| La Entrevista  				del Proyecto del Cuatro
 por Juan Sotomayor, hecho en  				1992
 trascrito y redactado por William Cumpiano
 Mi nombre es Sarriel Archilla. Nací  				en el Febrero 16 del 1917. Mi papa se llamaba Graciano Archilla.  				Mi mama [era] Tranquilina De León.  Me he casado cuatro veces y me  				he divorciado cuatro veces. Vivo en el quince ochenta y cuatro  				de la Calle cuatro y sigo tocando el cuatro.  Empecé a tocar el cuatro ya muchacho, como a los doce o trece  				años. Mi papá era maestro en Utuado y lo relevaron para el campo  				y en el campo conocí el cuatro. Pero antes del campo, en el  				pueblo había un señor que se llamaba 				Don Piní Maldonado. Ese era  				uno de los cuatristas. [Tenía una facilidad en las manos! Y yo  				tenía siete años, y yo me le quedaba mirando. Y yo dije, "cara',  				¿cómo yo podría aprender a tocar ese instrumento?" Entonces al  				viejo mío lo mudaron para Ángeles, y allí conocí un tal Confesor  				Juarbe, que vive por aquí en Trujillo Alto. Y allí seguí con él,  				y las primeras piezas que yo me aprendí fue toca en su  				instrumento varias notas de la plena "Temporal" y "Que Tabaco  				Malo." Empecé tocando el cuatro de cuatro cuerdas. Las clavijas de  				palo. Había que escupir acá para se quedaran adentro! Cuadraito  				arriba. No ni me acuerdo quien me hizo mi primer cuatro. Yo sé  				que lo conseguí allá en Ángeles de Utuado. Y un cuatro antes no  				valía na'. Baratísimo. Ahora valen... un dineral. Están pidiendo  				trescientos cincuenta, cuatrocientos.  Yo seguí tocando de allí. Y esto  				viene por progreso. Uno va aprendiendo cada día más números. El  				cuatrista que empieza, lo que él desea es aprender mas números,  				no quedarse en los mismos. Papa un día me dijo, "apréndete otra  				cosa, ¡o si no te rompo el cuatro en la cabeza!"  Entonces el viejo mío lo trasladaron a San Juan, a Bayamón, a la  				escuela esa en Bayamón, Hato Tejas, en el '34. Me hicieron un  				favor. Entonces yo oía a Ladí por radio, en el grupo Aurora, no  				era grupo típico ni nada de eso. Y entonces un día yo estoy en  				un carrito público, que yo saqué licencia de cargar pasajeros, a  				San Juan, a diez centavos. Y se me montó aquel señor flaco, y me  				dice, "llévame alante, que te voy a dar dos pesos." Yo dije,  				"¡Ay dios, dos pesos!" Bastante dinero eso. Y lo le dije,  				"¿quien es usted?" Y me dice, "yo soy William Córdova, el dueño  				del programa ‘Industrias Nativas.'" Y  				yo le digo, "oiga, yo toco cuatro." "Si, yo tengo un problema  				ahora con el cuatrista, que se me fue, se llamaba 				Juan Coto." Y me dice,  				"vete para allá a ver a Moncho Dávila, y a Toribio." Estaban en  				la calle San José, y enseguida Moncho me dijo, "¿tu sabes tocar  				la mazurca 'Aurora?'" Y yo le digo, "¡sí, como no!" "¿Y el seis  				El Dorado, que es el tema del programa?" Que ese seis es de  				Ladí. Entonces pues empecé en el programa, y estuve tres  				domingos haciendo el programa con ellos. Y al cuarto domingo, se  				apareció Ladí en los estudios.  Y ahí nos conocimos. Y ahí  				entonces el se hizo parte del grupo. El director artístico de la  				estación informó al grupo y seguimos tocando ahí con Chuíto, el  				de Cayey. Que para mi concepto era el mejor cantor de décimas  				que tuvo Puerto Rico. Esto era para el '34.  <El nombre de Toribio> era  				Patricio Ríos. Tocaba el güiro. Tocaba tan bien que yo digo, "se  				lo llevó", porque había piezas instrumentales que él las hacía  				tan bien que los que tocan güiro no la pueden hacer. Sobre todo,  				esas danzas atrecilladas (que tenía el ritmo como de seis por  				ocho) como Alma Sublime, Laura y Georgina, y así por el estilo,  				que llevan un ritmo: chaq qu chaq tra qa traq, Toribio lo hacía  				con el puyero, tra qa chaq tu taq, y él tocaba tan bien, que  				cuando uno metía la pata, él se daba cuenta <ríe>.  