Rico, y que se yo: La música del cuatro la llevo en el alma y cuando veo un cuatrista lo admiro. Le doy a César lo que es de César. Yo sé que yo toqué el cuatro con Ladí, y que por tocar con Ladí mucha gente me admira. Pero hay que aceptar que son muchos los músicos del cuatro tocando que yo les deseo todo lo mejor del mundo, porque en verdad eso quiere decir que el cuatro cada día va mas adelante. En vez de ir para abajo, va para arriba. Y les deseo a todos esos muchachos mucha suerte. Muchos de ellos son amigos míos.

Hay veces que yo voy a Puerto Rico en navidades, y por allá por el mes de enero hacen un festival allá en el Barrio Piña, en casa de Toño Rivera, que es el director de Mapeyé, y ahí se reúnen todos esos fenómenos. Y me alegra decir que yo allí en esas fiestas no veo ninguno de los músicos viejos de Puerto Rico. Yo no veo Archilla, no veo a Pepe Rodríguez, no veo a Roque Navarro, ni veo a Maso Rivera, ni veo a Nieves Quintero. El único viejo que va allí, y es porque soy amigo de Mapeyé, y ellos me aceptan muy bien, soy yo. Y Juan González, que es mi compañero aquí por muchos años, pues también va a esa fiesta porque da la casualidad que hemos una amistad muy bonita con to's esos muchachos. Cuando digo los muchachos, digo Modesto Nieves, Toño Rivera, Heri López, Colón Zayas, Mike Camarero, Arnaldo Martínez, que son muchos, muy buenos músicos allá en Puerto Rico. Y uno se divierte viendo to's esos muchachos tocando. Porque en verdad tocan bien, y después son buenos muchachos. Muchachos muy humildes, que se ganan el cariño de cualquiera. Yo les deseo a todos ellos todo lo mejor. Porque están haciendo del cuatro una cosa muy grande. Yo no creí que el cuatro llegara a ser lo que es ahora. Porque por lo menos el cuatro anteriormente era para tocar danzas, mazurcas, y algunas cositas así, algunas plenitas... pero ahora están tocando todo. Y los admiro a todos, les deseo mucha salud y que sigan adelante, que yo como dije una vez en Barranquitas, que estaban todos ellos: "ya yo voy como Gardel cuesta abajo." Y entonces ellos van como Muñoz Marín, jalda arriba. Y todavía pueden llegar mas arriba todavía. Y yo les deseo toda, toda la suerte a todos los muchachos, que Dios le dé mucha salud.

   
   
   

 

Décima: Los motines de Chicago

Los Motines de Chicago de 1966

Décima escrita y cantanda por Simón Gómez
conmemorando la rebelión de boricuas atropellados
por las autoridades en la ciudad de Chicago en junio del 1966

 
Foto tomada y descartada por el Chicago Sun-Times en 6/12/66, recobrado gracias a Mike Medina

Oiganlo AQUÍ y sigan la letra abajo
(Tarda un poco en bajar)

Los Motines de Chicago
conmemorando Junio 1966
Décima de Simón Gómez
Letra y grabación suplida al Proyecto del Cuatro
por Carlos Flores


Foto de la colección de Puerto Rican Chicago de Carlos Flores

Llevan su nombre a la historia
Los Boricuas en Chicago
Sin estar organizados
Demandan justicia y gloria
Despertando sus memorias
Aquellos pasados días
Que el Boricua no sabía
Y sus derechos eran negados
Por eso se rebelaron
Contra de la policía.

Todo parecía en silencio
Aquel domingo callado
Cuando un error policiaco
A todo esto dió comienzo
Y sin perdida de tiempo
Y la colonia comprendía
Que allí justicia no había
Y que fueron maltratados
Y por eso se rebelaron
Contra de la policía
(Alllá en la calle Division
Contra de la policía.)

Explicación no ha tenido
La policia del distrito
Cuando aquel pobre niñito
Por el perro fue mordido
Y el publico enfurecido
Se colmó de rebeldía
La justicia no debía
Tan brutal haber actuado
Y por eso se rebelaron
Contra de la policía
(Alla en el Humboldt Park
Contra de la policía.)

La ley siguó el incidente
Disparando más balazos
Dándole macanazos
A culpables e inocentes
Las multitudes presentes
Se encolerá enfurecido
Y el incidente crecía
Con fuerza de los dos lados
Y por eso se rebelaron
Contra de la policía.

Se siguió la confusión
Ya todo estaba alterado
Peleaban de los dos lados
Cual una revolución
Sin llegar a conclusión
El pleito duró dos días
La colonia comprendía
Que los habían maltratado
Y por eso se rebelaron
(Escucha Boricua)
Contra de la policía.

Defendiendo sus derechos
Forman su organización
Y de esta demostración
Sacaron un gran provecho
El jíbaro esta despierto
Ya ha nacido un nuevo día
El Boricua no tenía
Derechos en este estado
Y por eso se rebelaron
Contra de la policía.

Voy a dar por terminado
Esta humilde versación
En donde de corazón
Canto una historia pasada
Cual nunca será olvidada
En la comunidad mía
Porque tal vez algún día
En la historia será grabada
Por lo que se rebelaron
Contra de la policía
(Por lo que se rebelaron
Contra de la policía).

 

 

 

Pepe Rodriguez

Pepe Rodríguez

Extraordinario compositor en la vena tradicional; extraordinario maestro del instrumento nacional


Foto cortesía Pepe Rodríguez

La siguiente autobiografía de Pepe Rodriguez nos llega por cortesía de su discípulo, Frank Santos
"A la edad de 14 años hice un cuatro puertorriqueño y en él aprendí las primeras notas musicales. Como a los quince años de edad, hice una guitarra y en ella aprendí unos cuantos acordes. Dos años más tarde ya estaba acompañando a mi hermano, Baltasar Rodríguez. Él era un músico profesional. Mientras practicaba en la guitarra, también lo hacia en el cuatro".

"A la edad de 18 años mi hermano y yo nos unimos e hicimos un grupo con dos cuatros a dúo. El nombre del grupo musical era “Los Hermanos Rodríguez”. Luego, a los 25 años de edad, viajé a Nueva York. A los dos meses de haber llegado hice una grabación de ocho números con los cantantes Pompo, Chago Alvarado, Claudio Ferrer y otros. En esa grabación Claudio Ferrer me oyó tocar e inmediatamente me dijo, "vamos a hacer un trío". El trío se llamo “Claudio Ferrer y su Trío”. Hicimos debut en los teatros “Triboro” de la 125 en Manhattan, el Teatro Hispano y el Teatro Puerto Rico de la 138 en el Bronx."

"Acompañé y grabé con Ladislao Martinez, el gran “Maestro Ladi”. Participé en un trío con Sarrail Archilla y Polo Ocasio. El nombre del trío era “Los Auténticos”. Acompañe mucho a mi amigo Archilla."

Grabé muchos discos con Carmen Delia Dippini, Tony Pizarro, Corozo, Vitin Pérez, Rafita Martínez y otros. También grabé muchos discos con Ramito, al cual acompañe a muchos teatros. Luego me fui a tocar para los hoteles americanos con Pepito Arvelo.

