En Español
In English
 

Pedro Guzmán: Jíbaro Jazz
...el gran modernista creador de un cuatro mundial

 
  pedrito.jpg (14475 bytes)
Pedrito y miembros del Proyecto del Cuatro durante la filmación del video documental NUESTRO CUATRO (Izquierda a derecha: Pedro Rivera, Pedrito, William Cumpiano, Wilfredo Echevarria)                                                        foto Juan Sotomayor


Entrevista de 1994 con Juan Sotomayor:

Mi nombre completo es Pedro Guzmán Valentín. Yo nací en Río Piedras el 18 de Noviembre del 1956. Mi nombre profesional es Pedro Guzmán, Jíbaro Jazz.

Mi abuelo tocaba cuatro cuando joven. Me contó a mi antes de morir, [cuando él y mi abuela] se enamoraron, la sacó a él de la música porque a ella no le gustaba que el fuera a tocar y la dejara sola. Y como lo amaba, pues él dejó la música por ella. Él tocaba el cuatro antiguo, el de cuatro cuerdas.

La historia oficial: Lea aquí la pista y logros del cuatrista Pedro Guzmán

PedritoLa-Luz.jpg (27904 bytes) Pedro Guzmán grabando con el grupo de salsa japonés Orquesta La Luz

 

Yo empecé a los catorce años a tocar el cuatro. Tocaba ya guitarra y bajo. Fíjate, yo me crié en [una parte] de Río Piedras que era mitad campo y mitad ciudad. Y la música que me llegaba era música de Rock y música de Salsa. Yo pensaba cuando pequeño que el  instrumento del cuatro y la música jíbara era música de viejos. Yo era un chamaquito que estaba empezando y yo quería ser "rock-ero," un guitarrista eléctrico.

Entonces un día mi papá me vio punteando una guitarra y me dice, "tu punteas la guitarra como un cuatrista, yo creo que tu vas a ser cuatrista." Y yo me enfogoné con el, porque yo pensaba que esa era música de viejos.

Pero cuando llegué a escuela superior, que conocí a Cuqui Rodríguez, que fue el que me instruyó a mí a tocar bajo, vio que yo tenía habilidad en la guitarra, y le hacía falta un bajista para su grupo... el tocaba el cuatro y tenía una mazurca y una danza que iba acompañada con la guitarra, y ahí me interesó el cuatro. Vi que un amigo, con muchos mas conocimientos musicales que yo, admiraba ese instrumento. Y al escuchar ese sonido, vi que ese instrumento tenía unos valores.

Y ahí fue que lo aprendí, y ahí empecé a trabajar con el cuatro. La afinacion del bajo y el cuatro son similar, y se me hizo bien fácil. Tenía catorce años".

Yo pensaba cuando pequeño que el  instrumento del cuatro y la música jíbara era música de viejos...

pedro_trumpet.jpg (14475 bytes)
Pedrito tocando en la Universidad de Rutgers, NJ en 1995, junto con Reynaldo Jorge, trombonista de la Orquesta Fania

 

"En ese punto me gustaba la Salsa y el Jazz. Cuando entré a
escuela superior, conocí a la Escuela Libre de Música.
Estudié en ella dos semestres. Yo fui con una ilusión de
aprender música y tocar guitarra. Y ya fui con
habilidad, sabía tocar muchas cosas, [pero mi maestro] me
puso en un grupo que lo que estaba era trazando y dejé la
escuela. Me frustró. Luego cogí clases de bajo con otro
maestro. El se empeño en que tenía que ser un músico de
conservatorio, que tenía que estar enfocado para mi
futuro en la música clásica, que la música popular no
servía. Me frustró también y me fui por mi cuenta.
Estudié por mi cuenta. Compré un par de libros,
seguí escuchando discos y practicando. Aprendí de oído,
pero luego estudié un poco de música. Estuve en banda de
Jazz de Marcos Torres y de Tito Arzuaga (??), que eran
unos pioneros de Jazz en Caguas. Tenían sus bandas,
quintetos. El cuñado mío tocaba trompeta y con el
ensayábamos en marquesinas arreglos de Jazz. Esto era
para el 1970.

Me gustaba [tocar música folclórica] en las
navidades, en parrandas, como un buen trovador, pero el
Jazz me estaba llamando la atención mas que la música
criolla... porque no era tan comercial.  En esa época era
bien difícil vivir de ella.

Luego de Cuqui Rodríguez, Haciendo Punto en Otro
Son, y Millito Cruz, me inspiraron a seguir con el trabajo
de cuatro, ya que ellos pudieron llevar al cuatro un poco
mas adelante.

