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Nieves Quintero

Nieves Quintero
Primer y supremo exponente del modernismo en el repertorio del cuatro

 
    Nieves Quintero en su patio en Bayamón, con su mascota, en 1994.                                                          Foto: Juan Sotomayor  

Nieves obsequia el Proyecto del Cuatro:

Soltando la mano
  María Cervantes
  El Coquí  (danza de J.I. Quintón)

Oigan la gloria de Nieves en este fragmento musical:

Solo de Nieves en "Agonía de un preso" (canta Moralito)

Entrevista de Nieves Quintero con el Proyecto del Cuatro



Biografía de
Nieves Quintero

Escrita por David Morales

Cuando hablamos de la música popular de Puerto Rico algunos no asociamos el cuatro Puertorriqueño con tal género. Sin embargo, nuestro cuatro -- adaptable, flexible y poseyendo una voz armoniosa, también ha jugado un rol en el desarrollo de nuestra música popular. Y cuando hablamos de tal rol, hay que mencionar al maestro Nieves Quintero, considerado por muchos como el mejor cuatrista de todos los tiempos.

Sus Inicios…

Oriundo del barrio Cibuco de Corozal, Manuel Quintero Maldonado – major conocido por Nieves Quintero -- nace el día 18 de abril de 1931. Su padre, Manuel Quintero Nieves, quien también tocaba el cuatro, se dedicaba a cosechar frutos menores y a los quehaceres de la finca en Corozal. Su madre, Juana Rolón Maldonado se dedicaba a la cosecha de tabaco.
      Un dato interesante es que Jack Delano, el célebre fotógrafo norteamericano quien viajó a Puerto Rico en 1941 como parte del equipo del gobierno estadounidense, tomó la foto de Nieves Quintero cuando apenas tenía 10 años. En la foto, la cual se tomó en el barrio Cibuco de Corozal durante una fiesta de reyes, aparecen Nieves Quintero tocando las maracas, Manuel Quintero Nieves (su padre) tocando el cuatro y Artemio Ortiz Rivera (vecino) tocando la guitarra.
Nieves gustó mucho del cuatro desde niño y empezó a tocar desde jovencito.
     Nieves recuerda que siempre acompañaba a su papá en las fiestas del barrio -- velorios y parrandas -- y que también tocaba el cuatro y otros instrumentos junto a otros cuatristas del barrio como Ginito Nieves, Calias Rosado y Luis Rivera entre otros.


Nieves Quintero cuando chico, tocando con su papa,
Manuel Quintero Nieves

Esquina de una foto más grande de Jack Delano 
 


Manuel Quintero Maldonado a los 17 años

       A los 8 años, su papá lo lleva a visitar el maestro Ladislao “Ladi” Martinez para que Ladi lo escuchara tocar la danza Mis Amores, la cual el jovencito dominaba con precisión. Nieves recuerda haberla tocado acompañado por Don Felo (Felipe Rosario Goyco) en la guitarra.
      Al inicio de la década de 1940 Nieves organiza un trio en Corozal junto a Angel “Gelo” Sánchez y Angel Rodríguez. Con este grupo logra presentarse en el programa radial de Don Quiñones Vidal donde ganan 3 estrellas.
      A los 14 años se une al conjunto Alma Tropical, con Modesto Gracia (director), Edelmiro Marrero (cantante), Pellín Gracia (bongo), y Charo Rodríguez (guitarra), entre otros. Durante esta época también comparte con otros conjuntos locales como el Conjunto Ideal y Ondas del Cibuco. Con estos conjuntos, Nieves casi siempre tocaba la guitarra y la mayoría de sus repertorios se componía de música popular, y no música típica de Puerto Rico, con la cual muchos identificamos a Nieves.
      En 1947 Nieves comien za su carrera profesional. Este año, Nieves conoce al gran cantante de música tradicional Puertorriqueña – Ramito (Flor Morales Ramos). Nieves recuerda que precisamente en la lechonera “El Dique” del barrio Juan Domingo de Guaynabo, a las 2 de la mañana, Ramito procuraba por un cuatrista para que lo acompañara. A Ramito le contaron que Nieves ejecutaba bien el cuatro y Ramito le pidió que tocara un Aguinaldo en Do mayor para probar su destreza.
      Al escuchar al joven cuatrista, Ramito le dijo que se preparara porqué lo iba a buscar a la casa temprano en la mañana para que lo acompañara a Caguas a tocar en el programa radial “Rincon Criollo.” El día siguiente, Ramito le pidió permiso a los padres de Nieves para que formara parte de su conjunto musical Rosas del Plata.
      Esa misma semana Nieves deja la escuela en el séptimo grado y junto a Ramito se marcha hacia Caguas para tocar junto a los miembros del grupo: Cheo Rivera (guitarra), William Morales (trompeta), Nicasio Martínez (guiro) y William Maldonado (bongó). Entonces, por más de dos años, Durante ese tiempo Nieves vive en Guaynabo junto a los padres de Ramito, Juan Morales y Leonarda Ramos.
      En 1948, Nieves se muda a Bayamón, donde se le presenta más trabajo en las emisoras radiales, auspicios de productos y concursos musicales. En Bayamón Nieves toca guitarra y cuatro en los programas Hora del Volante y Acuarelas Criollas de lunes a viernes con Ramito. También acompaña otros trovadores como Miguel Angel Figueroa “El Jibaro de Adjuntas” y Jose Angel Ortiz “El Jibaro de Yauco” en el programa Fiesta en el Batey de Nelson Cortina en Mayaguez. Nieves recuerda que su agenda diaria era agresiva y casi no dormía ya que de lunes a viernes, él y Ramito conducían desde Bayamón a Mayaguez para cumplir con sus deberes musicales.
      En 1949, Ramito viaja hacia Nueva York y Nieves se queda en Puerto Rico uniéndose a Germán Rosario “El Jibaro del Yumac” (Yumac es Camuy) y Ketty Sánchez en el programa “Estampas de Puerto Rico” de Orlando Parga. De noche, acompañaba a Germán Rosario en el programa “Jacinta y Margarito,” la contestación al programa radial Cubano “Clavelito y La Calandria.”
      El mismo año, Nieves graba su primera grabación junto a la trovadora Ernestina “La Calandria” Reyes. Entre los dos temas que graban para el sello Fragoso, se encuentra la décima “La Tragedia del Campesino,” al estilo seis de oriente. Esta grabación exhibe el sonido tan único y distintivo de Nieves Quintero. O sea, ya para el 1949, Nieves había desarrollado un estilo innovador en el cuatro; no parecido a otro cuatrista que tocase en aquel tiempo. El sonido de Nieves era completamente Nuevo y diferente. Nieves tenía un dominio de la clave y la armonía, lo cual le ayudaba a crear ritmos y melodías innovadoras en sus grabaciones. También Nieves incluía ritmos de otros paises y estilos no usualmente usados para ese entonces en la música típica Puertorriqueña, lo cual distinguía e identificaba su sonido, tanto en el cuatro como en la guitarra.




“En los Novayores”
     En 1950, el legendario cantante de plenas – Canario – lo contrata para que lo acompañara en unas presentaciones en Nueva York. Durante la gira Nuyorquina, precisamente en una presentacion en el Teatro Puerto Rico, Claudio Ferrer (cuñado de Canario, empresario y legendario músico y escritor Puertorriqueño) le hace una propuesta a Nieves para que se quedara en Nueva York y formara parte de su conjunto, que para aquel tiempo era muy popular. Nieves cuenta que Claudio y Canario discutieron por horas con respecto a Nieves y decidieron que Nieves se quedaría con Claudio Ferrer en Nueva York.

Claudio Ferrer (izquierda) con Nieves tocando requinto en Nueva York, c. 1952

     En Nueva York Nieves se convierte en el cuatrista más procurado y grabado en la escena musical boricua. Recuerda que su primera grabación en Nueva York se titula “No Vale La Pena,” donde toca requinto para el Conjunto de Claudio Ferrer y acompaña al cantante Felix Castrillón. De la misma manera, toca requinto en las primeras grabaciones de Blanca Iris Villafañe y Rosaura Soto en el sello Salomé en 1952.
 
     Sus primeras grabaciones ejecutando el cuatro las realiza junto a Ramito y Baltazar Carrero (El Jibaro de Rincon) para el sello Ansonia. Es interesante notar que Nieves Quintero acompanó a Baltazar Carrero en todas sus grabaciones de la decada de 1950.

En el Teatro Puerto Rico de Nueva York: izq. a d.: Gaspar Escalera, bajo; Claudio Ferrer, guitarra; Carmencita Figueroa, cantante; Felix Castrillon, guiro; Vitin Landrón, clarinete; Nieves Quintero, guitarra.

 

      1956 es un año importante en el desarrollo y trayectoria de nuestro ilustre músico. Ese año Nieves conoce al guitarrista Manuel “Maneco” Velazquez, con quien en un futuro cercano habría de formar -- tal vez -- el duo de cuatro y guitarra más influyente en la música típica moderna en Puerto Rico. Con Maneco, Nieves desarrolla un estilo único y modernista que se puede escuchar en muchos de los cuatristas que ejecutan nuestro instrumento nacional hoy día.


                               Nieves Quintero (circa 1959)

 

     La época de 1955 a 1959 resulta muy fructífera para Nieves en cuanto a su producción musical, presentaciones públicas y crecimiento artístico. Durante esta etapa, Nieves graba cientos de canciones y acompaña la gran mayoría de artistas Latinos y Puertorriqueños que se presentaran en Nueva York como Yayo El Indio, Graciela Rivera, Hilda Siruano, Luis Lebrón, Felipe Rodríguez, Libertad Lamarque, Flor Silvestre, Carlos Ramírez, Fernando Leyva, Davilita, Daniel Santos, Adolfo Avellanet, Carlos Pizarro, Chuito el de Bayamón, Angel Luis García, Baltazar Carrero, La Calandria, Julita Ross, Priscilla Flores (La Alondra de San Lorenzo), Corozo, Chiquitín Garcia, entre otros. Nieves también graba y toca distintos géneros como música típica, merengue, jazz americano, rock & roll, rancheras, valses, huapangos, samba, joropos, tangos, entre otros estilos internacionales.
     De la misma manera, Nieves graba con casi todas las casas disqueras en Nueva York como Ansonia, Seeco, Riney, Verne, Corozo, Spanoramic, Can-o-Mar, BMC, Colonial, Rival, Ideal, Fonseca, Fenix, Marvela, Exito, Salomé, La Flor, entre otras. Es importante notar también que durante esta etapa clave, Nieves forma parte integral de las agrupaciones de Claudio Ferrer. Es decir, Nieves acompañó a Claudio Ferrer por más de 11 años -- entre 1950 hasta 1961 -- fecha en que Claudio Ferrer se muda a Puerto Rico.