En el 1958 ingrese a la orquesto de Xavier Cugat como guitarrista. Como integrante de la orquesta de Xavier Cugat me presenté en el show de televisión de Ed Sullivan.

En el año 1968 regresé a Puerto Rico para ser miembro del sexteto “La Playa” (La Playa Sextet) dirigido por Paul Alicea. Más tarde ingresé a la orquesta de Jorge Valle.

Toqué con muchos grupos americanos y brasileños y he compuesto muchísimas composiciones para el cuatro.

Ahora estoy retirado en la ciudad de Orlando, pero siempre sueño con las cuerdas porque: ¡La música es vida!"

   

Oigan varias piezas compuestas por
Pepe Rodriguez
, tocadas por el compositor en una grabación privada (transferidas de audiocinta)
Notas de Frank Santos

music39.gif (1520 bytes) Viernes Social

music39.gif (1520 bytes)  Raquel
"[Posiblemente] fue la nieta de don Pepe"

music39.gif (1520 bytes)  Vals de la Novia
"Una inspiración que tuvo mientras tocaba en una boda"

music39.gif (1520 bytes)  Laura Rosa
"Laura Rosa es la hija de don Pepe"

music39.gif (1520 bytes)  Ivonne
"Ivonne es una nieta de don Pepe"

music39.gif (1520 bytes)  La Durita
"Se llama así porque es difícil de tocar"

music39.gif (1520 bytes)  Carmela
"La madre de don Pepe"

music39.gif (1520 bytes)  Influencia Española
"Escrita en honor a España"

Composiciones de Pepe Rodriguez ejecutados con otros musicos notables:

music39.gif (1520 bytes) Cuatrista Sarrail Archilla y guitarrista Polo Ocasio tocan la masurca de Pepe Rodriguez, titulado Carmela

music39.gif (1520 bytes) Luego Sarriel y Polo tocan el joropo de Pepe Rodriguez titulado Marumba a Morovis.

music39.gif (1520 bytes) Arturito Avilés toca cuatro con su hermano Manuel en la guitarra en la danza de Pepe Rodriguez titulada Fiesta Boricua
 

Especial para el Proyecto del Cuatro: 
Composiciones de Pepe Rodríguez tocadas para el Proyecto del Cuatro por Juan "Kacho" Montalvo y Ray Vázquez:

music39.gif (1520 bytes) Una interpretación del vals de Pepe Rodriguez titulada Alegría, Kacho en guitarra y Ray Vázquez en cuatro

music39.gif (1520 bytes) Kacho y Ray ahora nos interpretan la bellisima pieza de Pepe Rodríguez titulada Carmela

Oigan más grabaciones de Pepe Rodriguez más abajo!


Tres gigantes de nuestra música: Pepe Rodriguez, Ramito, Ladislao Martínez en el Teatro Puerto Rico, 1954
                                                                                                                  
Foto colección Pepe Rodriguez

Sarrail Archilla, Pepe Rodríguez y su hermano Baltazar Rodriguez circa 1953


Pepe Rodríguez con Los Auténticos: a su derecha Arturito Avilés en cuatro; a su izquierda, Manuel Avilés en guitarra.                                                                                                      Foto colección Pepe Rodríguez

music39.gif (1520 bytes) Oigan a Los Autenticos tocando las composiciones de Pepe Rodríguez Carmela y Lisette.

 

 

 

   

Pepe Rodriguez sobre el escenario. Abajo, durante el mismo evento: Izquierda a derecha, Francisco López Cruz, guitarra; Jaime Peña, guitarra; Pepe Rodríguez, cuatro; Juan Peña, cuatro; Juan Santana, cuatro.

   
(Izquierda) Sarrail Archilla, Polo Ocasio y Pepe durante los 60s, (Derecha) Pepe alrededor del 2000 con el jóven fenómeno del cuatro Cristian Nieves.

 

Neri Orta

Neri Orta

Legendario cuatrista de estilo, gracia y maestría inigualable

 
(Izquierda) Neri Orta respaldado por el Maestro Ladí, circa 1946. (Derecha) Neri Orta en 2002.

 

 Vean nuestro vídeo de Neri Orta al pie de esta página.
  

Oigan a Neri Orta tocando y cantando con el Conjunto Típico Ladí en el tema, Ser Boricua es un Honor

Oigan a Neri Orta tocando y cantando con el Conjunto Típico Ladí en el tema, Salutaciones


Entrevista con Neri Orta, (c. 2002)

Juan Sotomayor, entrevistador
Transcrito por Claudia Echevarría y William Cumpiano

 