Y había otro en Bayamón que se  				llamaba Prudencio Aprendiz. Para mi concepto, fue el mejor.  				Prudencio Meléndez, le decían Aprendiz. Y ahí queda uno de  				ellos, que está viejito ya, se llama Juan Santana. Pero  				Prudencio era el mejor. Prudencio murió. Para mi concepto era el  				mejor.  Entonces yo empecé con Ladí.  				Imagínese, que todos los domingos, el programa de hora y media,  				había que interpretar una danza. Así es que sé tantas, porque  				Don Felo y Ladí me las enseñaban. Y me enseñaron tantas, que  				todos los Domingo había que poner una diferente. Todos los  				domingos en el programa. Del 1930 y pico, era, yo estuve hasta  				el '40 con ellos, porque yo me fui después.  Y entonces pues, eso es la idea. ¿Por qué el Instituto me llamó  				para grabar dieciocho danzas? ¿A quien iban a llamar? Ellos  				saben quién es quien. Ninguno de estos cuatristas aquí en Puerto  				Rico no sabe ni seis! Y las tocan mal. Porque yo tengo la  				ventaja que leo. Yo leo con el cuatro y con el bajo. En el LP  				ese que hice con Modesto Nieves, un muchacho de Naranjito que  				toca bien, y hicimos los estudios de Pedrito Rivera, que era un  				gran músico y grabamos dieciocho danzas. Y las interpretamos en  				un concierto en el Instituto. Y después fuimos a Arecibo a  				interpretarlas también. Lo que da el sonido en el cuatro es la medida. Doy las medidas.  				Este tiene doce de abajo, ocho <de arriba> y tres y tres octavas  				de hondo. Si el cuatro es pequeño, no le da buen sonido. Da un  				sonido laíno, vez? Muy brillante.  Pero con Ladí yo  				siempre toqué. Hasta la muerte. Siempre tocábamos juntos. El y  				yo y Polo, cuando se vino para acá. Ladí y yo empezamos en el  				'35, y él murió en el '79. Siempre estábamos juntos. Yo siempre  				toque primera voz con Ladí. Yo podía tocar segunda voz, pero  				primera voz tengo mas libertad de expresar como yo quiero. Ladí  				tocaba segundo. Y Polo Ocasio tocaba segunda guitarra. Lo que  				pasa es que Ladi, y le vuelvo y le digo, el cuatro para Ladí era  				éste. Un sonido así, grueso. Y el cuatro para yo tocar primera  				voz, era de un sonido brillante.  Ladí era un músico buenísimo,  				pero el no sabía música. ¡Pero tenía un oído pelielado! Cuando  				yo empecé con ellos acá en el '34, por ahí, con Ladí y Don Felo,  				me educaron bien. Felo, cuando oía una nota mala, me dice, "oye  				muchacho <se ríe>,..." Ladí era un hombre humilde: bueno, bueno.  				Un alma noble. Noble, noble. Su esposa se llamaba Ramonita.  				Murió primero. El se quedó sólo. No tuvieron hijos. Él decía que  				el único hijo de él era yo. Me quería a mí como un padre. Ladí  				era un hombre muy exigente, y cuidadoso, en su música. Él tocaba  				suave el cuatro, bien delicado. Tremendo compositor. Dejo miles  				de piezas. Hizo hasta Bossa Nova, últimamente, y Rock, un  				poquito de esa cosa, sí. <Murió cuando> a él le iban a amputar  				una pierna y no se dejó. Le dio Flebitis Aguda. Y por más que yo  				le supliqué, yo le dije, "para eso es que yo estoy aquí, Ladí.  				Yo lo llevo en el carro para donde quiera. Pero no quiso, no  				quiso. <Puerto Rico perdió> un valor grande. Un valor grande,  				Ladislao Martínez. Ya lo ve, le decían Ladí. Era tío de [el  				guitarrista] Polo [Ocasio]. Tenía ochenta y un <años cuando  				murió>. Murió en el '79. Nació en el barrio Maricao de Vega  				Alta.  