Abriendo Nuevos Caminos en el cuatro…
Durante los inicios de la decada de 1960 Nieves abre camino hacia una nueva etapa en el uso y sonido del cuatro Puertorriqueño. Junto a Maneco, Nieves graba música popular instrumental con el cuatro; de esta forma explorando nuevas fronteras y usos con el cuatro boricua. En específico, en 1961, Nieves graba un disco de larga duración con su grupo “Cuerdas de Oro del Caribe,” de canciones instrumentales donde se destaca la polka “El Barrilito.” En este tema innovador, Nieves usa el cuatro para tocar una polka movida con cambios y ritmos de gusto latino. Pero, lo que destaca esta grabación es el uso de una botella para distorcionar el sonido de las cuerdas del cuatro, una técnica común en la música Blues norteamericana. El Barrilito -- y el disco de larga duración en general – abrieron paso a que otras grabaciones instrumentales por otros cuatristas como Yomo Toro, el maestro Ladi, Pedro Padilla, se grabaran con más aceptación y regularidad.
     En una entrevista realizada por el “Proyecto del Cuatro Puertorriqueño,” Nieves comenta como desarrolló su estilo en el cuatro:
     “Si. Porque yo le daba cierta cosa americanizada... le puse otro sabor al cuatro. Y siempre dije, en mi mente que yo iba a tocar el cuatro diferente a como tocaba Ladi, Archilla el primo mío. Pues yo tenía eso en la mente... si, es verdad, "yo voy a crear un estilo que suene diferente." A mi me inspiró que yo oía mucha música americana allá. Y oía muchos de los guitarristas. Y me gustaba lo que ellos hacían, que... cuando oía algo,  que yo iba a ser típico, me acordaba de algo que ellos hacían, ciertas partes, tu sabes... y yo lo incluía ahí también, si, si... eso, para el tiempo yo le metía Jazz y todo esas cosas. Y en la guitarra también.”
     Durante este tiempo, el conjunto de Nieves Quintero acompaña muchos artistas de música popular desarrollando un sonido nuevo y urbano donde se destaca el cuatro puertorriqueño como el instrumento principal. En particular, podemos mencionar algunos artistas como Odilio González (El Jibarito de Lares), Jose Miguel Class (El Gallito de Manati), Luz Celenia Tirado (La Jíbara de las Lomas), Adolfo Avellanet, Emilio Quiñones, José Luis Rodríguez, entre otros. Grabaciones donde se destaca este sonido único en particular son las de Odilio González (el bolero Ciega de Celos), y las de Germán Rosario con Luz Celenia Tirado (Angel Querido, merengue-salve) para el sello BMC del empresario Mario Hernández.

  Nieves abre otra puerta innovadora cuando se une a Yomo Toro y a Maneco. Juntos, estos maestros crean nuevos ritmos y melodias innovadoras con dos cuatros, una guitarra y la percusión de Papi Andino. En el libro “Bachata: A Social History of a Dominican Popular Music,” de Deborah Pacini Hernández (Philadelphia, PA: Temple University Press, 1995), la autora nota que bachateros como Anthony Santos, entro otros celebran a Odilio González (el Jibarito de Lares) como uno de los cantantes principales y más importantes en el desarrollo de la bachata, por sus grabaciones Celos Sin Motivos, Háblame, etc. 

     Sin embargo, las melodias de estas canciones destacan a los cuatros de Nieves Quintero y Yomo Toro y la guitarra de Maneco -- sonido muy parecido al de la bachata Dominicana de hoy. Es decir, las inspiraciones y arreglos musicales de Nieves Quintero como Ciega de Celos (interpretada por Odilio González), Háblame (interpretada por Odilio González), entre otras, formaron parte fundamental del desarollo de la bachata y de los boleros-mambo que se escuchan por la radio hoy día.
     En 1964 contratan a Nieves Quintero para hacer un espectáculo en el prestigioso Carnegie Hall de Nueva York. Como parte del evento le pidieron que incluyera un trovador de décimas y es así que Nieves contrata a Joaquin Mouliert (El Pitirre Fajardeño). Con Joaquin Nieves también graba dos discos de larga duración para el sello Ansonia.
     En 1965, Nieves deja de usar el cuatro de su papá -- instrumento que usó desde que tenía 11 años -- hecho por el artesano Leoncito Ortiz de Corozal. Nieves aún guarda este valioso cuatro como recuerdo de su padre.

       

Nieves tocando el cuatro de su padre, hecho por Leoncito Ortiz de Corozal 

     Para fines de 1960, Nieves forma un sexteto donde toca y graba con un tres Cubano. Entre los que acompaña se encuentran los artistas Santiago “Chago” Alvarado, y los Cubanos Chocolate Armenteros y Panchito Riset. Los integrantes del sexteto eran Pompo (primera voz), Chago Alvarado (Segunda voz y guitarra), Vitín Landrón (trompeta) y Papi Andino (percussion).
     Siguiendo el tema de las agrupaciones, Nieves se integra a la orquesta de Alfredo Munar como tresista y acompaña al gran cantante Cubano Panchito Riset y al trompetista “Chocolate” Armenteros. Con esta agrupación logra grabar dos discos de larga duración.
     En 1967 recibe el premio DIPLO – máximo galardón que se le otorga a aquellos artistas más destacados de aquella época y lo reconocen como el major cuatrista y guitarrista del año.
     Para cerrar la década, Nieves forma el conjunto “Los Bravos del Barrio” con Guito Gotray, Vition Pérez (vocalistas), Isaito y Toño Dávila (trompetas), Chorolo (timbales) y Maneco Velázquez (guitarra). Con esta agrupación consigue trabajar en lujosos hotels y cabarets como el Caraban Club y el Habana Club de Nueva York.
     La década de 1970 encuentra a Nieves en un ambiente Nuyorquino lleno de nuevos ritmos como la Salsa y el Disco norteamericano. Aunque Nieves dedicaba gran parte de su tiempo a las grabaciones de música típica y acompañando a Ramito -- con quien se presenta semanalmente por televisión y por la radio—también continúa aportando sus talentos a la música popular. Por ejemplo, en 1971 acompaña al cantante Wilkins en su primera grabación como artista profesional.
     También acompañaba cuartetos con su guitarra y podemos mencionar las grabaciones que Nieves realiza junto a Corozo y Su Cuarteto Yalí y con el Cuarteto Maya de Fernandito Díaz e Israel Berrios.
     Otra anécdota importante es que Nieves sirve como director musical por más de 6 años en el programa radial “El Debate Musical” en la emisroa WHOM en Nueva York; programa donde se realizan competencias entre artistas como Daniel Santos, Fernando Leyva, Adolfo Avellanet, Blas Hernández, entro muchos más.
     En 1977, Nieves se despide de Nueva York y regresa a Puerto Rico y contrae matrimonio con su compañera Nilda Santos Quiñones de Corozal. En 1978 se mudan a Bayamón donde todavía viven.
     Para cerrar la década, el pueblo Puertorriqueño y el Gobernador Carlos Romero Barceló reconocen a Nieves como el mejor cuatrista de la historia de Puerto Rico en la Tercera Fiesta Puertorriqueña celebrada en el pueblo de Juana Díaz.
     En la década de 1980 Nieves Quintero sigue grabando para el sello Ansonia en Nueva Jersey acompañando artistas de música típica como Luis Miranda (el Pico de Oro) y Joaquín Mouliert (el Pitirre de Fajardo) hasta fines de 1980.

 

Maneco, Ray Vazquez y Nieves Quintero: Grupo Cuerdas de Oro, reunidos en 2008 para la filmación del disco compacto
del Proyecto del Cuatro, "La Décima Espinela"

     En 1988, junto a su compañero y genio guitarrista Maneco, Nieves graba el disco de larga duración instrumental, “Dos Para La Historia” en el sello Ansonia. Este disco se destaca porqué nuevamente Nieves produce un sonido único, refrescante e innovador en el cuatro. Este disco exhibe ritmos de música clásica en el cuatro como minuets, danzas de su autoría, sambas y otras melodías complejas que siguen siendo ejemplos y patrones musicales para cuatristas contemporáneos como Neftalí Ortiz, Ramón Vázquez, Pedro Guzmán, Arnaldo Martínez, Edwin Colón Zayas y Prodigio Claudio, entre otros.
     Nieves Quinteros sigue grabando y aportando nuevos sonidos dentro del campo musical. Recientemente grabó el primer cuatro en el disco “La Décima de Espinel, La Trova de Puerto Rico” una producción auspiciada por El Proyecto del Cuatro Puertorriqueño de Massachusetts. El legado de Nieves Quintero y su aportación a nuestra música popular y típica continúa!

 
Nieves Quintero en su apartamento en Bayamón c. 1998.           Foto de Juan Sotomayor

 

 

 


 

La Música de Tuto

 

Selecciones de las grabaciones privadas de Tuto Feliciano, grabadas personalmente en cinta magnética

Digitalizadas por el Proyecto del Cuatro
Notas por William Cumpiano con fuentes sobre las danzas del
Hogar de la Danza
Visitantes: Ayúdennos a identificar los nombres de la piezas no-identificadas.
Mándenos su aportación pulsando
aquí                                               

El Vigoroso
Fox Trot de Pedro Hilario. Compárenlo con versión original del 1932 tocada por Heriberto Torres, y la versión de Pedro Padilla

Impromptu
Danza de Luis R. Miranda (1875-1949), reconocido por su bella sección de bombardino, similar a la de la danza Sara.

El Gallo, la Gallina y la Guinea
Pasodoble compuesto por el Maestro Ladi (Ladislao Martínez)

Bajo la Sombra de un Pino
Nadie la tocó mejor. Danza escrita en 1936 por Juan F. Acosta (1890-1968) supuestamente debajo de un viejo pino en la plaza de Hatillo.

Complicación
Composición original de Tuto Feliciano. Tal como él lo describe, "se llama complicación debido a que tengo una serie de notas que estiran y encogen, como se dice vulgarmente, y esta serie de notas--que no se acoplan a una sola clave--sino diferentes claves, es por lo tanto lo que se llama Complicación"

No Me Toques
Danza de Juan Morel Campos (1857-1896). La letra dice, "No, no me toquen tus dedos, que me enciendo de placer."

Recordando a Noro Morales
Tuto nos obsequia con una larga y maravillosa descarga improvisada de 7 minutos, inspirada de la composición Maria Cervantes de Noro Morales

 

 

 

 

 

 

En Mi Niñez- joropo, identificado
Tuto nos dice: "Este joropito, que a pesar de estar grabado por puertorriqueños, y ser grabado en Puerto Rico también, no deja de tener un sabor venezolano."

El lector y cuatrista Rafael Rodríguez identifica la pieza desde su vivienda en Texas. Nos dice que encontró la misma pieza en el disco compacto "Tierra Tierra y Otros Cantares" de Haciendo Punto en Otro Son, ejecutada en cuatro por Silverio Pérez y Jose "Paché" Cruz, identificada como la canción "En Mi Niñez" escrita por Rafael Hernández. Otros han identificado esa pieza como compuesta por el Maestro Ladí. ¿Quién nos puede verificar su procedencia?