Mi nombre el Felipe Neri Orta Pérez Vera. Nací en el mes del retoño – en mayo por cierto. Cumplo 78 años. Vivo una vida bonita.
Me gustó el cuatro desde niño y en la escuela tocaba…recuerdo yo, que en el 1934 el principal de la escuela tenía un conjuntico y me llevaron a San Juan porque yo pertenecía a Futuros Agricultores de América, en aquella época y me llevaron a San Juan a tocar y tuvimos una semana en San Juan. Regresamos, pero no me dediqué al cuatro. Nunca lo tocaba por ahí, así de ves en cuando, primeramente porque los viejos no me dejaban salir a parrandear tampoco. Seguí creciendo y creciendo, y en 1942 yo me alisté en las fuerzas armadas de los Estados Unidos.
En el 1942 ingrese a la armada de los Estados Unidos, por allá por el año 43, nos mandaron a Trinidad porque había un servicio especial de policía militar, preguntaron quien sabía tocar un instrumento para hacer un grupo y yo dije que sabía un poquito guitarra—porque el cuatro no lo había allí, y me dieron una guitarra y a otro le dieron dos trompetas, a otro le dieron otra guitarra mas, pero yo cogí la guitarra y la puse como un tres, y pa’ encima. Nos dieron dos guitarras porque había otro muchacho de Juncos, y dos trompetas y batería y habían dos muchachos que cantaban. Y hicimos un conjuntico, con dos trompetas, y dos guitarras. Pero yo la guitarra mía la puse como un tres. Pero no la tocaba bien, pero allá en Trinidad se oía bien, porque no había otro que la tocara.
Pues así estuvimos un año en Trinidad. Regresé a Puerto Rico, y en PR nos mandaron para Estados Unidos, para luego mandarnos al Pacifico yo recuerdo que fuimos hasta Filipinas allí no toque, salí del ejercito en 1946 , y yo tenia una guitarra y tocaba la guitarra, mi hermano me había echo un cuatro ese cuatro todavía alguien lo tiene aquí en PR . Y me hermano me dijo mira te hice este cuatro echo para cuanto tu regresaras y yo pues’ seguí con el entusiasmo con el cuatro otra vez y que pasa en 1946 cuando yo salí del ejercito en Enero y en Julio me vine para los Estados Unidos. Me traje la guitarra. No traje el cuatro, y yo, pues, tocaba la guitarra por allí y hacia guerra allí…barata, ¿ves? Pero no tocaba en grupo ni nada. Voy a Puerto Rico. Entonces me traigo el cuatro y empecé a tocar con todos mis amigos que conocí en esa época.
Y por allá en 1951 llega Ladí a Puerto Rico. Yo estaba tocando en el Media Luna -- eso es un cabaret que había allá en la 156 --y una noche llegó Sarrail Archilla -  que en paz descanse. Allí fue que conocí a Archilla, porque yo no lo conocía tampoco. El próximo sábado fue él, pero con Mengol.  Mengol fue uno también de los grandes de la música aquí en Estados Unidos. Hay un historial grande de él. Yo lo tengo en casa, el historial de [José Díaz Armengol] Mengol.
Entonces para allá el año 51, llega Ladí a Puerto Rico y tenia un programa con La Voz Hispana del Aire. Ahí cantaba Chuíto el de Cayey y tocaba Ladi, Archilla y Mengol. Todavía yo no conozco a Ladí – y yo con esa hambre de conocerlo. Me llama Mengol y me dice: “Neri, en casa de don Rivera Palma, hay una fiesta que le tienen a Ladi, y yo quiero que tu vengas para que conozca a Ladi”. Fui con Maimí - otro gran músico - voy con Maimí a la fiesta y me presentaron a Ladi, y yo los oí tocar. Aquello me estuvo bien lindo, porque yo nunca había visto en persona dos cuatro a dúo tocar y ver como ese señor lo hacia. Los músicos - digan lo que quieran decir - pero el mejor dúo de cuatro era el que hacia Ladí , y yo oía aquello y todo le quedaba tan lindo, ¡caray! Y al mismo tiempo, le di un abrazo a Ladí y le dije, Ladi, casi llorando, le dije, “Ladi, yo vivo en Adjuntas, mi pueblo. [Lo oía] en ese programa, Industrias Nativas. Y yo decía, “cuándo yo conoceré a Ladi”? Y sin embargo llego el día de conocerlo aquí en casa de este señor Rivera Palma. Él me abrazó y parece que afinamos en amistad, entiende? Él todavía no sabe que yo toco. Pero en eso viene la hora de comer y llamaron a…la casa tiene una mesa, que no es muy grande, y llamaron a los que estaban primero: Ladi, Archilla, Mengol y otro señor. Entonces comieron cuatro en la mesa. Y yo sé que Mengol llamó a Ladi, y me dijo a mí, “Neri, en lo que nosotros comemos, tócate algo allí con Maimí”. Entonces Ladí dijo, “el muchachito toca”? “Si toca un poquito”. Nosotros tocamos allí cosas que no estaban bien tocadas, pero, este…cosas que no estaban bien tocadas…si, porque hay grupos diferentes que tocan mucho pero no bien tocadas; y hay otros que tocan poco pero tocan bien entiende? Y Ladí quizás no le gusto la pieza que yo toque, que estaba mal tocada. Pero la facilidad le gusto. La cuestión es que hicimos amistad en ese mismo día. Yo le dije, “mire, Ladi: yo voy hacer todo lo posible para que usted vaya a mi casa y esté un ratito conmigo”. Y me dijo, “cuando usted quiera, mijo”! Era muy noble Ladí. Hicimos cita y llegó a casa llego con Mengol y Archilla. En casa yo tenia dos o tres amigos que tocaban. No era mucho, pero para que lo vieran a él.
Y pasamos un rato divino en casa. Se despidieron. En eso como dos o tres sábados después, le tenían un homenaje en un sito en el Bronx que le decían El Batey. Al maestro Ladí. Allí estaban todos los cocolocos que tocaban mucho en esa época: allí estaba Claudio Ferrer, Pepe Rodríguez, Chavo Montes, este, Neftali Piñero, todos los que tocaban mucho en esa época…Lalo el curita. Y yo fui allí con Maimí. Entonces yo no lleve cuatro ni nada y Maimí me dice, “llega a tocar algo aquí”. Y yo le dije, “yo no traje el cuatro, toquemos la guitarra - lo que sea, hacer música en la guitarra así - alboroto bonito, entiende”?
Me aplaudieron – qué se yo. Seguí con la amistad de Ladí. Pero todavía no estábamos juntos. Pero a él le gusto ir a casa. Y un día fue con el cuatro y como yo tenia el mío, me dijo, “Neri, te voy a enseñar una danza, porque yo creo que tu no la sabes, si, Conversación de Morel Campos”. Y yo le dije, “vamos a ver”. Me la enseñó y yo me la aprendí pronto, ¿entiende? Después que yo tenia el cuatro mío se me hacia fácil para yo aprendérmela y después que yo me la sabía me acompañó con la guitarra. El sabía tocar guitarra bien. Me acompañó bien y me dice, “ya que estamos en ese tono, para no cambiar de tono, te voy a enseñar otra. Esta es de Ríos Sauvalle. Se llama La Graciosita. Y yo le dije, “está bien”. Ya después de practicar, me la aprendí. Y el sábado siguiente llegó a casa y me dice, “perdona que venga tanto a tu casa, pero es que me gustó estar en tu casa, y contigo” me dijo, y le dije “Ladi, venga aquí todos los días si es posible”. “Bueno yo vine a ver si te habías aprendido la nueva danza que yo te enseñé el otro día”. Cogió la guitarra y yo se la toque y si la otra [pieza] también se la toque, y eso le gustó a él, porque tan poco tiempo que tuve las dos, en aquellos tiempos, para mí eran difíciles, ¿entiende? En aquellos días, eran difíciles. Y eso le gustó a Ladí y empezamos a ensayar y aprenderme números con él.
Hasta el extremo, porque Ladí vino aquí para esa época y grabó…el primero que grabó cuatro cuatros fue Ladi: en disco Víctor estaba Ladi, Archilla, Pepe, y Baltazar, y Mengol en la guitarra. En esa época, era por sección. Dos secciones con la Víctor y dos con la Seeco. Pero lo más que me gusto a mi fue con Ladi, que siguió viniendo a casa a ensayar conmigo. Y entonces en esa época, conoció a Cheo Rivera.
Entonces se olvido de Archilla, de Pepe, de todos ellos, e hizo el grupito con nosotros, Cheo Rivera, y Nicasio Martínez. Ese murió también, que cantaba. Seguimos tocando, tocando en New Jersey, Pennsylvania, aquí y allá. Fuimos a tocar a Washington D.C y con el conjunto en el Instituto de Cultura de Puerto Rico. Yo ya pertenecía al conjunto de Ladí. Claro esta, que yo ya para esa época trabajaba con el gobierno federal en el correo, yo nunca me dedique a esto a tocar el cuatro. Yo, fue que me gusto al conocer a Ladi, porque con él fue que yo aprendí lo poquito que sé ahora - por lo menos medir las cosas, porque yo, yo no pensaba tocar el cuatro para que la gente me conociera.
Pero que pasa - por allá en el 1960, grabamos y para mí eso fue la gloria más grande, a pesar de que yo había grabado mas antes al jíbaro de Yauco, por allá para el año 58: dos un disco que hizo él cantando música jíbaro. Eso fue lo primero que yo grabé. Pero cuando yo grabé con Ladi, eso, me sentí, ay, dije ¡Virgen Santa, cuando la gente sepa que tu grabaste con Ladi!
Hicimos ese LP por allá a los 60. Sonó mucho y preparamos otro. Yo sé que grabamos seis discos LP con Ladí y yo y los demás muchachos. Ladi, lo que más le gustó era con nosotros, porque lo que más tenia él en Puerto Rico, tenia a don Felo que en paz descanse, Archilla, y a Tolibio. Pero necesitaba dos para cantar: Isabel y Leocadio, los que fueran. Aquí en Nueva York hizo el grupo con nosotros Nicasio cantaba, Cheo cantaba y yo también: entre los cuatro, tocábamos todos los sábados yo no podía hacer contrato de mas días porque yo trabajaba.
Pero me sentí muy feliz en conocer a Ladí porque no fue tan solo musicalmente, sino lo afinado, sino de amistad, nos quisimos como dos hermanos. Igual que Cheo y Nicasio, como dos hermanos. Y este señor, como dijo el año pasado Mengol, eso fue uno de las glorias grandes. Melgol grabó con nosotros y con Ladí.
Así es que allí esta el editorial. Porque yo, para decirle, yo no he vivido de la música, yo trabaje con el gobierno federal y me retiré ya hace 14 años. Si estoy preto y me invitas a su casa, voy. Si hay una trulla, voy ¿entiende?
Ladí murió en 1980. Después de que murió Ladi, entonces hicimos el grupo nosotros que yo me quede con Juan González, porque Juan González vino aquí en 1960 y yo se lo presente a Ladí y el también grabó con nosotros un par de LP, a tres cuatros. Ladi, Juan González y yo.
Cuando Ladí se va a Puerto Rico, pasó otra cosa muy bonita. Cuando Ladí se fue para Chicago - porque Ladí se fue para Chicago - la familia que vivía con él se fue para Chicago y él se fue. Entonces don Juan, Nicasio, Cheo y yo teníamos como 20 números al ensayar y fuimos a Maisonet [?] de discos Alegre, digo discos Mariluz, para ver si los grababa. Y dijo, “yo no te puedo grabar a ti porque tu no tienes nombre. Tu haz tocado con Ladi, si tu usas el nombre de Ladi…” Le dije, no, yo no lo puedo usar, y dijo, “pues vamos a llamar a Ladí a Chicago”. Y como el sabía el numero de Ladi, llamamos a Chicago. Y Ladí respondió. Y yo le dije, “Ladi, nosotros queremos grabar unos números que tenemos preparados aquí, pero el señor de la grabación dice que si yo no uso el nombre suyo, no podemos grabar”. Y entonces dijo, “ponlo aquí al teléfono”. Y Ladí hablo con Maisonet que era el dueño de los discos Mariluz y le dijo Ladí a Marilú, Nery puede usar el nombre mío todo el tiempo que quiera y allí gravamos ese LP, que pasa? Ese LP se oyó muchísimo en Puerto Rico, porque estaba bien expresadito estaba bien bonito. Entonces’ el maestro Maiso Naves mando buscar a buscar a Ladí porque Ladí ya estaba en Puerto Rico. Hicimos dos LP más con Ladí. Cuando me ve, me dice, “Neri, fíjate como son las cosas. Si yo no te doy el permiso para que tu hicieras, me hubiera perdido yo grabar dos LP”. Y nos agradeció muchísimo. Es que nos queríamos mucho. Cuando las personas se quieren, es lo mas lindo que hay. La música, mientras están juntos y no pelean, hacen toda las maravillas del mundo. Mientras están uno paca el otro pa’ ya, ya ves que el grupo tiene que buscar otro nuevo, ensayar de nuevo. Se va aquel, ensayar con aquel, las cosas no marchan bien. Pero después que se traten con respeto y se quieran mucho­ - y si son músicos, lo poquito que saben, se oye bien. ¿Entiende?
Ladí murió en 1980 en Puerto Rico - que por cierto, ahora que yo fui a Puerto Rico, se cumplía los 100 años del natalicio de Ladí. Me invitaron a San Lorenzo a una fiesta que había allí un homenaje, que había para Ladi, pero yo no lo sabia. Me dice el señor de la casa, me dijo, mire Neri usted es el faro de esta fiesta, porque son cien años que cumple Ladi, de haber nacido, y nosotros queremos hacerle un homenaje a Ladí. Y usted es el hombre autorizado para tocar la música de Ladí. Tuve la suerte que llego allá Raymond Vázquez, un chamaquito joven que nació aquí en Estados Unidos, pero es una filigrana tocando cuatro. Se conoce la música de Ladi, de don Felo, de Morel Campo, de todo el mundo, y llego allí y nos la lucimos tocando música de todo el mundo.
En el disco ese que hicimos … toca la guitarra Cheo Rivera y Ángel Manuel Rivera en ese disco toca la guitarra con nosotros. Luego, mas tarde…hay veces que a uno se le olvida las cosas…empezamos a tocar [auspiciado por] la ciudad de Nueva York. Tocamos en el conjunto Melodía Tropical, que hasta el Instituto de Cultura nos llevó a Puerto Rico a tocar. Esa fue la experiencia mas bella que yo he tenido, musicalmente hablando… fuimos por el Instituto de Cultura a enseñarle a Puerto Rico que no importaba los años que nosotros vivíamos aquí en Nueva York, todavía conservamos la cultura puertorriqueña.
Y fuimos a tocar allá la música de Puerto Rico, y aquí esta Ángel Manuel. Entonces mi pueblo se aprovechó para hacerme un homenaje, a mí - que yo entonces hasta lloré, porque aquello fue bello, ¿sabe? Fue una cosa..yo no había experimentado una emoción tan grande, en aquellos días…una cosa tan bella. Tocamos en Ponce, tocamos en Aguadilla, tocamos en Peñuelas, tocamos en Humacao, tocamos en San Juan en el Instituto de Cultura, en la Escuela de Música, en la Plaza de San Juan… y fue una experiencia muy, muy bonita. ¡Ojala se repitiese otra vez!
 