Hablando de Polo como  				guitarrista: Ladí y yo lo trainiamos. Le enseñamos el  				patrón armónico de todas esas piezas musicales. Sobre todo de  				las danzas, que tiene muchos cambios. Ya lo creo, <es una buena  				segunda guitarra>. Hay muy pocas segundas guitarras aquí. Todos  				usted lo ve tocando guitarra de primo pero cuando van a  				acompañar...no se han dedicado a acompañar. Para aquel tiempo  				que yo empecé con Ladí habían más. Estaba Don Felo, estaba un  				Adalberto Rivera, que le decían Biriquín, que acompañaba bien. Y  				Moncho Dávila, también, que vive todavía, pero está muy enfermo.  				Y se ha quedado Polo. Pero lo cogimos Ladí y yo, y se ha hecho  				un guitarrista. Pero Polo Ocasio, yo dependo de él. Porque sin  				Polo yo no toco el cuatro. Polo es el que me da los acordes, que  				son de los números que yo interpreto. <Aprendí a leer música> allá en  				Estados Unidos. Yo me fui de aquí en el cuarenta. Y allá me  				encontré con un señor, que Dios lo bendiga, Samuel Rivera se  				llamaba. Me dijo, "Archi, yo te siento a ti como que tu tienes  				buen talento, y todas las notas del bajo, como que tú las das  				con musicalidad." Y yo le dije, "que tu me quieres decir con  				eso?" "Pasa por casa, y yo te enseño música." Y me llegue a  				subir a la mejor banda del mundo: la orquesta de Machito. Toqué  				el bajo. Fui a Japón con el. Entonces me subí con Noro Morales,  				Vicentico Valdez, Arsenio Rodríguez. Miguelito Valdez y yo  				vinimos aquí en el '62. Y con Machito vine en el '50. Y viajé  				todos los Estados Unidos con Machito. Hicimos muchas  				grabaciones. Muy pocas veces toque el cuatro con esos grupos,  				mire: siempre estaba con el bajo. Muy poco. Cuando Ladí se fue  				para los Estados Unidos, que se fue en el '49, yo en las  				grabaciones cogí el bajo. Entonces yo le presente otros  				cuatristas como Nerí Orta y Juan Gonzáles para que tocaran con  				él. Porque yo siempre estaba ocupado con el bajo.  <Los músicos de hoy deberían de  				aprender música>. Deberían de hacerlo porque si la música es  				fácil de aprender. Hay que tener perseverancia. Es importante,  				vez? Y ya que uno está metido en ésta profesión de músico, uno  				debe superarse. Y yo, si no me hubiese sabido leer no podría  				entrar en la orquesta de Machito, y Miguelito Valdez, que tenía  				su papelería. Toqué en el Stork Club, el Roosevelt Village, el  				Versailles, Chateau Madrid, toque en muchos sitios.  Yo siempre he tratado de tocar el cuatro limpiamente. Y puedo  				expresar una melodía de muchas maneras. Claro, si, <siempre me  				ha gustado la música tradicional de Puerto Rico>. La música de  				aquí... este seis se tocaba mucho en el campo, y ya no se toca.  				Se llama Mariandá: <toca el cuatro> ...esto lo cantaba el  				jíbaro. Ese es el Mariandá. En esta parte era el que el jíbaro  				<canta> ..la lo lai lo lai lo lai lo lai...es un precioso seis,  				y ya no se toca! Cuando yo empecé, habían muy pocas...le decían  				Seis Andinos o Seis Chorreaos, vez? Y de esa época para acá le  				han puesto nombres al seis: Seis Cagueño, Seis Fajardeño... le  				dan otro motivo melódico y le cambian el nombre.  <Tocando el cuatro> Eso le  				decían La Alumbey, entonces en el campo lo bailaban así. Todos a  				la vez. To's a la vez bailando, y el piso de Palma Real  				oscilaba. Y el mechón de gas, botando humo. Hasta la seis de la  				mañana. Se tocaban aguinaldos, seis chorreaos, y plenas <toca  				notas de la plena Temporal, cantando> "Cuando las mujeres,  				quieren a los hombres..." Esa la tocábamos mucho. Plenitas. Y  				seises. Y marumbitas de'sas. cuatro, guitarras y güiros. Por  				ejemplo, llegábamos a un baile, y íbamos tocando, tocando y a  				veces tocábamos cosas inventá's ¡porque se nos acababa el  				repertorio! Entonces al otro día, como a las cinco o las seis de  				la mañana, partíamos para la casa con el cuatrito, con cincuenta  				o sesenta centavos en los bolsillos. Nos pagaban así, muy poco.  				Cuando nos daban setenta y cinco, o un peso ¡era mucho dinero! 				 