Descarga
Un pastiche de temas, géneros, estilos--incluyendo guaracha, jazz, rock, música jíbara y así por el estilo. Casi siete minutos, y todavía me deja con ganas.

  Guaracha-Seis nombre desconocido
Tuto comienza con un tema, posiblemente de su propia inspiración, y teje un tapiz de variaciones en forma de una larga descarga impromptu, llena de variaciones y destellos técnicos. Si reconoce el tema en cual se basa, háganoslo saber. 

El Zorzal pasodoble, identificado
Eric Lamboy de Miamisburg, OH, nos identificó este Pasodoble, como El Zorzal, escrito por A. Anselmi, canción identificada con José Miguel Class, "El Gallo de Manatí". Su letra se encuentra
aqui. Hemos notado que El Zorzal se toca como un pasodoble, pero en realidad el autor era colombiano, pero lo escribió originalmente en ritmo de corrido argentino

Unibón identificado
Un danzón del Maestro Ladí. Arturito Avilés nos informa que fue nombrado en honor al Barrio Unibón de Morovis.

El Sesenta foxtrot, identificado
¿y este Foxtrot? Nos suena mucho como "De Mi Tierra" de Ladi. ¿De acuerdo? Ahora, Eric Lamboy nos la identifica como El Sesenta, foxtrot del Maestro Ladí.

Vals #3. nombre desconocido
Tuto nos toca otro bello vals lento. Posiblemente es de su propia inspiración. Pero, ¿Cuál es su nombre?

Sueño de una Princesa, identificado
El lector anónimo nos ha identificado este bello Vals escrito por José Antonio Monrozeau.

A Lares foxtrot, identificado
El lector y cuatrista Narciso Gómez identifica el autor como Maso Rivera ¿Y cómo se llama?  Pero nuestro corresponsal Eric Lamboy nos acaba de escribir para darnos el nombre correcto. Gracias a ambos.

Lissi identificado
Otra delicada danza de Ladí, ejecutada a perfección por Tuto. Aprendimos el nombre de esta pieza escuchando la versión que hizo y nos prestó Arturito Avilés. Comparen la versión de Lissi de Tuto con la de Arturito.

 

Mi Bohío pasodoble, identificado
Yo creí que era un Fox, pero el compañero corresponsal Rubén Flores sugirió que era el pasodoble Barrio Nuevo tal como el arreglo hecho originalmente por Maso Rivera. Por otro lado, el corresponsal Blas Colón asevera que es el pasodoble Mi Bohío compuesto por el mismo Maso Rivera. Eric Lamboy confirma que efectivamente, es Mi Bohío de Maso Rivera. Gracias a todos.

Foxtrot o Two Step
nombre desconocido
Indudablemente, escrito por el Maestro Ladí ¿Cuál es su nombre?

Guaracha, nombre desconocido
IDENTIFICADO! 
Nuestro lector Blas Colón nos escribió: Ese tema lo habia escuchado muchas veces porque se usa como introducción de un programa Atardecer Borincano de Radio Mia 1070am en Arecibo, pero nunca supe como se llamaba hasta que la escuché grabada por el Mandolinista Americano John Reischman. El tema es
La Arboleda compuesta por Pedro Padilla.

Melancolía, identificado
No conocíamos el nombre de este bellísimo vals hasta que el  corresponsal Rubén Flores nos la identificó. Hasta nos mandó la música escrita para la misma en formato PDF.

Insaciable, identificado
El corresponsal y cuatrista Narciso Gómez nos ha identificado este bello Bolero de Felipe Rodríguez

Mande su aportación pulsando aquí

 

Tuto Feliciano

Agustín (Tuto) Feliciano

Célebre ejecutante, consumado profesional

"Era revolucionario tocando el cuatro. Era bravo..." Yomo Toro

 
                                                                                           Foto de Tuto Feliciano en 1994 por Juan Sotomayor

 

En nuestra opinión, Tuto Feliciano era uno de los mejores ejecutantes del cuatro puertorriqueño de la época moderna, al mismo plano musical y nivel técnico de Ladí, Nieves Quintero, Neri Orta, Francisco Ortíz Piñeiro y Yomo Toro. También era un experto tresista.
        Durante el 2005 David Morales y William Cumpiano, miembros del Proyecto del Cuatro, visitaron a don Tuto en su hogar en Perth Amboy, New Jersey, en tres ocasiones, ocasiones cuando el maestro accedió a varias largas entrevistas grabadas, las cuales cubrieron su vida y música. En años pasados también Tuto dio su tiempo generosamente al Proyecto, otorgándonos numerosas entrevistas y llamadas pidiéndole información sobre los cuatros de cuatro y ocho cuerdas que él tocaba cuando joven en su sector de Yauco.
       Durante las más recientes visitas notamos lentamente los efectos y estragos de su batalla contra la enfermedad de Parkinsons, durante el cual perdió lentamente su habilidad de tocar el cuatro y hacerse entender claramente. Recordamos una vez que justo al llegar a su casa lo sorprendimos practicando tenazmente su cuatro-- nos dijo, que era porque quería mostrarnos orgullosamente, a pesar de sus deficiencias neurológicas --una bella pieza sin pausas o errores.
   Durante las siguiente semanas estaremos instalando aquí un archivo de fotos, grabaciones y entrevistas con el distinguido artista puertorriqueño.

He aquí una maravillosa pieza que demuestra la inventiva y facilidad de dos gran héroes de nuestra cultura: Tuto tocando la prima para Ramito en un jocoso híbrido de seis chorreao...y danza. Qué delicia! Grabada en 1964, se llama Que Se Rían

Haga clic aqui  para oir las grabaciones privadas de Tuto Feliciano, hechas en cinta magnetofónica.
Digitalizadas por el Proyecto del Cuatro Puertorriqueño

 

ACLARANDO LA HISTORIA: Tuto respaldó y grabó con Ramito en numerosas ocasiones. En particular Tuto fue muy orgulloso de su colaboración en la creación del Seis Llanero. Se sintió un poco olvidado porque todo el crédito histórico por esa creación se dió a Ramito, y él no recibió ninguno. En la primera grabación de un Seis Llanera, hecha en el disco de la casa Ansonia, Ramito: El Cantor de la Montaña, Vol. I, oímos a Tuto haciendo a su manera sobre su cuatro la introducción y acompañamiento de la llanera Quererte Como Te Quiero.
      Debido a que el ritmo de llanera es netamente venezolano, Tuto nos explicó que el trató de imitar con su cuatro el sonido de un Arpa Venezolano, el instrumento folclórico venezolano que le da el sabor auténtico a la Llanera. Si oye la selección detenidamente oirá los arpegios repetidos de un arpa, hechos con especial maestría con el cuatro de Tuto Feliciano.

Luego de la noticia que nuestro distinguido amigo Tuto Feliciano sufrió un ataque del corazón en Octubre del 2005, el folclorista Juan "Kacho" Montalvo nos escribió:


      "Tuto Feliciano es un cuatrista yaucano de gran ejecución. Sus manos se mueven rápidas y a su edad de setenta y pico, tocaba piezas de Edwin Colon las cuales disfrutaba tocar en algunas ocasiones a la misma velocidad. Estuve cuando [yo] hacia (el disco compacto de grabacieones de campo del tiple) Aguinaldo Viejo en los 1990 compartiendo con él en Mayagüez en casa de su amigo Puntilla donde se quedaba cuando venia. También toca el tres cubano muy bien. Le gusta acompañar orquestas y fue utilizado hasta por orquestas de merengue en NY y Florida, donde grabó en ocasiones. Es un cuatrista virtuoso que acompaño a Ramito cuando en los 50 cuando [tocaban en el programa radial] 
Fiesta en el Batey en Mayagüez. Es importante saber y reconocer que la introducción del Seis Llanera (ej: versión que acompaña al ____ Despierta Boricua) la hizo Tuto. 
      La historia surgió cuando esperaban a Ramito en casa de Esteban Romero, hermano de Toñín Romero, en la Cantera de Ponce (cuna de Cheo Feliciano, Pete el Conde, etc.), para seguir a Mayagüez. Esteban le enseñó unos discos de Venezuela a los trovadores y rápidamente comenzaron a adaptar la melodía a la décima, lo cual era bastante parecido. Tuto muy ingenioso al momento le hizo la introducción que tiene una cadencia, si escuchan, de estilo de arpa llanera venezolana. Ramito--muy buen comerciante--al fin la inscribió con sus ligeras variantes. La introducción [en cuatro de Tuto] se convirtió en un estándar que hoy día todo el mundo toca."

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tuto, Ramito y amigos, el el program de WKJB de Mayaguez, "Fiesta en el Batey" en 1958         foto colección Tuto Feliciano

 

 

Vean a Tuto tocar en un segmento del DVD Nuestro Cuatro Vol.2 del Proyecto del Cuatro
grabado en Hartford, Connecticut en el 1998.

Selección: El Vigoroso por Heriberto Torres:

Notas sobre una vida con el cuatro
aportación de Eric Mendez

Si nos limitásemos a decirles que Tuto Feliciano llevó más de sesenta años en la profesión de músico, no le estaríamos haciendo justicia a un artista que comenzó a tocar a los siete años de edad.

Aqui es donde llueven las agradables sorpresas: no es que Tuto fué educado en la música desde temprana edad, sino que era un autodidacta de lo más autóctono de nuestra cultura puertorriqueña. Entre los instrumentos de cuerda, dominó el cuatro, la guitarra el bajo, el requinto, el ukelele y el tres. El yaucano era también un artista de los timbales, la conga, el bongó, el güiro, entre otros más. Dios le regaló también le ragaló una voz melodiosa que le habilitó como gran cantante, tanto de primera voz como en segunda voz.

Tuto comenzó a hacer grabaciones con nada menos que "el cantor de la montaña", Flor Morales Ramos, mejor conocido como Ramito, en los estudios técnicos de San Juan, Puerto Rico, para el año 1951, y se convirtió en el primer cuatrista en grabar la fomosa y preciosa llanera de Ramito. Tuto grabó también con el Conjunto Rosas de Plata que organizó Ramito, cuando otra gloria del cuatro, Nieves Quintero se trasladó a los Estados Unidos. Ese mismo años Tuto también hizo grabaciones con Toñín Romero, "El Jíbaro de Jayuya".

La estación radial WKJB de Mayaguéz transmitía uno de los más populares programas, "Fiesta en el Batey", y Tuto actuó como músico y director musical en este programa por espacio de doce años, comenzando a las cinco de la tarde todos los días. Tuto Feliciano contó que acompañó a los mejores trovadores de la década de los años cincuenta, y por eso el programa de WKJB llegó a ser famoso en toda la isla. Es natural, si en ese probrama participaron renombrao artistas de nuestros campos como Ramito, Moralito, Luisito, Toñín Romero, Germán Rosario, Ernestina Reyes "La Calandria", Priscila Flores, Adela Hernández, Odilio González, Luz Celenia Tirado, y otros que se escaparon de su memoria.