QUE IMPRESION TUVO DE LADI COMO PERSONA?
Bueno, como persona, es lo mas bello que yo he conocido…no solo yo lo digo, porque los que tocaron con el antes que yo, lo dicen igual, con Ladí. Con otros músicos, yo ni he aprendido nada. Porque yo no soy aquel, que voy y digo, “enséñame algo, lo uno y lo otro”. No. Porque Ladí fue el que el quiso enseñarme a mi las cosas, ¿entiende? Se sentaba con esa calma, y él lo que quería era que me aprendiera el numero bien, para después coger el cuatro y hacer el dúo, ¿entiende? Lo hacia con ese amor, que nadie mas lo hace.
Tengo la suerte de conocer casi todos esos músicos grandes de Puerto Rico. También conocí a Yomo Toro: era un muchachito flaco, así, chiquitito, que caminaba y parecía un muñequito de esos, que hay que darle cuerda, ¿entiende? Nieves Quintero, que lo admiro mucho también. Ellos dos tocaban y quien se metía… yo no podía entrar y tocar. “Lo que es del Cesar es del Cesar”. Y toman mucho. Y también vivan de la música. Yo no yo estaba acostumbrado a tocar el cuatro los sábados. Yo lo guardaba y quizás no lo tocaba hasta un mes ¿entiende? Después grabaron a cuanto jíbaro vino aquí, cuanto músico cantante vino aquí. Nieves Quintero y Yomo Toro grababan noche y día. Yo no se dónde han puesto los chavos, porque ganaron mucho, ¿sabe? Tienen que tener los chavos guardados en algún lado. Esa gente estaba metidos en el estudio de grabación casi toda la semana. También tuve la oportunidad de gravar con Nieves y con el también grabé acompañando a Ramito ¿entiende?
Todas esas cosas. Y estamos bien. No nos visitamos, pero nos llevamos bien. Nos respetamos. Yo siento una alegría grande al verlos, igual que a Maso Rivera.
 