Me siento bien <cuando oigo  				tocar el cuatro con música que no es puertorriqueña>, porque lo  				que están elogiando es al cuatro. ¿Entiende como es? No la  				música que están interpretando. Bien, por que a mí me gusta la  				música Brasilera, me gusta oír el Jazz. Y toco algún juanito de  				Jazz, pero no me quiero quedar en eso. Me quiero quedar en lo de  				aquí.  El cuatro despide melodías, y la  				melodía escasea. Yo toco hasta Chopin aquí en el cuatro. Toco  				clásico. El cuatro despide melodías, es un instrumento melódico,  				que viene de melodía, ¿vez? Aquí se puede interpretar cualquier  				melodía. Cada día aparece un muchacho tocando el cuatro bien.  				Este Colón Zayas... Tocan bien. Tienen una facilidad asombrosa.  				A cada rato aparecen.  |  				         
         Foto: Juan Sotomayor
 
                                     
 Uno de los  				conjuntos de Ladí, (aquí reunidos durante una convención de bomberos durante la década del 40) que tocó en el programa  				Industrias Nativas se componía de Toribio, don Felo, Archilla,  				Ladí y Chuíto el de Cayey.  Oigan este mismo conjunto, con Archilla tocando primer cuatro y Ladí el segundo cuatro, interpretando una  				decimilla de Chuíto de Cayey titulada 				 				Cerca de Cayey (cortesía colección Antonio y David Morales)
                            
 Quinteto de Celso Vega en la CBS, NY 1944. Desde la izquierda: "Chago" Alvarado: segunda voz, guitarra, Luis "Lija" Ortiz, tres; Celso Vega, director y trompeta; SarraÌl Archilla, bajo; Eladio Peguero "Yayo el Indio".               Archilla acompaña a Chuíto el de Bayamón y Ladislao Martínez  durante un evento patriótico alrededor de 1945                      				 El Conjunto Típico Ladí en  				la década de 1950-60, compuesto de Felix Castrillón, Apolonio  				"Polo" Ocasio, Sarraíl Archilla y Ladislao Martínez.   				 Óiganlos aquí en un fragmento de la guaracha de Ladí, Baila  				como Bailo Yo 
                  				 Archilla, Polo, Ladí y  				Pascual Meléndez   Foto cortesía familia Sanz González
 
  La belleza de tres cuatros tocando junto. Óiganlos aquí en 				 				la danza Violeta            				 Archilla y  				Ladí                              Foto cortesía familia Sanz  				González
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| Y entonces pues, eso es la idea. ¿Por qué el Instituto me llamó  				para grabar dieciocho danzas? ¿A quien iban a llamar? Ellos  				saben quién es quien. Ninguno de estos cuatristas aquí en Puerto  				Rico no sabe ni seis! Y las tocan mal. Porque yo tengo la  				ventaja que leo. Yo leo con el cuatro y con el bajo. En el LP  				ese que hice con Modesto Nieves, un muchacho de Naranjito  				que toca bien, y hicimos los estudios de Pedrito Rivera, que era  				un gran músico y grabamos dieciocho danzas. Y las interpretamos  				en un concierto en el Instituto. Y después fuimos a Arecibo a  				interpretarlas también. Lo que da el sonido en el cuatro es la medida. Doy las medidas.  				Este tiene doce de abajo, ocho <de arriba> y tres y tres octavas  				de hondo. Si el cuatro es pequeño, no le da buen sonido. Da un  				sonido laíno, vez? Muy brillante. No me gusta el cuatro que suene  				laíno, como dicen en el campo. Ladi no estaba de acuerdo  				conmigo, tantos años que estuve tocando con él. Porque él sonaba  				con un cuatro brillante y yo con un cuatro grueso tocando  				melodía. Pero que pasa, que Ladi nunca le gustó estos cuatros  				así <los cuatros estrechos>. Yo tenía que tocar en el cuatro de  				él. Este cuatro lo hizo Rodríguez, un señor de Corozal. A los  				seis días de haberlo hecho le dio un infarto. No me acuerdo el  				nombre de él.  Aquí había, en Trastalleres, un artesano, un tal Medina, y me  				hizo un cuatro que me costó ocho pesos. Yo tenía veinte años. Y  				yo tengo un amigo que es millonario, que le encanta el cuatro.  				