Tuto paso de la radio a la televisión y recuerda con cariño a WORA-TV, donde actuó por algún tiempo con Tommy Acevedo, gran animador y locutor, y la popular cantante Iris Santana. Tuto acompañó musicalmente al gran cantante Bury Cabán.

Para el 1962 Ramito, que había estado fulgurando en la radio, televisión, teatro y otros medios de la costa Este de los Estados Unidos, invitó a tuto a la gran urbe neoyorquina, donde se llenaron de gloria en el programa "La Montaña Canta" de Radio WHOM de Nueva York. A la sazón, Piquito Marcano (del Cuarteto Marcano) tenía la compañía Canomar de grabaciones que representaba su hija Priscilla, y allí grabo con Ramito. De éxito en éxito tanto en Puerto Rico como en Nueva York y otras áreas, Tuto hizo grabaciones también con El Gallito de Manatí. tuto fué el primer cuatrista en la grabación de un disco de duo de cuatros con Yomo Toro. Más tarde Ansonia Records le contrató para grabar con música del cuatro con Nieves Quintero y la voz de Chuíto el de Bayamón, con Tuto tocando el primer cuatro.

Tuto tuvo a su haber 20 discos de larga duración, 60 de 45 rpm y 20 de 78 rpm. Varias estaciones de televisión del continente lo presentaron, incluyendo WRSU y WATC. Tuto, yomo y Ramito hicieron sobresalir al Canal 41 del área metropolitana de Nueva York/New Jersey, y fué entrevistado en programas de la tremenda artista borincana gilda Mirós en Radio WADO. En el canal 47 compareció con los immortales Myrta Silva y Ramito.

El cuatro favorito de Tuto fué hecho de maderas del palosanto de la India, el palosanto de Brasil y el yagrumo de Puerto Rico hecho por el gran artesano boricua Marco Antonio Matías en la ciudad de Newark.

Permaneció casado con su amante esposa, Delia Nazario durante más de cincuenta años hasta el día de su muerte.

 

 

Fotos del  álbum personal de Tuto Feliciano
(digitilizados por el Proyecto del Cuatro)


Tuto era también un experto tresista. Arriba lo vemos a los veinte
años en su pueblo de Yauco, con su propio tres rústico.
Foto cortesía Tuto Feliciano

Tuto fué por muchos años acompañante principal del legendario
cantante Flor Morales Ramos, "Ramito". Arriba lo vemos a mediados de la década de 1950 en el escenario de WKAQ-TV de San Juan.
Foto cortesía Tuto Feliciano

 

Tuto también apareció frequentemente por televisión 
en Nueva York y New Jersey durante las décadas de 
1960 y 1970.           Foto cortesía Tuto Feliciano

 

                                                                                     
        

 

 

Décimas inspirados por el cuatro

Décimas inspiradas por
el cuatro puertorriqueño

Transcritas por David Morales


                                                                                                                                                                                 Cuatro por William Cumpiano

El Cuatro Puertorriqueño
(Luis Miranda)

Oiga a Luis Miranda cantando esta décima a compás de un
Seis Llanero

Aqui se hace un instrumento
Del tronco de un guaraguao
Toca en el un seis chorreao
Un musico de talento.
El aguinaldo lamento
El cayeyano, cagueño
Milonga, seis fajardeno
La danza igual que un danzón.
Todos se interpretan con
El cuatro puertorriqueño

Cuando llega navidad
Oigo la guitarra el guiro;
Con ellos canto y me inspiro
Y me alegro en cantidad.
Pero es una realidad
No es un cuento ni es un sueño
Que el trovador borinqueño
Pierde la inspiración
si no ve en la agrupación
El cuatro puertorriqueño

Sobre el cuatro digo así
Es esencial e importante
Para todo aquel que cante
Nuestra música de aquí
La que en mi campo aprendí
Y sigo con mucho empeño
La canto desde pequeño
Pero yo nunca lo hacía
Si en el grupo no veía
El cuatro puertorriqueño

De los cuatristas que oí
Mencionar algunos quiero
Modesto, Nieves Quintero
Tony, Pascual y Ladí
Edwin, Rodolfo y Piní
Roque, Panchón y Cedeño
Prodigio Claudio el Cagueño
Archilla y otros famosos
Han sido los virtuosos
del cuatro puertorriqueño

 

 El Cuatro Puertorriqueño
(Joaquin Mouliert)

Oigan a Joaquín Mouliert cantando esta décima a compás de un Seis Tierra Adentro

El cuatro es el instrumento
Típico de nuestra tierra
Con madera de la sierra
Es su confeccionamiento
Su armonía es sentimiento
Que hace despertar de un sueño
Y aunque en figura es pequeño
Tiene un sonido grandísimo
Ademas de ser bellísimo
El cuatro puertorriqueño

Habia un viejito llama’o
Don José que los hacía
Y el cuerpo le construía
Del tronco del guaraguao
De yagrumo reseca’o
Hacia la tapa en diseño
Mas ponía todo su empeño
Que además de su elegancia
Tuviera gran resonancia
El cuatro puertorriqueño

El cuatro y el guiro son
Hermanos inseparables
Cuyas notas formidables
Requieren la intonación
De una guitarra que al son
De un aguinaldo cagueño
Seis mapeyé o fajardeño
Cualquiera goza escuchando
Un músico repicando
El cuatro puertorriqueño

Sin el cuatro el seis chorrea’o
Pierde su valor folklórico
Cuyo sentimiento histórico
No llega hasta el sobera’o
El cuatro es como el pega’o
Que tiene sabor isleño
Es como el café trigueño
Puro criollo y lo alcanza
Cuando repica una danza
El cuatro puertorriqueño
 

El Cuatro Puertorriqueño
(Juan Pablo Rosario)

Voy a hablar de un instrumento
Fabricado en Puerto Rico
A él mis décimas dedico
Como un reconocimiento
Y del Boricua un invento
Desde aquel tiempo antigueño
Que un jíbaro Borinqueño
Fue al monte, un tronco cortó
Y con el mismo formó
el cuatro puertorriqueño

Y el íibaro en la montaña
Para alegrar sus eventos
Usaba dos instrumentos
Que eran traídos de España
Y usando el arte y la maña
En su taller hogareño
Hizo de un rústico leño
El tiple y la bordonúa
Maraca, güiro y la púa
Y el cuatro Puertorriqueño

Del cuatro decir yo quiero
Y es de madera un pedazo
Y desde la caja al brazo
Se hace de un solo madero
Diez cuerdas y un clavijero
Y un puente aunque sea pequeño
Y el arte sano, risueno
Ponen barniz en la tapa
Y es de yagrumo la capa
del cuatro puertorriqueño

Nuestro profesor Ladi
En el cuatro fue genial
Archilla, Roque, Pascual
Y un defensor fue Pini
Modesto con Neftali
Maso el gran Toalteno
Nieves el Corozaleno
Edwin Colon y Pedrito
Y Tony toca bonito
El Cuatro Puertorriqueno

 
   

 

 

Maso Rivera

Tomás Rivera Morales,  ¡Maso!
"...el cuatro vive en mì, y yo vivo en el cuatro."


Maso y su grupo durante la década 1950.                                                                        Foto cortesía www.masorivera.com

 

Una de nuestras composiciones favoritas de Maso: un aguinaldo en forma de Quinto al Aire, Isla de Encanto por Maso, acompañando la voz de Cholo Rivera

 En ningúna pieza se destaca más el estilo distinctivo de Maso Rivera con mayor claridad que en esta selección de Clamor de unos Surcos cor Maso acompañando la voz de Cholo Rivera.

Fragmentos de una entrevista
con Juan Sotomayor en 1992
Redactada por William Cumpiano

Me llamo Tomás Rivera Morales. Maso. Maso Rivera. Nací en el barrio de Galateo de Toa Alta. En el 13 de noviembre del 1927. El nombre de mi padre, Ramón Rivera Nieves; mi mama, Secundina Morales Rolón. Hay como diez o doce hermanos. No recuerdo. Son muchos. Y cabezones.

[Empecé a tocar el cuatro] a la edad de cinco años. El cuatro antes era cuadrao. Tenía cuatro cuerdas. Cogí el cuatro porque no había mas na', no había que hacer. Además, es tan así que yo cogía y con una cuerda la amarraba de la bisagra de la barraca, por allá, [señalando] con la cuerda... y no era cuerda de las genuinas. ¿Sabes que era? Un cordón...de cuero. Antes la cuerdas eran de cuero. Si, de cuero. Tuve el motivo ése de que...to' el mundo tocando y yo sin tocar. ¿Cual era la excusa? ¿Entiende? Siii.

Cuando uno viene entrando a la edad mas avanzada, se sale ya de niño, y va cogiendo capacidad, entonces va viendo que al que tiene habilidad le pagan. Pues entonces uno trata de también ganar, ¿entiende?

Aunque los bailes que yo toqué antes no pagaban más de diez pesos. Ahora, eso es una mina. Desde luego, igual que antes un huevo valía un chavo. Pero valía un huevo buscar el chavo. ¿Que te parece?

Si volviera aquel momento de que cuando yo tocaba en los velorios de antes, esa música: cuatro, guitarra y güiro. No había nada, ni trompeta, ni flauta. Y hubo alguien que dijo, que se iba apagar el cuatro porque las trompetas lucían mejor, y con el jíbaro jamás, jamás, jamás...la décima sin cuatro no sirve, si haya veinte trompetas y veinte flautas, lo que sea. Sin ofensa a nadie. Pero mi cuatro se siente cada día mas puertorriqueña.

Ay, quisiera que volviera aquello, pero no se puede. Yo no puedo virar pa'tras a dejar algo que se me quedó, porque yo no sé quien lo ha agarrao. Y mal agarrao. Por lo menos yo sigo con lo mío. Puertorriqueño como el coquí; a ver en qué para esto. Y sigo siendo el Maso puertorriqueño del cuatro. El cuatro vive en mì, y yo vivo en el cuatro. ¿Entiende?

     Sello de Maso

Varios artesanos destacados construyeron cuatros que se vendieron anónimamente con el sello de Maso que vemos arriba. Maso nos dijo que eran hechos a sus especificaciones y al recibirlos, él mismo se ocupaba de hacer los ajustes finales de acción y sonido antes de venderlos. 