QUE IMPRESION TUVO USTED DE LADI COMO MUSICO?
Ladi, musicalmente hablando, era muy inteligente ¿sabes? Quizás no fue que el tenia destrezas, que puede tener otros músicos que hay ahora. Pero Ladí conocía mucho, ¿entiende? Y se le decía el maestro Ladí. Y yo creo que lo era. En esa época… me imagino yo a Ladí cuando tenía 20 años, ¿cómo seria ese señor? Porque la canción Aurora la compuso cuando tenia 14 años, me dijo a mi. Y era la mazurca que tocaba el mundo entero. Ahora, imagínese como era ese señor, y mas en esa época que no había la facilidad, porque estos muchachos de ahora tienen mucha facilidad. Porque hay escuelas para aprender a tocar cuatro. Tienen grabadoras, tienen vídeo, tienen cuanto Dios creó. Nosotros no teníamos más que venir al pueblo a poner un vellón a la vellonera dos o tres veces, y lo que le quede a uno en la cabeza, y ir a la casa a coger el cuatro a tocar. Porque yo vivía en el campo, ¿sabes? Si los muchachos de ahora, si no aprenden, a pesar que yo digo que también para eso hay que nacer entiende’ porque hay muchos muchachitos ahora en la escuela aprendiendo a tocar el cuatro, y son músicos metálicos, el músico como nosotros vamos a una escalera enganchamos la pata como un perro y empezamos a tocar el cuatro, esos muchachitos sino tienen el papel al frente no pueden tocar tienen que ir tocando y otro aguantándole el papel, ¿entiende?
Por un lado aquel que viene con esa visión de tocar, porque eso es una visión que llega, claro esta, cuando ya sabe el instrumento y se mete a aprenderlo y tocarlo con música, se le hace mas fácil, pero poner a estudiar a un muchacho sin saber una nota y lo que es un cuatro, muchas veces…no, no, yo creo que tiene que haber algo que le impide tocarlo, porque yo conozco muchachos que estudian y estudian y aprenden algo y después lo dejan y no quieren tocar. En cambio hay otros que no saben música ni nada y quieren tocar todos los días. ¿Entiende?
 
QUIENES COMPONIAN LOS VARIOS GRUPOS DE LADI EN PUERTO RICO?
Que yo sepa, él me dijo tener el conjunto aurora, antes de conocer el conjunto de Industrias Nativas. Con Industrias Nativas era con don Felo, Archilla, Toribio en el güiro. Entonces tenia cantantes, que podían ser Isabelo o Leocadio. podía ser Tito Rodríguez, que grabó la danza Ausencia con el conjunto de Ladí.
 
AQUI EN NUEVA YORK, QUIENES TOCABAN CON LADI?
Cuando el vino a Nueva York, él hizo el grupo acá, pero se encontró con Archilla. Archilla ya llevaba años acá y Archilla pertenecía al conjunto de Celso Vega—porque Archilla tocaba el bajo— se le había olvidado tocar el cuatro. Ladí llegó y volvió a desenfundar el cuatro y se unió con Ladí. Hicieron un programa en la radio. Ahí cantaba Chuito el de el Cayey, y tocaba Archilla y Mengol y Toñito Ferrer el güiro, ¿entiende? Entonces allí se asociaron con Martín y Pepe Rodríguez que está en Orlando, Florida (ahora). Y el hermano Baltazar ya había fallecido. Entonces Ladí quiso hacer una cosa que nadie lo había hecho: cuatro cuatros. Archilla primero, Baltazar el segundo, Pepe el tercero y Ladí el falsete. Una cosa bien linda, bien bella.
Allá en Puerto Rico, Cristóbal Santiago hizo las grabaciones de la familia del cuatro. Tiene un cuatro soprano, alto un tenor y el bajo. Lo hizo él solo porque tienen un estudio así como este. Grabó uno, luego el otro. Lo que tu tuvo que conseguir fue un güirero, pero lo demás lo hizo él.
 
CUAL ERA LA NECESIDAD, LA IMPORTANCIA DE LA MUSICA TRADICIONAL PARA LOS PUERTORRIQUEÑOS EN NUEVA YORK?
Fíjese como son las cosas: si vamos a comparar las dos épocas, en esa época la música del cuatro y la música jíbara de Puerto Rico era el hit mas grande que había. Yo recuerdo que cuando vino aquí Ramito por primera vez la fila doblaba toda la calle allí en la 138. Eso fue ni Libertad Lamar que lo hizo, ¿entiende?, por ir a ver a Ramito a cantar. Y allí Ladí. Tocaba el cuatro con Claudio Ferrer en la guitarra. Iban al Palladium a tocar. Iban al [club] Cabosureño, ¿entiende? Yo todavía no podía estar en ese grupo. Yo lo que hacia, una guerra barata tocando el cuatro. Yo lo que aprendí fue por Ladi, porque ya sabia. Recuerdo que yo fui con Ladí a Washington D.C., pero ya sonaba bonito lo que yo hacia.
 
YA HACIA LOS AÑOS 40 Y 50, ¿DONDE IBAN LOS PUERTORRIQUEÑOS A OIR MUSICA PUERTORRIQUEÑA? ¿A QUIÉN IBAN A ESCUCHAR Y QUE MUSICA OIAN?
Lo que pasa en esa época, se oía en la radio, porque se grababa mucho. Ramito era uno que venía aquí a Estados Unidos y tenia un contrato con Ansonia, me parece, que hacía ocho secciones de números, 32 números hacía, cada vez que venía aquí. Yo creo que Ansonia todavía tiene algunos números de Ramito que todavía no ha tirado al mercado—nunca, porque todos los años grababa 32 números.
Que pasa—la música se oía en la radio y en las velloneras. Yo no se que ha pasado. De pronto, de porrazo, la civilización ha hecho algo en contra de la música nuestra, ¿entiende? Y los medios de comunicación—porque uno ponía la radio y se oía Ramito cantando, Moralito, Chuíto, Luisito, el Jíbaro de Yauco—¿entiende? el Jíbaro de Guayanillas, el Jíbaro de Adjuntas…había una parranda de jíbaros, ¿entiende? Se oía, y uno iba a las barras y allí estaban todos. Había música. Se oía en esa época. …Los Panchos…pero también estaba esa música. Ahora no! usted se mete a una barra y lo que hay es merengue, salsa. Y rap, y no hay mas na’.
Sin embargo en Puerto Rico se toca más la música jíbara ahora que antes. ¿Porque? Usted se va a esos campos y dondequiera hay un negocio y en un rincón usted ve un cuatro, una guitarra y un jibaro cantando. Digamos, yo voy a Puerto Rico y gozo mas en esos campos fuera de la casa. A mi que no me ponga música de la que hay en la casa para yo oírla. Pero ya en la radio y en la televisión no hay música. Tan solamente hay una estación en Puerto Rico que de vez en cuando…que es la estación [del Canal] 6, que tiene música puertorriqueña: nuestra música, cultura de nuestra costumbre, Desde Mi Pueblo, y representa algo así musical. De lo contrario, en las otras estaciones de Puerto Rico no hay nada. Yomo Toro no se oye tocando, Nieves Quintero no se oye tocando, ni Ladi, ni nadie se oye en la radio tocando. Ahora, yo me tiro para esos campos, me voy para la casa que tengo en Naranjito…
Yo fui a ver a Nieves Quintero, a un sitio por la avenida […] que queda en Ponce. Hay un sitio por allí por […] en Caguas, por arriba, por allí por el Cayey, que eso donde quiera hay una lechonera o hay un restaurante…ahí está la música o sino hay un trío también. Pero en la radio usted no oye la música de tríos. Ahora quieren levantar el bolero, que se yo, y le va a dar trabajo para poderlo hacer. Una música que se oyó tan bonita…nadie me diga a mi. El merengue es bueno, todo a su tiempo. Yo bailo merengue también, bailo salsa también. Pero no voy a estar toda una noche bailando merengue y salsa na’ mas. Y después como la tocan ahora, de 10 minutos: un viejo como yo caigo muerto.
 