Me dice, "Archy, a ti te costó ocho pesos, yo te voy a dar  				trescientos." Yo le dije "ahí esta, llévatelo, ahí está cuando  				lo quieras." Porque resulta que el sonido que tenía, no me  				gustaba, estaba muy brillante.  Cuando llueve así, hay que guardar el cuatro bien para que no  				coja humedad. Pero cuando esta seco, uno lo saca para fuera para  				que coja aire. Se supone que el instrumento debe estar fuera del  				estuche. Aparte de que lo uso y me gano  				el dinero con él, el cuatro me hace pensar en Ladí. Ladí, que  				siempre estábamos juntos. Y cuando yo cojo el cuatro, enseguida  				pienso en Ladí. Y en mis maestros, como Confesor Juarbe de  				Utuado y casi todos esos cuatristas que yo conocí.  <Nieves Quintero y yo> somos primos. Él es nieto de Tía Pepa, la  				hermana de mi abuela. Mi mama era De León Quintero. Yo soy  				Quintero también. Todos tenemos cuatro apellidos, lo que pasa es  				que solo usamos es el de papá y de mamá. Pero por tiempo hace  				que no nos vemos, pero casi a veces yo voy por allá. Tiene una  				escuelita en la casa en que vive. Hemos grabado juntos, yo  				tocando el bajo.  Cuando yo vine aquí en el '62,  				con Miguelito Valdez, al Hilton, estuve casi todo el tiempo con  				Don Felo. Don Felo vivía en una casita de madera. Muy humilde.  				Don Felo dejo bellezas de canciones! Tocaba guitarra. Y la  				pulsaba bien. Era muy eficiente. Con mucho cuidado, hacía las  				cosas. Yo creo que el cuatro se seguirá  				tocando, porque cada modalidad nueva que viene, pues se toca en  				el cuatro. Es un instrumento en que se puede tocar cualquier  				cosa. Música clásica, música venezolana, música americana,  				brasilera. Yo siempre conservo mas bien el patrón de aquí, la  				danza, ¿vez? Por eso sé dieciocho. Y puedo hacer dieciocho más.  				Porque me encanta esa música. Y diría que es la pieza de más  				musicalidad que ha producido Puerto Rico. La danza. Porque el  				seis, la plena y la bomba, eso es fácil. Música fácil. Música  				simple. Pero la danza es muy delicada. Sobre todo, esos  				compositores que ahí están grabados, en ese disco que hicimos,  				como La Graciosita, y cualquier guitarrista que sea, se cuelga.  				No puede tocarla, que tiene que ensayarla bien pa' poder  				tocarla. Es una pena que se pierda. Sobre  				todo, esos compositores que dejaron bellezas. Grabar esa música  				para que no se pierda, como la que hizo Campos, Morel, Mislán,  				Quintón, todos esos compositores de danzas. Porque se toca  				Perlas De Mi Valle? Porque la dejaron escrita. Por que se toca  				Patria de Braulio Dueño? Porque la dejaron escrita. Don Felo fue  				uno que dejó bellezas. Bellezas. Y lo que esta oyendo es Estando  				Contigo (que le están poniendo Madrigal. Madrigal no es el  				titulo de esa canción). Eso es lo único que se esta oyendo. No  				se esta oyendo mas números de Don Felo, que yo estoy enterado  				que el dejó bellezas. El tiene un hermano, Roberto Rosario, en  				Barrio Obrero. Procúrelo <porque él tiene casi todas sus  				piezas>. Y eso es lo que pasa con muchos compositores: que no  				dejaron escrita su música, y no se oye. Se oye el que está  				viviendo. Lo mismo que Pedro Flores. Pedro Flores dejó mucha  				música bonita. Rafael se ocupó. Él dejó bellezas, Rafael  				<Hernández>. Y las escribía porque él era músico.   |  				 Polo, Modesto Nieves y  				Archilla en la barra de Polo     Foto extraído de un vídeo cortesía Ray Vázquez
 
  Óiganlos aquí tocando un pasillo de Tuti Umpierre  				titulado 				 				Jugueteando                                				 Archilla, Polo, Pepe  				Rodríguez             Foto cortesía familia Sanz González
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