Maso(1995)                                  foto Juan Sotomayor

Maso circa 1965
Maso (1970)          foto cortesía German Velazquez

Young Maso.jpg (47759 bytes)
Maso (1955)
film, Div. Educacion de la Comunidad, Gob. PR

RECURSOS ADICIONALES
He aquí la nueva página oficial de Maso Rivera de Daniel Franco

 Aquí le ofrecemos la entrevista completa hecha por el Proyecto del Cuatro con Maso Rivera en 1994

 
Maso Rivera, visto alrededor del 1965 con sus compañeros del campo--una cargando dos higüeras-- en la carátula de su disco LP "Maso Rivera y su Cuatro Higüera" foto cortesía discos Artilleria

Carmelo Martell

Los cuatros mágicos de don Carmelo Martell
Décadas después de su muerte, los cuatros de este renombrado utuadeño se consideran obras de arte por su imaginación fantástica, colores vívidos e intricada decoración

UNA BIOGRAFÍA DE CARMELO MARTELL SE ENCUENTRA AQUÍ


Los cuatros de Carmelo Martel en el Museo de Música de Ponce:

Fotos de Guy y Donna DeVito

Quizás el cuatro más famoso de don Carmelo es su cuatro-mapa de Puerto Rico,
el cual incluye imágenes incrustados o grabados en tintas de colores de las torres de radio
de todas las principales radio-emisoras de la Isla en su propio sitio; la torre de la
Universidad de Puerto Rico; guiros y maracas; caras de varios próceres isleños,
distintas catedrales de la Isla; una central azucarera; el escudo del gobierno de
Puerto Rico; y un gran cangrejo sirviendo como puente para las cuerdas.

 


Otro cuatro de don Carmelo es el cuatro en forma de escudo, luciendo miles de incrustaciones
en maderas teñidas y de color natural, formando patrones intricados de marquetería geométrica.
 


Otra fantástica creación del gran maestro de artesanía folklórica: un gran gallo tallado y pintado
con todo su plumaje.
 


Otra vista de la misma obra, desde atrás.
 


Este era un verdadero cuatro hecho por el gran maestro, tan práctico como instrumento
como glorioso e imaginativo en su elaboración. Note el corte de la caja, permitiendo
mayor acceso a las notas más altas del diapasón. Este fué un detalle que se popularizó
décadas después de su muerte.
 


Tenemos aquí un cuatro con forma de guitarra, manteniendo sin embargo
una forma distintiva al maestro. Note la extraordinaria decoración en tinta e
incrustación en los perfiles y diapasón.


Otro gallo-cuatro de don Carmelo, éste más rústico, tallado con mano más libre y detalles más sencillos.
El brazo ligado con el gallo, ya en forma más abstracta, se aleja de lo práctico y se acerca más hacia lo icónico.
 


Este instrumento coge su forma prestado de las mandolinas-arpas italianas que estuvieron
en boga en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica durante la década de 1920.
 


Finalmente, un cuatro-pato, puramente icónico, del fallecido maestro. ¡Que gracia, que imaginación!

 

Roque Navarro-entrevista

Entrevista de Roque Navarro                            
del Proyecto del Cuatro Puertorriqueño
por Juan Sotomayor, hecho en 1993
transcrito y redactado por William Cumpiano

 

"Mi nombre completo es Roque Navarro Jiménez".

 

"[Nací en] Adjuntas en Agosto 16 del 1913. Yo soy descendientes de los Navarros y los Jiménez que antes ellos bregaban con cuatros y esas cosas. Y de ahí fue donde me vino a mí la inspiración esa de bregar con instrumentos...

El afán de un niño de diez años

 

 


Las Imágenes que siguen son de Don Roque tomados del film "La Montaña Canta" (1954?) de la antigua División de Educación de la Comunidad del Gobierno de Puerto Rico

[Empecé] más o menos a los diez años. Mi abuelo se iba a trabajar para una finquita que tenía y los tíos míos también se iban a trabajar y yo le robaba una guitarra que tenían metía dentro' un saco y yo me iba pa' otra finca a practicar en la guitarra. Cuando yo venía de allí pues la guitarra le faltaba un cuerda o dos o tres, cosa de muchacho ¿vez? Y me daban mi pela. Pero que al otro día yo volvía a hacer lo mismo. Y tanto fue la insistencia, hasta que ellos vieron, y me dejaron... ellos vieron el afán mío. Me gustaba la música de muchacho.

Empecé hacer los cuatros mas tarde ya, después de casado ya. Tenía más o menos veinticuatro, veinticinco años. Empecé [hacerlos] en Adjuntas. Pero primero tocaba y luego me dio por hacerlos.

 Yo nací en un campo que le llaman Portillo...portillo, por no decir roto. [ríe] Pues por ahí mismo nació Neri Orta. Como a los ocho años, pues, mi papá  y mamá  se mudaron para el pueblito de Adjuntas. Del campo, nos mudamos para el pueblo.  Yauco en ésos años tenía fama de buenos cuatristas. Estaba Heriberto Torres, que eso era un fenómeno, y estaba otro que le decían El Cholo. Y estaba otro señor que últimamente perdió los dedos de la mano, que se llamaba Norberto Cales. Ese viejo era muy amigo mío. Los dedos de la mano izquierda, con una hachuela porque era carpintero, se llevo el dedo índice y el del corazón. Y quedaron éstos dos. Y yo lo vi tocando danzas con esos dos dedos así. Parecía un pollo brincando así... pero era viejo ya.

 

 

Yauco en ésos años tenía fama de buenos cuatristas: ...Neri Orta, Heriberto Torres, Norberto Cales ...

Ese cuatrito era de cuatro cuerdas, cuadrao.

 

 

 

 

 

 

 

Eso era un día y una noche tocando ahí, celebrando las Fiestas del Café,

Yo tenía un cuatrito, un pichoncito de cuatro, yo era un muchacho. Ese cuatrito era de cuatro cuerdas, cuadrao. Lo había hecho mi papá , creo que era de aguacate. Tenía el... aquí donde va el diapasón, parece que lo pusieron al sol y como que le dio algo así y se viro un poco... estaba virao el cuatritito así, medio virao.
Tenía yo como catorce o quince o dieciséis años, pero que ya yo tocaba mis plenitas y mis cositas. Y una ves Norberto Cales vino a tocar al barrio donde yo vivía.

Entonces yo tenía mi cuatrito encordaíto siempre, ¿vez?... Orgullo de muchacho. Y el vino... y las cuerdas que yo usaba eran de cuero... antes, eran dos cuerdas de cuero, y dos entorchaditos. Se le rompieron las cuerdas de tanto que tocó... porque eran unas fiestas de... de horas, sabe, eso no era un ratito así como ahora. Eso era un día y una noche tocando ahí, celebrando las Fiestas del Café, y que se yo qué... pues... se le rompieron las cuerdas. Y yo no sé quien diablos le dijo, que yo tenía un cuatrito. Que era lo único que había en to' el barrio. Entonces, ese señor se amaneció tocando con ese cuatrito chiquito, y con ése cuatrito chiquito el cumplió su compromiso. Lo ayude, mi acuerdo siempre de eso. Y desde esa vez este hombre fue amigo mío. Hasta antes de morir. Una bella persona. Si, esa familia Cales son unas bellas personas, y los hijos creo que son músicos...

Cuando yo era joven, la cosa era muerta. A mi a veces me daban uno cincuenta. Uno cincuenta, peso y medio por tocar una fiesta, pa' mi y los otros músicos. Uno cincuenta. Pero eso era un montón de dinero. Pa' tres o cuatro músicos: se le daba una peseta al güiro, medio peso a la guitarra... mi padre ganaba cincuenta centavos, desde las seis de la mañana, hasta las seis de la tarde. Entonces no se lo pagaban en dinero. Le daban un papelito así, que le decían "vale", un vale, pa' que el pueda coger eso en compra en... no era una tienda, era una cosita así... con cuatro potes de salchicha y eso. Y ahí iba a cambiarlo por arroz, habichuelas, sal, azúcar... eso era en 1930 y pico por ahí, o antes. Del '28 al '30. Eso era... ea, eso era en el año de los tomates! Tenía dieciséis, diecisiete años. No había chavos, no había nada. Eso era en Adjuntas, allí nunca hubo ambiente, la cosa era siempre floja. Porque es un pueblo de agricultura. Allí no había fabrica... hacían fiestecitas familiares, y así..

Una vez fuimos a tocar... el alcalde de mi pueblo nos invito a tocar a un campo, a llevar una serenata a una novia que tenía por allá . Y nosotros fuimos, enganchamos la pata, como se dice... empezamos la serenata, cuando apareció el marido de la señora, con un perrillo morao hasta el cabo, así. Y tu sabes como era que corríamos nosotros por dentro de aquella maleza, inclusive el que nos llevó también... corrió to' el mundo.. Si nos coge nos fríen verdes.

 

 

Mi padre ganaba cincuenta centavos, desde las seis de la mañana, hasta las seis de la tarde. Entonces no se lo pagaban en dinero. Le daban un papelito así, que le decían "vale"

 

 

 

 

Si nos cogen, nos fríen verdes...

 

Pero yo soñaba con esos adornos, esos adornos que tiene ese cuatro. Esos adornos, chiquititos así. Pues yo soñaba, yo le pedí a Dios que me diera la destreza para hacer todas éstas cosas...

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Don Roque era un consumado artesano al igual que cuatrista. Cuatro hecho por Roque Navarro.
                                                       cortesía Ray Vázquez

Yo siempre he sido un trabajador desde que nací, porque éramos muy pobres. Y si no trabajábamos, no comíamos. Y tanto en la tierra, cómo en los carbones, cómo haciendo ron; alambiques; haciendo pitrinche; peón de trok, cuanto trabajo ordinario hay en ésta vida, yo lo he hecho. Hasta que me convertí en carpintero, entré de "laborer," después ayudante de carpintero, después me gradué de carpintero porque teníamos un maestro muy bueno. Y después de eso, que yo dejé de trabajar de carpintería, fue que me dediqué a hacer instrumentos. Y déjame decirte una cosa. Te voy a decir esto... me está  ... bueno, son cosas de Dios. Me esta grande a mi esto que te voy a decir, y te va a estar grande a ti también porque a mí nadie me enseñó hacer instrumentos. A mí nadie me enseñó a hacer instrumentos. Eso lo aprendí solo por mi cuenta. Claro, que dicen que mirando y oyendo yo todo lo aprendo ¿verdad?

Pero yo soñaba con esos adornos, esos adornos que tiene ese cuatro. Esos adornos, chiquititos así. Pues yo soñaba, yo le pedí a Dios que me diera [la destreza para hacer] todas éstas cosas... ésa es una cosa tremenda. Toda ésta cosa está  hecha a mano, ¿vez? Si, eso lo hago yo, a mano, en madera. Y eso es una cosa tremenda, eso es un trabajo... es lutier el que hace eso.

Entonces yo, en sueños... Papá  Dios, digo yo, el Grande, el que siempre esta conmigo, me enseñaba a hacer eso. Me enseñaba los talleres que habían, yo veía la gente trabajando en esas cosas. Y yo veía como colocaban la madera, y ahí yo aprendí a hacer esos adornos.