¿CUÁLES ERAN LAS METAS MUSICALES DE LADI? ¿QUÉ QUERIA LOGRAR ÉL CON SU MUSICA ?
Ladi! Recuerdo que me dijo a mi, que cuando él llego a Nueva York Archilla le dijo:- Ladí yo creo que usted va tener que coger ese cuatro, meterlo en una funda y meterlo en el closet, porque aquí ese cuatro no funciona. Yo también tocaba el cuatro y tuve que dejarlo y ponerme a tocar bajo”. Entonces toco con Moneró, toco con Celso Vega, toco con Machito—tocando bajo.
Ladí  le dijo “ Yo lo siento, mijito, pero yo nací con este canto de palo y yo lo que quiero es que el cuatro puertorriqueño un día se oiga más de lo que lo estoy haciendo yo”.
Y yo creo que se esta logrando porque en Puerto Rico…y hay una parranda buena en Puerto Rico ¿entiende? Muchachitos jóvenes que se dedicaron de lleno al cuatro y impresionan. ¿entiende?
 
¿LADI TOCO SIEMPRE EL CUATRO DE 10 CUERDAS? ¿O TOCO EL DE 8 CUERDAS?
El tocó [solo] el de 10 cuerdas, que yo sepa.
 
CUANDO ÉL ESTUVO EN INDUSTRIAS NATIVAS, ¿USTED CREE QUE LA FORMA QUE TOCABA SU CUATRO FUE LO QUE IMPULSO EL INTERÉS GENERAL EN TOCAR EL CUATRO DE 10 CUERDAS? ¿QUÉ IMPACTO HIZO LOS DUOS DE LADI, ARCHILLA, RUBEN DÁVILA Y PASCUAL MELENDEZ?
Los primeros que tocaron a dúo fueron Ladí y Archilla. Ahora Pascual Meléndez tocaba muy bonito el cuatro, era tan bueno como Ladí tocando el cuatro. Igual que Archilla, tocaba muy bonito. Ellos se sabían la música, porque siempre andaban juntos allá. Pero después que Ladí se vino para acá, para los Estados Unidos, fue que Pascual cogió la rienda de Industrias Nativas con Don Felo y Iluminado Dávila, Pascual hacia el mismo trabajo que hacia Ladí. Tocaba bien bonito también, y componía bonito también. Después que don Felo murió [en 1954], entonces el conjunto Industrias Nativas quedo en el aire, a pesar que Polo podía hacerlo también, pero entonces Pascual cogió y Pablito Cartagena y Polo Ocasio hicieron las “3P”.  Tocaban bien.
 
USTED CREE ENTONCES, ELLOS TOCANDO EL CUATRO DE 10 CUERDAS, ¿HICIERON UN IMPACTO SOBRE OTROS CUATRISTAS?
Lo que pasa, esos cuatristas que tocaron cuatro de cuatro cuerdas, como Heriberto Torres, ellos se acostumbraron a tocar con 4 cuerdas y no sabían tocar con diez. Sin embargo, usted ve un retrato que hay por hay de un tal Joaquín El Zurdo. Ese señor era de los 1800s, nació antes que Ladi. Ladí me hablaba mucho de ese señor y tocaba un cuatro con clavijas de madera - pero tenia 10 cuerdas. En otras palabras, el cuatro antes de 1900, ya la habían puesto la otra cuerda—la 5ta cuerda ¿entiende? Claro está, que el que estaba acostumbrado en tocar con 4 cuerdas siguieron tocándolo con 4 cuerdas. ero entonces los demás…Ladí lo aprendió con cinco cuerdas [dobles].
 
USTED DIJO QUE OYÓ EL PROGRAMA DE INDUSTRIAS NATIVAS ANTES DE CONOCER A LADÍ. ¿ME PUEDE EXPLICAR CÓMO ERA EL PROGRAMA, A QUE HORA ERA?
Salía a la 1 de la tarde, después [del Cuarteto] Mayarí, … había otro programa Seguiremos Informando, con el conjunto de Ladí, cantando Chuito, que tocaban las noticias de la guerra ¿entiende? Pero yo estaba en el ejercito. Eso me lo contaban a mi después, porque yo no los oí, porque para el tiempo de la guerra el Conjunto Típico de Ladí, con Chuito cantando, [se llamaba] Seguiremos Informando. No sé que tiempo duro el programa.
 
¿CUÁNDO EMPEZÓ ESE PROGRAMA DE INDUSTRIAS NATIVAS? [ed.: 1934]
No sé porque, primeramente que en el campo no había radio, no había electricidad. Yo compré un radio de batería y por cierto funcionaba bien, porque en la parte que yo vivía no cogía bien, era de onda corta . Pero eso fue…no, Ladí empezó todo con Archilla como en 1935.
 
Y PARA LOS 60, ¿CÓMO ESTABA AQUÍ LA MUSICA DEL CUATRO? PORQUE EN PUERTO RICO LE DECIAN LA NUEVA OLA…
No, no, quien tocaba era Nieves Quintero. El menos que grababa era Ladi. Bueno Ladí grabo con muchos actores, yo recuerdo que Ladí y Mengol y Toñito Ferrer grabaron El Jibaro de Adjuntas ellos tres solos. ¡Y como se oyó eso de lindo!
 