De los catorce años en adelante, cuando yo empecé a
tocar el cuatro, yo siempre me iba a tertulias con amigos
guitarristas. En las parrandas yo me amanecía tres o
cuatro días tocando, todo el mes de Diciembre... porque
era la práctica para mi, ir a parrandear. Habían veces
que no se escuchaba lo que yo tocaba, por las congas, las
campanas, y vientos. Pero yo sí me escuchaba. Y yo
aprovechaba esas oportunidades para tocar, de todo:
aunque fuera malo, pero llegué a conocer bien al
instrumento. Tocaba aguinaldos, villancicos, música
popular. Tocaba jazz en casa, y intentaba hacerlo en
grabaciones, pero no me dejaron.

Yo admiro a los trompetistas. A mi, cada frase que
yo hago en el cuatro, pienso en un instrumento de viento.
Y hace tiempo estaban los trompetistas de salsa, los que
tocaban con Ray Barreto, el hermano de Richy Rey, todos
estos trompetistas solistas, Maynard Ferguson... a parte
de eso, la guitarra de George Benson... y toda la música
que me gustara.

Fue un proceso de muchos años de práctica, y de
estudio en la casa, práctica en la calle, de tocar con
varios grupos, en diferentes géneros. Yo estuve con
Felito Félix; anterior a eso estuve con un grupo de
Caguas que se llamaba el grupo Tránsito, que buscaba
juntar el cuatro con música moderna; con José Nogueras,
con Nady Rivera (???). Aprendí por muchos diferentes
estilos...con Haciendo Punto en Otro Son también trabajé,
en sus últimos dos años de vida.

No tengo hábitos regulares de práctica. Espero
tener el "feeling" para coger el instrumento, y puedo
trabajar una hora, dos horas tocando, practicando
escalas, o inspiraciones, o acordes. Tengo un amigo
brasilero que es guitarrista, y tocamos los jueves Bossa
Nova y Samba en un local, conectando con ese género. En
todo lo que puede haber de cuatro yo lo uso: salsa, a
veces pues me voy con la orquesta de ??? Santa Rosa, que
me trepo a la tarima a tocar con ellos. Y en todo lo que
se pueda.

Yo enfoco mi música hacia dos puntos: la música
original mía, las canciones que yo compongo, y las
canciones que ya han sido "hits" en la historia que
tengan una bonita melodía y que me guste, por supuesto.
Esos son mis dos puntos básicos. Tengo un tercer punto
que quiero explorar, que es la música cantada original y
otro punto que quiero explorar son canciones arreglos de
otros músicos compañeros, como proyecto discográfico.
Como exportar mi música, pues a mi me gustaría llegar
hasta el fin del mundo con ella. Y pues estamos
trabajando poco a poco, a ver si lo logramos. Tengo un
viaje pendiente para lo de Sevilla, y para Boston, un
festival folclórico en Boston. Mi primer disco tuvo sonando en una estación en Miami, y quedó número 22 en una lista de sesenta en los
"top hits" de Jazzistas del mundo.

Mi primer cuatro fue un cuatro barato. Me costó
ciento veinticinco dólares. Lo compré en Caguas. Lo
hacía un artesano en el barrio Borinquen. El nombre no
lo recuerdo. Mi segundo cuatro fue de la misma calidad,
de "plywood," de los que hacía Cristóbal Santiago. Tuve
un cuatro que me hizo un artesano en Cidra, que le dicen
El Cojito, porque le faltaba un pie.

Y ahí fue que compré el de Eugenio [Méndez]. Y en
mi vida he probao como tres cuatro que me da un auge el
sonido. Uno era de un ingeniero, que se lo robaron, no
la quiso vender nunca. Otra era de una persona que
estaba en Houston, que tenía ese cuatro regalao, que no
lo sabía tocar, y otro que tenía el ex-padrastro mío, que
tampoco nunca me los quiso vender.

A mi me gusta el sonido profundo, que suenen los
bajos como la guitarra, que suenen hondos. En esos tres
instrumentos, tenían buen balance entre las primas y los
bajos. Este cuatro que yo tengo, el de Eugenio Méndez,
que me da casi ese balance. Los bajos no son tan
profundos como a mi me gusta, pero son profundos.

He visto a muchos [artesanos], pero de los mejores
que yo he conocido son Eugenio Méndez y su hermano,
Miguel. He probado muchos cuatros de otros artesanos que
si lo hacen bonitos, pero no tienen sonido, no tienen
afinación. Hay tantos cuatros diferentes en la isla, con
tantos diferentes sonidos...

Cuando yo fui a comprar ese, tenía como quince
cuatros hechos. Y los probé todos. El me miraba, y
decía, "'chacho que.." y habían dos que eran los mas que
me gustaron y me decidí [por este]. Había mucha
diferencia. No se si es cuestión de suerte, o de la
madera. Yo no sé de donde sale el sonido, pero es un
sonido especial. Es importante para mi que no chirrean
las cuerdas, que tengan una buena afinación, y que tengan
buen sonido. Como se vean no me importa. Prefiero el
traste bajito, porque tiende menos a chirrear. Me
molesta el traste alto.