El mas que me sirve de inspiración fue uno que hace como veinte años murió, de mi pueblo. Aquel hombre tocaba un cuatro que tenía cincuenta años adelantado a la época. Aquel hombre era una cosa del otro mundo, tocando un cuatro. Y Norberto [Cales] lo conoció. Le decían Fife. Se llamaba Rafael Medina. Era zapatero. Yo me iba a oírlo a el y a ver como movía los dedos. Así es que yo aprendí solo, pero viéndolo a él. Ese hombre me sirvió a mi espiritualmente de maestro.

También las velloneras, aprendiendo canción con las velloneras.. no eran velloneras, eran unas cosas que le dan cuerda así, como una victrola, pero grande. Y habían unas tiendas grandes de mercería frente a la plaza y ponían esos discos, que a mi me encantaban.

Y yo me iba desde por la mañana y estaba hasta la tarde oyendo eso. Y siempre me traía enredada en la mente dos o tres tonadas de esas. Y las practicaba en casa.

Y habían unas tiendas grandes de mercería frente a la plaza y ponían esos discos, que a mi me encantaban. Y yo me iba desde por la mañana y estaba hasta la tarde oyendo eso. Y siempre me traía enredada en la mente dos o tres tonadas de esas. Y las practicaba en casa.

Porque había un señor aquí que se llamaba Francisco López Cruz. Que le decían Paquito. Un tremendo maestro de música. Tremendo amigo y tremendo músico de guitarra, porque tocaba su guitarra sola. También acompañaba. Pues entonces el me rescató. Se puede decir, de la calle. De la calle, quiero decir, no porque yo fuera un muchacho de la calle, sino era un señor que trabajaba ya, tenía mis hijos y mi mujer. Tenía que mantenerlos. Pero que él vio, yo no sé como... me llevaron a donde él, y un día me dijo, "usted tiene una facilidad asombrosa en esosdedos. Cualquiera diría que usted sabe música. ¿Usted no sabe música?" Yo le dije, "no, señor, yo no sé de música. Me gustaría saber." Me dijo, "déjese venir por aquí, que yo le voy a dar unos cuantos consejos."

Y entonces pues me puse a tocar en un conjunto que él tenía. Que por ahí metió hay unos discos, que yo lo grabé con el. Ahí fue donde yo me pulí. Porque me fue corrigiendo, corrigiendo, corrigiendo, corrigiendo. A él se lo agradezco.

.. un día me dijo, "usted tiene una facilidad asombrosa en esos dedos. Cualquiera diría que usted sabe música. ¿Usted no sabe música?" Yo le dije, "no, señor, yo no sé de música. Me gustaría saber."

Tengo un proyecto de hacer una grabación de diez o doce canciones de Navidad que son preciosas, que las tengo grabadas en un "tape", y pienso hacer ese disco antes de morirme. No tengo muchas aspiraciones, porque ya yo voy pa' setenta y nueve años, mijo. Soy un viejito ya. Para la música siempre existe el mismo gusto, la misma energía. No he perdido la energía.

Soy un viejito ya. Para la música siempre existe el mismo gusto, la misma energía. No he perdido la energía

[Los cuatros de diez cuerdas] se las inventó un hombre por all , por el 1800 y pico en las costas de Aguadilla, son los que se inventaron esos cuatros de diez cuerdas. Yo le puedo hablar de los requintos de tres cuerdas. Tengo un requintito así, un poquito mas grande que su grabadora. Pero una cosita, así. Como uno que usa Maso a veces.

Hay otro que se llama vihuela, que ese es de cinco cuerdas. Ese es el verdadero tiple de cinco cuerdas. No es parecido a una guitarra. Es mas o menos... se parece un cuatro chiquito. Se parece un cuatro de aquellos antiguos que eran cuadrados aquí, con la bolita redonda abajo. Te voy a decir el uso que le daban mis abuelos y aquellos músicos de antes, que tocaban, "Que se matan dos, que se matan dos, que se matan dos," y así era que pagaban las promesas ellos. Pues el requintito de tres cuerdas, que era mas o menos en tono así [toca tres notas sobre su cuatro]... suena como un tres... era un tres pero chiquitito. El tres ahora es mas grande que una guitarra. Pero esa afinación es la que tiene el tiplecito ese, como un Do mayor. Tocaba en primo las canciones, los aguinaldos y los seises, porque no habían mas canciones, eran mas que... una cosa que le decían "una y una" que era pa' cantar. Y aguinaldos, esos, jíbaros. Lo mas que había era "una y una" y aguinaldos jíbaros. Eso le cantaban a los reyes, le cantaban a la virgen, al Cristo, y pagaban sus promesas. Y entonces, el quien hacía de guitarra era el tiple ese de cinco cuerdas. Ese era el que iba haciendo la cosa de...[toca un ritmo acompañante], y el otro iba tocando en prima. Era dos veces mas grande que el tiplecito. Le decían vihuela... y le decían tiple. La vihuela era una forma de tiple, como el mas chiquito...pero mas grande. Quiere decir que se parecía a éste cuatro, y se parecía al tiple chiquito. Tenía una bombita redonda aquí y otra mas chiquita, pero redondita también, con una cinturita... como la bordonúa que es larga y tiene una cinturita así. Pues ese es el tiple de cinco cuerdas.

Usaban los dos tiples mas un guiro. El tiple requinto de tres cuerdas tocaba la melodía, fuera del seis, o fuera del aguinaldo, que era lo que se tocaba antes; entonces el tiple de cinco cuerdas lo acompañaba haciendo las bases de guitarra. Entonces el guiro, también, rellenaba. A todos le decían tiple doliente, de acuerdo de la melodía que canten, si es alegre o si es doliente. Con esa música tocaban lo que se llamaban baquinés. Las canciones que se cantan a los niños chiquititos cuando se mueren. No se les reza a los niños, sino que se le cantan canciones. Usaban esa música... en algunos sitios. No me viene a la mente ninguna música de esas porque esas son canciones que se inventan la misma gente que est n... "que si el niñooo, que si el niño se mue-re-ee," que se yo, "que si se murio-o-o porque existía" que si... cosas que se inventan ahí mismo. Por aquí hay un caserío detrás y yo he oído cantando de esas cosas ahí. Pero las he oído sin música. Pero antes usaban el tiplito ese, lo usaban pa' eso.

Te voy a decir el uso que le daban mis abuelos y aquellos músicos de antes, que tocaban, "Que se matan dos, que se matan dos, que se matan dos," y así era que pagaban las promesas ellos.

Un buen cuatro tiene que tener... lo que tiene éste. La madera escogida que nunca le dé polilla. Madera para siempre, que nunca le dé polilla. Porque uno tiene un cuatro bonito que vale miles de pesos y le da polilla, pues no vale un chavo. Esta no le da polilla nunca, ni aquel tampoco. Las maderas que no le dan polilla son todas las que se cortan en [luna] menguante, a mediados de menguante y se ponen a secar paradas, así. Paradas. Pa' que bote el agua para abajo. Se va secando gradualmente. Ningún  árbol que se tumba y se acueste, uno puede decir que le va a dar polilla. Pues que el agua que se chupa y eso es la que le tiende a dar polilla.

Las maderas que no le dan polilla son todas las que se cortan en [luna] menguante, a mediados de menguante y se ponen a secar paradas, así. Paradas.

Yo prefiero el cuatro enterizo porque la nota es mas sólida, el sonido es más solido... es mas fuerte el cuatro, mas fuerte. Tiene mas resistencia, digo, si está  bien hecha. Hay gente que hacen cuatro por ahí que se doblan, a los seis meses están doblao, y han perdido la afinación. Si se dobla de aquí, pierde la afinación. Si se le hunde la tapa, también. La tapa hay que ponerle un abanico también, por aquí, un abanico de no más de tres patitas. Bien puestas, bien pulidas, y que no queden residuos de cola ahí dentro ni nada. Solamente eso es para aguantar que no se hunda la tapa. De no tener eso sonaría flojo.

Las cualidades son las siguientes: primero, la madera. Tiene que ser una madera escogida, garantizada, que no le de polilla. Segundo: la afinación. Y es la mas importante de todos. O sea el diapasón. Esas notas tienen que hacerse a base de matemáticas. Son muy pocos los que hacen los instrumentos que saben, pero estas notas hay que ser puestas a base de matemática. Tu mides la distancia que va a sonar, esa distancia, en milímetros, uno lo divide por dieciocho, la base es dieciocho: siempre en dieciocho. Le pone el primer traste de lo que te dé. Entonces el segundo, no puedes medir de acá, es de aquí [del primer traste hasta el hueso del puente], después mides del tercero, del cuarto, hasta que llegas aquí. Así no puede fallar.

Yo prefiero el cuatro enterizo porque la nota es mas sólida, el sonido es más solido... es mas fuerte el cuatro, mas fuerte. Tiene mas resistencia, digo, si está  bien hecha.

Y en Puerto Rico nunca, nunca, nunca en la vida se le ha dao el mérito que merece el cuatro, aún siendo de la familia de nosotros. Porque decir el cuatro y decir el jíbaro puertorriqueño es lo mismo.

Decir el cuatro y decir el jíbaro puertorriqueño es lo mismo.

Después que no le cambien la melodía [a la música tradicional], le pueden hacer los arreglos que quieran. [Pero] si, yo me considero un purista. Me gusta hacer las cosas como son. La danza, como es, como la escribió el compositor. El bolero como lo escribió el compositor. La mazurca como lo escribió el compositor. A mi no me gusta estar cambiando la melodía. Las otras cosas, no, porque hoy puede estar acompañado por un bajo y mañana puede estar acompañado por un guiro y una guitarra. Eso depende. Pero la melodía, eso es virgen.

Uno debe pulirse en lo de uno, en lo de su país, primero... para después echar un pie a otro sitio. Que a mi no me está malo, porque cada uno está llamado a progresar, si. Porque aquí hay un muchacho que toca, que se llama "Jíbaro Jazz", que no se lo critico, porque a mí me gusta también, me gusta mucho como él toca. Pero yo también puedo tocar como el toca, porque yo por ejemplo toco una melodía, y luego esa misma melodía, la hago en piruetas. Que es lo que el hace.

 

Ser jíbaro es lo mas divino que Dios ha inventado. Porque ser jíbaro quiere decir ser honrado, ser íntegro. Y en la palabra honrado se encierra todo. Un hombre honrado tiene que tenerlo todo. Todo. Y aun teniéndolo todo no, todavía no es honorable. Porque ahí si vamos: ese es la palabra cumbre. Honorable. Porque ni el presidente de los Estados Unidos. Nadie.

Como yo. Y como otros como yo. No porque ser jíbaro sea mejor cosa que nadie. No. Soy igual que tu, que el otro, que el negro, que el blanco, que el bembú, que el que no tiene bemba... soy igual que todos los demás. Pero aquí en el corazón hay un ser que se llama Dios. Y Dios dice, "amemos uno a los otros. Como también amamos a Dios," si es que amamos a Dios. Porque si no amamos a Dios, ¿a quien vamos a amar?