EN LOS 50, CUANDO RAMITO EMPEZÓ A SALIR A HACER GRABACIONES, ¿USTED QUÉ CREE, QUE EN ESE TIEMPO HUBO INTERES EN LA MUSICA JIBARA?
Lo que pasa fue, el primer jibaro, yo creo, que vino a cantar aquí música jíbara fue Ramito, y todo el mundo lo admiró mucho. Hubo gente que dejaron lo que tenían que hacer por ir a ver cantar a Ramito. Ramito fue la estrella mas grande para esa época que ha salido de Puerto Rico, para mí. Ni Ladi, ni Claudio Ferrer, ni ninguna de esa gente llevó tanta gente al teatro como llevó Ramito. Chuíto también llevo mucha gente, igual que Germán Rosario, porque eran maestros de la trova.
Pero nadie lo hizo como Juan Morales Ramos—Ramito—donde quiera que ese señor fue a cantar izó bandera. Porque como él nadie cantó la décima de Puerto Rico. Es una pena que decidiera hacer con su vida lo que hizo, ¿verdad? Pero no sé porque lo hizo. Pero Ramito era como ir a uno de los libros grandes de Puerto Rico. Ramito era una estrella única, ¿entiende?
Entonces después el vino solo 2 o 3 años aquí primero. Pero eso lo acabaron. Luego los hermanos vinieron a cantar también. Dios que me perdone, pero no quiero hablar mal, pero como que los hermanos quisieron eclipsar a Ramito, en verdad. Ramito era que menos improvisaba entre ellos. Cuando venia un show, especialmente Moralito, era un genio improvisando entre ellos. Castigaba a Ramito en las improvisaciones. Mucha gente se lo criticaba. Pero como Ramito era el que tenia la fama, ellos vinieron aquí. Y Luisito cantaba igualito que Ramito, o canta, porque ese es el que está vivo. No sé, algo hizo, porque Ramito de allí para delante ya no era el mismo cosa, digo aquí en Nueva York.
           Yo voy hacer algo para recordar a Ladí. [Toca pieza en su cuatro. Óigalo en el vídeo abajo]
 
Éste es de Ladí, que tituló “Te Quiero Más Que Ayer”. Y yo le digo a Ladí, hoy lo quiero mas que ayer.
 
Lean una segunda entrevista del Proyecto del Cuatro con Neri Orta aquí

 

Fragmento del vídeo documental del Proyecto del Cuatro, "Nuestro Cuatro, Vol. 1

 

Music in 1904 "Porto Rico"

 

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  (

 


 

May 22, 1904
NATIVE PORTO RICANS

ARE

BORN MUSIC LOVERS

An Amiable Trait of Character that Needs No Americanization—

The Music of the Country

 

San Juan, Porto Rico, May 9.—

The Americanization of Porto Rico is a thing of years. There is much to be done before the majority of the people here, uneducated and simple as they are, can be made successful American citizens. But there is no doubt that these particular descendants of the Latins and Indians have some peculiar attributes which we in our zeal to reform should neither make over nor endeavor to better.

One of these is the inherent love and talent for music which one finds in every man, woman, and child on the island, no matter what their station or advantages.

This is just as purely a general trait as are many others perhaps less laudable. The music of Italian opera is as familiar to these people as it is to the graduate of a musical conservatory in the States, and more so in a great sense. The first lullaby a child hears is likely to be a stirring solo from "Trovatore" or snatches from a difficult Italian sextet. This is the class of music that the small boys whistle and the girls sing to their dolls. The mass of the people are unfamiliar with the music of the Anglo-Saxon nations, but know to a greater or less extent the lighter music and more recent operas from Spain and Italy.

At intervals Italian opera companies, usually direct from South America, have come to the elites of San Juan and Ponce and played for one or two weeks in both places. The last company which came comprised some fifty members. They played all the more familiar Italian operas and what they lacked in costumes and stage settings they made good in enthusiastic and appreciative interpretations and really excellent voices. The baritone in the company took the city of San Juan quite by storm, and Americans and Porto Ricans alike joined in his praises. The theatre here was filled to overflowing every night—that, too, at prices to equal those of similar occasion in the States. The gallery was filled with peons and people of the lower classes, many of whom had very likely had nothing more to eat that day than a piece of sugar cane and a bread crust.

 

Sold His Clothes to Get There.

One instance came to the writer's notice at this time which illustrates the enthusiasm and love for music in the merest hombre of the streets. Angel, the very black cousin of our housemaid, sells dulce for his mother. All day long he tramps up and down the glaring white streets and screams a shrill, musical monotone: "Dulce, yo vendo dulce!" and at night his mother takes all the money away from him; he gets his dish of rice, red pepper and beans and then he goes to bed.

Angel wished very much to hear some of the operas which were being sung in the theatre at the time. The necessary funds were not forthcoming and, to his consternation, Angel could not induce his mother to give him any money though he wept copiously and even flew into a terrific peon temper. Since he is honest, as he understands it, he did not keep any of the juice money, but carefully turned it in each night the result of each day's labor. But his busy little brain was at work, and after many plans had been formed and rejected as impracticable, he entered into negotiations with country fellow whom he met one day. It seems that the "gibaro,” after purchasing an appetizing cake, expressed himself as delighted with the particular colors in Angel's neckerchief, which he wore loosely knotted in a careless style. As every well-trained poor boy should Angel, his mind just then in a ferment over his undeserved woes and his longings for the unattainable, immediately offered to sell the neckerchief. A bargain could not be made that would bring the amount Angel desired.  So, after much bickering, much loud and angry talking and many arguments from a sympathetic group of listeners, Angel proceeded to sell all of his scanty wearing apparel, including his hat, to the country fellow, who gave in exchange his own clothes and some money.

This is a discreet place to end this story, since there were rumors of later difficulties which Angel had with his mother. However, it was quite worthwhile to know the story and to see Angel's shining, perspiring, but eager, rapt face, as he leaned over the gallery rail at "La Traviata" that night

The Porto Ricans have their own distinctive music. Of course, it is similar to the Spanish, but still the danza, as it is composed and played here, is quite distinct from any similar form of Spanish music. It is difficult to describe. It is written in two-four time, and Americans find it makes a good, slow two-step. But the rhythm is quite different. There is no comparison between this music and that of a lively ragtime two-step. In general, one measure is written with the first count to a triplet in the bass, and with two-eighth notes for the second; the second measure Is in even time—four-eighth notes—treble and bass together.

 

The "National Song."

Of this type is "La Borinqueña" which is the island's "national" song. The original words written for the song compare the island to a. beautiful Indian maiden. The song was written by Felix Astol, a Spaniard, but a Porto Rican by adoption, at the opening of a rebellion in Cuba many years ago. Some time later another verse was written, giving expression to Porto Rico's dislike and disapproval of Spain, and also sympathy for Cuba. The Spaniards here, at this, wrote their own words to the music, which, as may be imagined, were scarcely in praise of the Porto Ricans. A little later Spain suppressed the song altogether, and the singing of it was made a grave offense. Later, since the American occupation, the song has been arranged by B. Dueno Colon, and Mr. Fernandez-Juncos, a poet and writer, of Porto Rico, has written some patriotic words to it. These are the ones now sung in the schools.

The danza is always written in the minor, at least so much of it is that the effect of the whole is a very musical minor melody that will bear fifty times the repetition an ordinary popular song In the States will bear. Danza music is of a distinctly high order. That it is difficult any American will admit who has tried to play it. There is a certain swing and inimitable rhythm that is only to be gained by great familiarly with the music, and the advantage given in hearing it played by native Porto Ricans. To them it is as simple and as easy to understand, as are any of our most popular "coon" songs to us. But the stranger who can read and play a danza successfully, as it was meant to be played, is rare indeed.