Cuando conocí al cuatro, no lo conocía como
instrumento. Cuando lo conocí, pues se podría decir que
me enamoré de su sonido y me enamoré de la música
criolla. No soy folclorista per se, pero estoy enfocado
hacia otra cosa, y quiero llegar el cuatro un poco mas
allá de las cien por treinticinco de Puerto Rico. Y es
difícil llevarlo con la música criolla, con la música
original. Hay que modernizarla un poco. Estamos en unos
tiempos electrónicos que van avanzando cada día y hay que
adaptarlo a lo que está pasando en el día.
Yo duermo a veces con el cuatro en la cama [ríe].
Yo puedo hacer lo que quiera con el cuatro, y el puede
hacer lo que quiera conmigo.

Yo probé cuatros cuando era joven que tenían un
sonido precioso. Y hoy en día he probado cuatros
buenísimos también. Pero la mayoría de esos cuatros eran
antiguos, fíjate. Con el sonido ese profundo. Eran como
mas ancho, la caja era mas ancha, de diez cuerdas. Se
encordaban diferente. Por ejemplo yo le pongo dos
terceras. El cuatro ese encordaba con una primera y una
tercera; una quinta y una primera; una cuarta y una
primera; y una quinta y una primera. La tercera llevaba
una prima. Lo que pasa es que se parten mucho porque
tienen que ajustar demasiado. Y usaba en la quinta, yo
usaba la primera, pero como hay que subirla un poco mas
de su "range" tienden a partirse. Es sonido es lindo.
Una primera con la quinta. Le pongo una quinta y una
tercera, que es la propia, pero se parte. La tercera se
parte, en mis cuatros siempre se me han partido, y la
eliminé y le pongo una segunda, la octava abajo. Porque
no me gusta que se me parta una cuerda cuando estoy
tocando un concierto. El cuatro que se le parta una
cuerda cuando yo estoy tocando, lo vendo [ríe]. Para la
cuarta uso la primera y para la quinta uso una segunda.
Para la tercera, dos terceras.

Yo prefiero el cuatro enterizo. El de piezas es muy
frágil, muy delicado. Y en cuestión de sonido, el sonido
de el de una sola pieza es mas sólido, mas típico, mas
profundo.

Yo todavía no estoy satisfecho con el sonido de
amplificación. Yo traté el chado de chicle (??), yo
traté el que va debajo del puente, y en un momento dado,
correspondieron al trabajo, porque era lo mejor que había
en el momento. Pero siempre he buscado algo mas.
Entonces un amigo guitarrista, que construye guitarras,
me recomendó este "pickup" Ultrasonic, que recoge el
sonido acústico también. Un pickup pasivo [sin baterías]
y lo probé y me gusta. No chilla, tiene un sonido
bastante limpio. No es el sonido puro, puro del cuatro.
Pero es lo mas cercano que yo he encontrado al sonido del
cuatro. Va puesto en la boca, y cuesta como ciento
cincuenta. Tiene un control de volumen y un control de
"bass."

El cuatro ayuda al puertorriqueño que se olvida de
donde son y de donde vienen a recordarse. Y la gente se
identifica mucho con el cuatro. Yo le dejo [el purismo]
a los folcloristas. Le admiro su trabajo y su forma de
tocar y la forma de exponer su música--y me gusta tocarla
también. Pero yo estoy enfocado un poco hacia lo
comercial, porque hace falta subsistir. Y pues, lo único
que yo tengo en la vida es la música, no tengo nada mas
para trabajar. Y como la amo, trabajo en ella.

[La música tradicional] tiene un gran futuro. Por
ejemplo, nosotros conocemos las Rancheras de Méjico, todo
el mundo conoce la Cumbia, el Guaguanco, conoce la Rumba
Flamenca, pero no conoce la música criolla. Pues hay que
llevarle esa música al mundo. Pues no se ha conocido
nuestros aguinaldos, la décima... tiene que ver mucho con
la colonización de Puerto Rico que nos ha invadido por
todos lados, la música, la economía, todo.

El puertorriqueño a veces no se valoriza. No nos
valorizamos. Y eso es un problema cultural, que hay que
ir trabajando, y se está trabajando poco a poco, pero
tomará mucho mas tiempo. Definitivamente es uno de los
problemas básicos: la generación nueva no sabe que es.
Esa sí que está bien perdida. Por eso yo me lancé con
este proyecto de Jíbaro Jazz, buscando que esos jóvenes
que no saben que es la música de nosotros se interesen un
poco por ella, se identifiquen un poco con este
instrumento, que no se pierda. Y logre bastante. En la
calle, juventud conoce mi música, les gusta, mi pregunta
sobre el cuatro, y ha empezado a interesarse por lo
nuestro. Yo siempre enfoco en mi música instrumental,
pero mi mensaje es hablado: cuando estoy en un show,
hablo de lo que somos, de la música.