Ser jíbaro es lo mas divino que Dios ha inventado. Porque ser jíbaro quiere decir ser honrado, ser íntegro. Y en la palabra honrado se encierra todo. Un hombre honrado tiene que tenerlo todo. Todo.

Yo soy cristiano práctico. Soy católico. Pero yo soy un hombre que hago la voluntad de Dios. Yo fumaba, y lo dejé. Esto a mi no me conviene. Pues dejé los cigarrillos. Jamas he fumado, hace treinta años. Yo me daba el palito de, de brandy, la cuba libre en los bailes. Ese lo deje también. Nadie tuvo que decirme a mi "déjalo". Nadie. Este ser que vive dentro de mi, que se llama el Espíritu Santo, como vive en ti, y como vive en todos. Ese fue el que me dijo a mi: "no hagas eso." Ni fumo, ni bebo, ni peleo, ni digo nada en contra de nadie, no doy testigo en contra de nadie, hago la voluntad de Dios. Tal como yo pueda, y si algo me falta, pues Dios me ayuda, y me perdona si no lo hago. Pero es bueno vivir así. Vivo tranquilo. Y llevo diez años a ese golpecito, así.

Ni fumo, ni bebo, ni peleo, ni digo nada en contra de nadie, no doy testigo en contra de nadie, hago la voluntad de Dios. Tal como yo pueda, y si algo me falta, pues Dios me ayuda, y me perdona si no lo hago...

Desde que yo vine de mi pueblo, yo hice mi grupo musical. Nunca me gustó estar arrimao de otro, con otros conjuntos. No porque ellos tuvieron nada malo ni yo tuviera nada malo tampoco, sino porque me gustó siempre hacer las cosas a mi manera. Y entonces, pues, encontré músicos buenos aquí. Aquí hay un buen músico de guitarra que se llama Apolo Ocasio, que no toca conmigo ahora, esta  tocando con Sarraíl Archilla, pero es compadre mío, y hemos tocado muchas veces juntos. Y había otro, Manolín Robet, que murió hace dos años, que tocaba violín y teníamos un trío, de la guitarra de Polo, el cuatro mío y el violín de el. Y nos amanecíamos por las calles dando serenatas. Ganábamos muchisimo dinero. Pues ya eso de serenata no se ve aquí tampoco, ni se puede hacer. Nooo. No se puede hacer.

Y nos amanecíamos por las calles dando serenatas. Ganábamos muchísimo dinero. Pues ya eso de serenata no se ve aquí tampoco, ni se puede hacer. Nooo. No se puede hacer.

 

 

 

Roque Navarro-trayectoria

El Corazón del Rollo: Roque Navarro
por Heriberto Torres Vázquez
Publicado originalmente en la Revista del Instituto del Cuatro Puertorriqueño Junio 1978

La montaña. El Cafetal. Lluvia, mucha lluvia. Caminos de tierra. Arcilla y Iodo. Ríos caudalosos. Humedad y frío. Los vecinos distantes y pocos. La familia dispersa. El campo abierto. El trabajo abundante y la retribución escasa. La escuela rural es de maderas, techada de zinc, sin pintar. La maestra viene cuando no llueve, y llueve casi todos los días. Sólo hay un par de libros viejos para más de treinta niños que se acomodan en cuatro o cinco bancos de madera, en torno a tres mesas, también de madera, de superficies rayadas y garabateadas, sin pintar.

El patio es de tierra, descuidado. Los muchachos, entre 8 y 12 años, juegan con bolitas (canecas) de cristal en colores. Caminan descalzos. Por una esquina del patio cruza un camino estrecho, sobre el barro colorado, por donde gente y bestias pasan lentas y silenciosas. La topografía es muy accidentada. El camino se retuerce entre guaraguaos y guavas, para detenerse frente al ventorrillo de don Cornelio, donde entra por dos puertas estrechas de madera. El piso es de tablas rústicas, revestido con el barro del camino. El mostrador es también de maderas. La limpieza se fugó de allí hace tiempo. El aire huele a tocino, arenques, bacalao, salchichón, jabón azul, tabaco hilado, melao y a veces se perfila también la presencia del pitorro. Por los lados, dos ventanas. Por la de la izquierda se ve seguir el camino hacia Adjuntas. El pueblo que está detrás de las montañas. Llegar allá es el sueño rosado de casi todos. En el barrio Portillo del año 1920 no hay mucho porvenir. El futuro se diluye, en el cafetal, detrás de las mulas, en la carbonera y, si se tiene suerte, en el aserradero.

Ocho años tenía José Roque Navarro Jiménez cuando desde allí descolgó los ojos para despedirse de su Río Tanamá. Era el mayor de cuatro hermanos. Su padre, un pequeño agricultor, se iba a las áreas marginadas del pueblo, pero pueblo al fin, buscando una fuente más segura para el sustento de la familia. Adjuntas le prometía, por lo menos en su cerebro, todas las oportunidades de empleo que no llegaban a Portillo. El camino era lento y triste, y se retorcía de angustia viéndolos marchar. El fardo de las esperanzas era mayor que la mudanza, y ésta tropezaba con los barrancos enyerbados del camino.

Para Roque quedaba atrás la escuela del tercer grado, su tío Pedro Jiménez y su abuelo Eugenio. Con ellos aprendió a gustar, y a veces a producir, las notas vibrantes de los rústicos cuatros lentamente extraídos de troncos de guaraguao o de cedro. Como se deleitaba recordando aquellas ocasiones en que su tío y su abuelo lo encargaban de cuidar la casa mientras trabajaban en fincas vecinas, y élse aprovechaba y pasaba todo el "santo" día recorriendo el diapasón en busca de las' notas deseadas. ¡Qué feliz se sentía cuando encontraba el sonido esperado!

De vez en cuando su padre, cantaor de décimas, lo arrancaba de sus meditaciones, con su voz ronca y quejumbrosa arrastrando una cadena. El camino estrecho, el lento repechar de la "jalda" sin atajos y la tierra dura y resbalosa parecían anticipar el resto de la vida. Todo era un anticipo. Para Roque Navarro la vida no sería fácil. Realmente no llegó hasta el pueblo, se quedó en el barrio Saltillo. Allí fue al quinto grado y luego al séptimo, pues le saltaron el cuarto y el sexto grado en la Escuela José Julián Acosta. La falta de recursos no le permitió terminar el séptimo grado escolar. El país sufría una terrible crisis económica y social, que se empeoró con el ciclón San Felipe. Roque tenia que trabajar como mandadero y como auxiliar de peón, para ayudar a su padre en la consecución del sustento para la familia.

Como compensación a esa vida de durezas y penurias Roque encontró a Rafael (Fife) Medina, uno de los ejecutantes más privilegiados del cuatro puertorriqueño que ha conocido el centro de la Isla. Roque se fue convirtiendo en hombre. Mirándose al espejo de Fife Medina, fue puliéndose en la ejecución del cuatro. Le acompañaba a los bailes y cuando Fife descansaba él sonaba el instrumento. Pronto se convirtió en todo un tocador de cuatro. Con el aliento de Fife Medina formó su propio grupo y a veces amenizaba los bailes y rosarios cantados que el maestro no podía atender. Siempre hubo mucha cordialidad entre el maestro y el discípulo. Mientras tanto, y para subsistir, a través de toda una época de depresión y pobreza en el país, Roque Navarro se hace carpintero fino y luego ebanista. Gana prestigio también como fabricante de cuatros.

En el año 1950 vino a San Juan, donde nadie le conocía, pero pronto empezaron a descubrirlo. Con su grupo tocaba en varias estaciones de radio. Cuando no se ocupaba como carpintero subcontratista en los proyectos de viviendas, estaba en su taller reparando y fabricando instrumentos musicales de cuerda. En el año 1953 se graduó en el Programa Tribuna del Arte, de don Rafael Quiñones Vidal, obteniendo el primer premio. También se graduaron con él, Cristóbal Santiago, Toñito Vélez y Arturito Avilés.

Durante ocho años estuvo contratado por Don Rafael Quiñones Vidal para ejecutar el cuatro en los programas de Tribuna del Arte. En el año 1959 obtuvo el primer premio en el concurso para la fabricación de tiples y cuatros auspiciado por el Instituto de Cultura de Puerto Rico. Como ejecutante del cuatro su contribución es significativa para la historia, crecimiento y divulgación de nuestro folklore. Ha recibido numerosos premios y trofeos que así los expresan. Valga mencionar la placa que le otorgara la Compañía de Fomento de Turismo de Puerto Rico y que durante ocho años consecutivos fue premiado por el Festival de Codazos como el mejor cuatrista de Puerto Rico. Aunque en los últimos años se ha dedicado a labores de hojalatería y pintura de automóviles, no se ha divorciado de la música. Los días laborables, en las horas de la tarde se ocupa como maestro de cuatro y guitarra para cerca de 80 estudiantes en el Centro de Servicios Múltiples en la calle José de Diego 300 de Puerto Nuevo.

Roque Navarro es autor de numerosas piezas musicales, pero su obsecrada humildad lo hace subestimarse grandemente, y a tal extremo que algunas de esas grabaciones donde participa como ejecutante o donde tocan su música original, así no lo indican. Por ejemplo en el disco de larga duración de la Casa Ansonia, titulado Danzas con Julita Ross, el nombre de Roque Navarro no se lee en ningún lugar, pero él ejecuta el cuatro en la orquesta que dirige Moncho Usera. Por esa misma condición de su personalidad casi toda su música, y lo mejor de ella, está inédita.

Roque Navarro, el hombre, es humilde a tal grado que se subestima. Reservado, como la gente de su pueblo y su barrio. Si el interlocutor no participa ni conoce el ambiente en que enraizó el músico intuitivo, la comunicación es muy difícil. Pero rasgada la cortina del recelo, aparece el hombre comunicativo y, franco, brutalmente franco, sin dejar de ser prudente. Es amigo fácil, muy servicial, desprendido y laborioso, pero resentido por el olvido oficial hacia del instrumento nacional y su música. Su amor por el instrumento no ha permitido que viva de su cuatro, pero sí ha vivido para el cuatro puertorriqueño.

[Nota: Este artículo se escribió en 1978. Don Roque fallece en 2002].

Roque Navarro

Roque Navarro                               
"Yo veo al cuatro como parte de mi persona.
Porque aquí es donde yo expreso mi alegría, mis sentimientos, mis penas"

Roque Navarro, circa 1960

Roque Navarro circa 1960 con el cuatro apremiado que fabricaron el y su esposa
foto colección del artista

 
Trayectoria de Roque Navarro
Entrevista de Roque Navarro

Los archivos de sonido que siguen son de Roque Navarro y su Conjunto tomados del film "La Montaña Canta" (1954?) de la antigua División de Educación de la Comunidad del Gobierno de Puerto Rico. El grupo se compone de Roque Navarro, cuatro; Apolo Ocasio, guitarra; Angel Vázquez y Nereida Maldonado, cantantes; y Hipólito Rodriguez, "El Lindo", güiro.