The dance for which the music is written is most graceful, and especially adapted to such a warm climate, since at regular Intervals there is a " paseo," or short promenade, to interrupt the dancing.

Mostly the danzas are love songs, and those which have no words have such titles. Some of the prettiest ones are called "Tu y Yo," (Thou and I), "Mis Amores" (My Loves), "Margarita," "El Deseo" (The Wish). These are, with scarcely an exception, written by composers on this island.

 

Waltz and Two-step Popular.

Next to a danza, the most popular music here is a waltz. These are composed mostly for dances and are played very fast indeed, so that it is uncomfortable enough to keep step. The two-stop, by the way, has been taken up by the Porto Ricans and occupies much space in every dance programme.

To write of musicians and musical organizations throughout the island would take too long. The City of San Juan is rich in such talent. Every young woman takes music lessons. Her education is considered incomplete without a fair knowledge of piano music and perhaps some training in voice culture. Many of the most promising or more wealthy young women go abroad to finish their musical education, and the result is most gratifying to every one.

The members of the local bands are, of course, Porto Ricans, and all show the greatest enthusiasm for their occupation. The Insular Police Band is under the leadership of Señor Francisco Verrar and the Porto Rico Regiment Band is directed by Señor Luis R. Miranda. The regiment band plays on the Plaza every Sunday night and the Insular Police Band furnishes music to the promenaders in the same place on Wednesday nights. The Boys' Charity School has a band also, which is remarkable. It is made up of small boys ranging from twelve to fifteen years of age. They are drilled and directed by Juan Vinolo, and play with the skill and musical training of men.

The island possesses many wandering minstrels and troubadours--at least the modern representatives at these romantic figures. The present-day troubadour in Porto Rico lacks much that one holds in one's imagination for these same individuals of an olden time, but there is still something about him essentially the same.

The peons are fond of serenading or in gathering in groups, with a guitar for an accompaniment, some times in the small hours of the night, to sing, in their sad minor melodies, songs which are impossible to remember or to set down. This music, it is only fair to say, sounds much better a good distance off.

 

Minor Mood the Natural One.

During important fiestas here, such as Christmas and saints' days, large crowds of children will gather and sing for hours at a time, usually at night. Their voices rise and fall in simple Minor melodies. They sing the same song—half chant, half hymn—over and over again, and yet it does not grow tiresome. The minor key is perfectly natural to the peons. It is the form they use for all melody. The street vendors cry their goods in a minor sing-song. Often one hears the music of some well-known American patriotic song sung entirely through in a minor key. One case was that of some boys of sixteen, members of a large American school here. They sang "The Battle Hymn of the Republic" quite through, alto and soprano, with never a lapse from a perfect minor. It was certainly remarkable. Yet they were as thoroughly unconscious of singing it differently than they had been taught as they were that they had an invisible audience.

The peon cuts out of wood and fashions for himself a small musical instrument resembling a guitar. It is surprising what melody can be gotten from one of these crude guitars, used, as they are, for accompaniments. Beggars use these and they are also made and sold to tourists as souvenirs. There is an old half-witted man about the city, who, in lieu of a harp such as some ancestor may have possessed, wanders through the streets strumming with an old wire the bent cut tin in the bottom of an old tin box. He is a well-known figure and very popular with camera fiends. Needless to say, there is absolutely no music to be gained from his queer instrument.

Mention should be made of the "guichero." This is a long, hollow gourd. On one side two small holes are cut. The surface of the other side is cut or ribbed so that when a. piece of strong wire—often a piece from a parasol frame--is passed over it vigorously, the sound is unusually loud and far-reaching. This "guichero," or "scratcher," as the Americans call it, is always used in orchestra music and in all music of the streets. It is used to mark the steps in a dance and to accompany the music. It is even used in the bands when a danza is played, so essential is it considered to the music of the band. It can be heard above the music, of course, and often, at a distance, quite drowns the other instruments. In the country it is used alone for the dances. I believe it is typically Porto Rican and is undeniably an interesting part of Porto Rican music.

 

 

 

 

Construcción "cuatro flaco" 4

3: El artesano William Cumpiano construye
un "cuatro flaco" (conclusión)                                  
                                                                                  

Las clavijas se aplican a la parte trasera de la cabecera luego de pulirse el acabado. El dibujo del coquí es una calcomanía que se puso sobre la lámina de sobrepala antes de aplicar el acabado, asi que queda debajo del mismo. Los clavijeros son de manufactura alemana y son de excelente calidad. Aunque los clavijeros aplicados horizontalmente dentro de ranuras se ven con mayor frecuencia en los cuatros modernos (los cuatros antiguos usualmente usaban una cabecera sólida como ésta), muchos músicos prefieren esta configuración porque permite que las cuerdas se aten a los postes con mucha más facilidad.

El juego y la cejilla se han configurado minuciosamente y el instrumento se encuerda. Luego sigue una serie de ajustes cuidadosos para asegurar la mayor facilidad de digitación y la mayor precisión de la afinación.

 

 

 

 

 

El instrumento está listo para embarque.

El dueño del instrumento es Daniel Torres de Oakland, California.

Construcción "cuatro flaco" 3

3: El artesano William Cumpiano construye
un "cuatro flaco" (continuación)                                  
                                                                                          

La talla preliminar en la region del taco da por terminado los límites del diapasón y cerquillos.
Una rutiadora portátil corta las mortajas alrededor de la tapa para aceptar los filetes y los cerquillos.
Los filetes y cerquillos de adorno se encolan alrededor del borde, manteniéndose fijos con cinta adhesiva.
Los cerquillos luego se raspan hasta quedar a ras con las superficies de la tapa y del casco.
El diapasón de ébano se arquea levemente y se ranuran con una sierra radial con un disco calibrado para crear las ranuras apropiadas al tamaño del alambre de trastes. La separación precisa entre las ranuras se determina de acuerdo con una formula antiquísima.
Los trastes se consiguen en forma de alambre que viene en rollos, que se cortan a su largura apropiada y se introducen a golpecitos dentro de las ranuras en el diapasón.
Los diapasones de pegan al brazo con precisión.
Con la ayuda de formones, raspas, rascadores y lija, el instrumento se refina y se alisa hasta llegar a su punto final.
Con toda el trabajo de asamblaje completo, el instrumento se prepara para el proceso de acabado.   
El acabado se aplica en un cuartito libre de polvo y bien iluminado. Note que el diapasón se cubre con cinta adhesiva para que no le caiga el acabado. Se le aplica cinco capas de laca con una pistola de aire comprimido, prestando suficiente tiempo entre capas para que seque y se lije levemente entre capas.
Luego de dejar secar el acabado completamente, se pule hasta lustrar como un espejo la tapa y la sobrepala de la cabecera. Prefiero dejar el resto del instrumentos con un bajo lustre porque asi esconde mejor las huellas y los arañazos, y además se siente más suave al tocarlo. Después de acabarse, el puente se localiza minuciosamente de acuerdo con una formula y con una regla de ingeniero. 
Luego de encolar el puente, se le conecta una línea electrónica (se puede ver la batería dentro de la boca) Luego se le adhiere la etiqueta del artesano.
Vea el instrumento terminado!