El cuatro se está utilizando mucho en la Salsa, pero
no como debe ser. Una orquesta de Salsa podría tener un
cuatro tocando todo el tiempo. Se esta usando en
grabaciones para algunas partesitas, para algunos
efectos. En lo criollo, el cuatro se esta quedando ahí,
estancado. Pero hay unos jóvenes que si están llevándolo
pa' fuera, como Edwin Colon Zayas, José González, hay un
muchacho, el Prodigio, que también tiene un enfoque mas
moderno.

[El público para el cuatro] va aumentando poco a
poco, paso a paso. Cuatristas jóvenes se interesan mucho
por el folclore, y a la vez le gusta lo moderno. Están
enfocando hacia los dos puntos.
A mi público le gusta la música rápida. La música
lenta le gusta escucharla en discos, en vivo no. Yo
prefiero la música suave, el Blues, la Guajira, el
Aguinaldo, el Seis lento, la Danza es preciosa. La
mazurca no me gusta mucho... es algo personal.

A mi me gusta tocar con todo tipo de músicos, con
pianistas con guitarristas, con orquesta de Salsa, me
gusta mucho. La Salsa me gusta desde pequeño, que es una
música bien rítmica y alegre, y la salsa a usado mucha
influencia del Jazz. Me gusta tocar con guitarrista,
porque una guitarra y un cuatro se llevan bien. A veces
la gente me dice, "tócate un cuatro solo." Y yo le digo
que el cuatro, sin una guitarra, no suena igual.

Yo le aconsejo a un estudiante de cuatro que estudie
todo lo mas que pueda, lo máximo que pueda estudiar, y
que se interese también por lo cultural, lo folclórico, y
que adapte, que pueda llevar lo folclórico, con los
conocimientos musicales que adquiera, a la máxima
expresión.

Yo creo que hay unas leyes que se deben legislar
para proteger nuestra música, nuestra cultura, nuestros
instrumentos, nuestros trovadores. Esa gente tienen un
don de Dios. Pero no hay un apoyo de leyes para
protegerlo. Pero es una cosa política. Cuando yo
trabajaba en Haciendo Punto, nos identificaron con la
Independencia, con el movimiento de la música de la Nueva
Trova, con música de protesta, nos sacaron de la radio.
Y nos sacó el gobierno. Definitivamente. La música de
Andrés Jiménez no se toca en la radio, una música
preciosa. [Encuentran muy] fuerte el mensaje de amar a
su patria. De amar a la naturaleza. Yo por ejemplo,
tengo mis ideas independientes, de independentista. Yo
creo que Puerto Rico tiene tanto cerebro como para poder
dirigir este país hasta donde el país quiera, y hacer lo
que le convenga. Pero como te dije, la gente no cree en
sí mismo. Se creen que nosotros solos vamos a morir de
hambre, y que van a pasar muchas cosas malas como en
muchas repúblicas. Pero Estados Unidos es una república,
Rusia, España, Grecia... todos éstos países son
independientes. Por ser chiquito no quita. Lo
valiente... David tumbo a Goliat con una piedra. Yo creo
que hasta que haya unos líderes en este país que se
preocupen por las cosas nuestras, pues no va a pasar. Es
algo bien político. Solamente la música criolla se ha
dedicado a la navidad. En navidad es que suenan el
cuatro en la radio, los trovadores... y si va enfocado
mas a lo comercial, pues mas la suenan. Pero después de
las navidades... El público escucha lo que le pongan. Y
una prueba de eso es la radio. Tu oyes a veces en la
radio, una canción, una estupidez que para mi no sirve.
Pero le siguen dando, y le siguen sonando, y le siguen
dando y la gente se queda con la canción. Al igual que
hoy en la radio, música que no entiende, música americana
que el puertorriqueño no sabe lo que están diciendo, y le
dan y le dan y le dan, y se pega.

Yo creo que podría haber por lo menos una estación,
una sola, dedicada a nuestra música. Veinticuatro horas.
No este programita de una hora como los hay en la
universidad, y en Radio Oro. A veces ponen una danza.
Pero una emisora que se dedique a nuestra música
solamente.

En la música que yo he grabado anteriormente, el
primer disco era música conocida. En la segunda hice
mitad música original y mitad conocida. En este tercer
disco que tengo grabado, la música es original completa.
Son diez canciones mías y dos canciones de guitarristas.

[Este proyecto] tiene mucho valor, tanto para mí como
para muchos puertorriqueños que no conocen la historia
del cuatro. Se debía llevar a cabo masivamente, que la
gente conozca lo que es el cuatro y lo que tiene que ver
con lo puertorriqueño.