Las Siete Rosas

Llanera Boricua
La letra de ésta se encuentra inmediatamente debajo

Seis de la Campiña

Movimiento Continuo

 

Llanera Boricua
cantor: Angel Vázquez
cuatro: Roque Navarro

El que está en la población,
No puede hablar de la loma,
Donde vuela la paloma,
Y esta la vegetación.
Le falta la bendición,
No tiene el arte y la maña,
No sabe donde se baña,
El jíbaro en el plantío.
Le falta el fresco del río,
Y el aire de la montaña.

No sabe lo que es un llano,
Ni tampoco una colina,
Donde escarba la gallina,
Del jíbaro borincano.
Le hace falta de antemano,
Aprender a picar caña,
Como hacen las buenas mañas,
De una patria bien unida.
Y llevar dentro de su vida,
El aire de la montaña.

Qué bonito es un bohío
En mi linda Borinquen,
Que bonito es el vaivén,
De las orillas del río.
Qué bonito es el plantío,
Y adornadas serranías,
Bonita es la melodía,
Y al arte le da progreso
Más linda que todo eso
Es la jíbarita mía.

 

 

El cuatro de Marcelino Quiñones


Marcelino Quiñones y su cuatro

El pianista Luciano Quiñones nos ha mandado esta bella fotografía antigua de su abuelo, Marcelino Quiñones, luego de haber visto una pequeña copia de la misma en nuestra página de la red. Para nosotros es un gran momento el poder reunir a nuestro archivos una copia original y prístina de esta foto. El cuatro que vemos en manos de don Marcelino es un magnífica y rara muestra de los cuatros que se hacían en la costa sureña de Puerto Rico durante la primera mitad del siglo veinte. Con su perfil de jarrón o tulipán, fué nombrado cuatro sureño o cuatro yaucano.  Los cuatros hechos en esta región tenían ocho cuerdas, afinadas en la misma forma que el cuatro antiguo de cuatro cuerdas: La Re La Mi.

Todavía existe este instrumento, en manos de un tio de Luciano Quiñones, hijo de don Marcelino. Su nombre es Eleuterio Quiñones de San Germán, quien visitamos y entrevistamos alrededor de 1996. La entrevista sigue.

Nonagenario Eleuterio Quiñones de San Germán con el cuatro de su padre (visto más arriba) su entrevista sigue inmediatamente debajo, donde menciona que el instrumento originalmente portaba solo 8 cuerdas y más tarde fue "modernizado" para portar diez. Foto tomado c. 1996 por Juan Sotomayor

 

Eleuterio Quiñones, cuatrista
Entrevistado por Juan Sotomayor alrededor de 1996, trascrito y redactado por William Cumpiano

     Nací en el 1910, Octubre 9 del 1910. Aquí en San Germán. Mis padres eran José Marcelino Quiñones y Ramona Quiñones Camacho. Mi papá tocaba bajo de cuerdas, saxofón, cuatro, mandolina. Era maestro de cuatro y guitarra; de los dos clases de bajo: bajo de metal, y bajo de cuerdas. Era director de música, sabía de música. El aprendió con Julio Espada de San Germán.

Mi papá tocaba el cuatro antiguo, ese que era en forma cuadrada, y redonda abajo, de diez cuerdas. De diseño antiguo. Ese cuatro primero tenía cuatro cuerdas. Tenía las clavijas de madera. Entonces, como fue progresando el instrumento, el mismo le añadió clavijas para diez cuerdas. [O sea, el primero recibió el cuatro con cuatro] cuerdas dobles, si. Entonces le aumentó la otra cuerda. [El artesano de ese cuatro eran] los Franquiz de Cabo Rojo. Tiene el brazo de mangó. La caja me parece que era de cedro, un cedro que venía antes. El diapasón de una madera india, que yo no sé, de la India [ed.: probablemente palosanto de la India, Dalbergia sissoo, usada frecuentemente para los diapasones de instrumentos finos]. La tapa no me recuerdo, no se si es... ciprés, yo no se como le decían a eso. Era una madera antigua. No es yagrumo. Otra clase de madera [ed.: se refiere posiblemente a "spruce", o abeto, una clase de pino fino usado en instrumentos de calidad].  Ese cuatro tenía ocho cuerdas dobles. Le puso la quinta ya para el 1916 o 17, por ahí. Él, como vinieron esos cuatros aquí después con cinco cuerdas, él le puso de cinco cuerdas. Los Franquiz hacían distintas clases de instrumentos. Hacían bajos, hacían guitarras, hacían mandolinas, hacían cuatros... tremendas guitarras que hacían. Muchos instrumentos. Creo que eran de descendencia italiana, si.

El cuatro, yo empecé a tocarlo cuando yo tenía por lo menos veintitrés años. Yo empecé con mi papá por los campos a tocar güiro, y yo lo acompañaba con güiro y guitarra. Después a papá le dió por enseñarme el cuatro, y entonces por ahí, por el '22 empecé a tocar el cuatro. El cuatro con cinco cuerdas dobles. Habían otras personas que tocaban el cuatro de cuatro cuerdas: Vicente Padilla usaba cuatro cuerdas, que era en esa misma forma pero un cuatro hecho acá ya, mas pequeño.

Mi papá tocaba toda clase de música. Cuando venían aquí los españoles con la ópera y zarzuelas, entonces ellos preguntaban si aquí habían músicos que podían leer esa música, y acompañarlos a ellos. Porque entonces en los teatros no habían esos que hay ahora... entonces, había un pianista, violinista, clarinetista, y preguntaban si aquí los había. Y aquí los había. Entre ellos estaban Francisquito Espada, estaba Francisco Nazario Acevedo, estaba papá, estaba Don Nico Zanabria, estaba Mario Milán--que era pianista y Pachica tocaba el clarinete muy bien. Entonces estaba, yo creo que era un moreno que tocaba batería. Don Nico, Don Nicolás tocaba flauta, y Mario Milán tocaba piano. Papá el bajo. Entonces el moreno tocaba la batería. Eran como cinco o seis músicos que tocaban. Le daban la música, ellos lo ensayaban por la tarde, y por la noche, eso era... un éxito [rie], la función.

[Yo recuerdo cuando joven entre los mejores cuatristas de por aquí, estaba] Norberto Cales. Conocí también Vicente Padilla. Conocí a Neco Vásquez, que era buen cuatrista. Esos mayormente tocaba de oído, pero tocaban tremendo, fenómeno. Neco Vásquez usaba el cuatro de cinco cuerdas dobles, y Vicente Padilla el de cuatro cuerdas. En Ponce estaba este señor que daba clases de bordonúa y cuatro y eso, y un grupo que tenía, se llamaba... Paco López Cruz, él sabía tocar bordonúa. Era un maestro de música y eso. De Ponce. Y de aquí iban a estudiar allá a Ponce. Iban tres, iban unos cuantos. Pero pa' tras no recuerdo [gente que tocaba tiple o bordonúa].

Antes, la música que se tocaba era el One Step americano, bolero, pero de los boleros antiguos esos. Se tocaban mazurcas. Se tocaban pasillos, valses; entre cuando y cuando para esa época estaban también el Fox Trot americano, se tocaba eso desde hace tiempo. Yo tengo los papeles viejos de to' esa música. Estaban la guaracha, estaba la plena: eso es oriundo de aquí porque eso se bailaba, y la bomba y to' eso...

Mi papá afinaba el cuatro, en la primera era Sol, Re, La, Mi. Y después Sol, Re, La, Mi, Si.  Tenía tres o cuatro músicos con él cuando tocaba. Estaba Don Juan Olivera que lo acompañaba en la guitarra. Estaba Emilio Gallardo que era otro cuatrista bueno. Estaba otro, el que tocaba guiro con el, Jesús Jaffet. Era francés. Yo tocaba güiro con el cuando era pichoncito. Yo empecé a estudiar música con Francisquito Espada, con mi papá primero. Después Francisquito Espada me empezó a enseñar las notas, mas avanzado que mi papá, porque mi papá sabía de música también, pero como era trombón lo que iba a aprender primero, pues Francisquito Espada me enseñó. Y después, cuando estaba un poquito adelantado, Francisquito Espada dejó de... porque yo empecé en la banda con el, entonces Francisquito Espada se renunció, y se fue, entonces siguió Francisco Nazario Quevedo, y con el terminé de estudiar la música, que me hice profesional con el, porque el tenía una orquesta. Entonces me incorporé en la orquesta con el, que se llamaba Orquesta Euterpe. Y de ahí seguí. Y entonces el se retiró.

Entonces el machinero [ed.: conductor de machinas?] González hizo un movimiento para hacer una orquesta. Entonces me incorporó en la orquesta, que se llama la Orquesta Happy Hills. Yo estuve tocando en la Happy Hills hasta el 1976, y tuve que jubilarme porque tuve que sacarme los dientes. Y como yo tocaba trombón en esa orquesta, primero toqué primera trompeta y luego toque trombón, pues tuve que dejarla. Entonces como ya yo tuve una edad bastante avanzada decidí retirarme de no tocar mas bailes. Entonces, antes de eso yo trabaje veintidós, veintitrés años en la Escuela de Música en Mayagüez, de maestro de música. Porque yo cogí el examen para maestro de música y lo pasé y entonces me hice maestro de música en la Escuela de Música en Mayagüez. Entonces, pues seguí trabajando en la música, seguí en la escuela, y después de jubilado, ahora trabajo en una academia ahí "part time." Y todavía toco el cuatro. Por música. La música que prefiero tocar es la de nosotros, la danza [ríe]. Yo tengo dos danzas grabadas, ¿quieres que las toque? [las pone a tocar]

Este cuatro [es de los Franquiz]. Si señor, eso es cierto [que la familia Franquiz hacían los mejores cuatros de esta área]. Los cuatros de antes venían con cuerdas de cuero. La primera, segunda y tercera era de cuero, y las otras eran cuerdas entorchadas. Yo, imitando las cuerdas de cuero, para imitar el sonido del cuatro de antes, le tengo cuerdas de nilón. Y es el sonido que oirás. [toca el cuatro]

[El cuatro tiene diecisiete trastes] ¿Los trastes originales? No porque éste cuatro, cuando se hizo, venía con unos trastes de cuero, enlazados, tu sabes, que venían con cuerdas de cuero en forma de trastes. Como de un cuero, de algún animal era eso... español. Después [mi papá] cuando empezó a tocar en la orquesta, entonces los cambió a trastes de metal. El se los cambió, porque el era ebanista también. El diapasón lo trajo. El diapasón es el mismo. Ahora los trastes, el le quitó los de cuero, y le puso de metal. El puente es el mismo. No se de la tapa [parece de pino], hay una madera alemana que se parece a esta, que se hacían los violines. Pero ahora, yo no se de que... El clavijero original era de madera, tenía boquetes y tenía clavijas de madera, entonces ahí papá lo rellenó por dentro, y le puso clavijeros de metal.